#244. Baño

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Su aliento salió disparado como una pequeña ola de vapor concentrado. Ahí, de píe, sin camisa y frente a una gran roca. A su alrededor había un campo lleno de escombros, estructuras rotas y árboles. Se mantenía allí sin camisa, su yukata estaba cuidadosamente plegado y colocado sobre una de las rocas grandes, con su máscara de zorro descansando justo encima.

Enel inhaló profundamente antes de exhalar una vez más. Presionó su palma derecha sobre la roca a centímetros suya. Su palma dejó una profunda impresión en la roca antes de que una aura azul cubriera todo el brazo del Rey del Cielo.

El aura, su haki, se proyectó hacia adelante, justo en el centro de la roca.

Sin dificultad, el bloque se agrietó y se redujo a nada más que polvo, piezas de él saltaron en todas direcciones, sumándose a los escombros que ya estaban esparcidos por el campo.

'Finalmente... Lo he dominado, un poco...'

Una pequeña sonrisa satisfecha escapó de sus labios al haber realizado con éxito una aplicación avanzada del Haki de Armamento. La Destrucción Interna era una de las técnicas que Luffy había usado originalmente para dañar a Kaido durante su largo enfrentamiento.

Enel sentía que Luffy la había dominado antes que él y que ya había salido de prisión junto con los demás miembros relevantes. Parece haber reconocido a Francisco y también lo ayudó a escapar.

Con su nuevo poder, Luffy seguramente intentaría enfrentarse a Kaido de nuevo... Pero esta vez, la Destrucción Interna, o su el Recubrimiento de Conquistador, no sería suficiente contra Kaido.

'Sin embargo, esta vez, Luffy no peleará solo.'

Agitó su puño en el aire para remover el polvo, y a grandes zancadas, se dirigió a un pequeño estanque, que se encontraba a un lado, un poco más lejos de su área de entrenamiento.

El Emperador se desnudó y se metió en el agua, que solo le llegaba hasta el ombligo mientras estaba sentado, así que no había peligro de ahogarse. Tan pronto como entró, calentó el agua y la transformó en algo más parecido a un jacuzzi.

Dejó salir un profundo suspiro aliviado mientras cerraba los ojos.

—¿Ya es hora de holgazanear? No lo sabía.-

Una voz femenina lo reprendió juguetonamente, venía a paso lento desde el campo de entrenamiento.

Enel abrió solo uno de sus ojos y sonrió.

Su mirada se fijo  en una mujer con cabello negro suelto, vistiendo un kimono púrpura con patrones blancos y rosa. Sus ojos eran de un azul celeste y su sonrisa era embriagadora.

—Robin, es muy atrevido de tu parte interrumpir mi hora de baño...- su sonrisa relajada no disminuyó ni un ápice. El agua alrededor de sus músculos esculpidos seguía burbujeando.

No era otra que Nico Robin, la arqueóloga de la tripulación de los Sombrero de Paja.

Lo observaba con suma atención, sus partes íntimas estaban bien escondidas bajo una capa de burbujas y vapor, así que ella se limitaba a mirar su abdomen y brazos.

—Sabes que no puedo quitarte el ojo de encima después del susto que nos diste, a todos...- respondió tranquilamente y empezó a quitarse lentamente el kimono, para sorpresa de su único espectador.

Cerró inmediatamente los ojos, proporcionando a la arqueóloga algo de privacidad. No habían llegado tan lejos, eran conscientes de las intenciones del otro y habían estado viviendo esencialmente juntos durante el entrenamiento de Enel, pero no habían pasado mucho más allá de abrazarse por la noche.

One Piece: Rey Del Cielo [201 - ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora