One Piece: Rey Del Cielo [201 - ]

#252. Promesa

El cuerpo del dragón cayendo desde los cielos reveló la luz de la luna para el resto del país Wano 

Las linternas de madera ascendían a su ritmo hacia las alturas, el pueblo celebraba en silencio su liberación. Ese silencio pronto se rompió en vítores. La gente de Wano por fin disfrutaba de la luz de la libertad.

El cuerpo de Kaido se encogió poco después de caer, devolviéndolo a su tamaño habitual, aunque su cráneo seguía abierto. Fue una vista perturbadora, pero a ninguno de los ahí presentes le importaba Kaido. De hecho, a nadie en Wano le importaba.

Un tirano que no hizo más que aprovecharse de ellos. No había razón para llorarlo.

Momonosuke se convirtió inmediatamente en el Shogun, aunque envejeció y sacrificó parte de su vida en el proceso. Wano necesitaba un líder fuerte ahora. El joven tenía mucho que aprender, pero por otro lado, su fruta del diablo artificial lo convertiría eventualmente en una fuerza a tener en cuenta.

Yamato, el hijo de Kaido, estaba afortunadamente a su lado. Tuvo brevemente la oportunidad de confrontar a su padre junto a los Akazaya. No pudo hacer mucho contra él , pero no era su destino liberar Wano.

Ni siquiera era el destino de Ace. Y estuvo esperando a Ace durante años. Aunque él no llegó a tiempo, al menos volvería a un Wano más feliz. Se organizó un festival en el que participaron todos los responsables de la liberación.

Luffy, Kid, Law y sus tripulaciones. Un grupo bullicioso, aunque adecuado para las festividades. La tripulación de Enel, formada por ancianos, estuvo allí para ayudar a acabar con el preciado sake de arroz de Wano.

Y los Akazaya, recuperándose, fueron más que hospitalarios. No lograron salvar al país por sí mismos, y sentían vergüenza como los vasallos de la familia Kozuki.

Pero se sentían realizados. Dieron cara a un oponente mucho más fuerte que ellos, habían luchado contra el hombre que mató a Kozuki Oden. Se rebelaron y lucharon para liberar su tierra natal. La Tierra de Wano, que había estado estancada en el barro durante 20 años, podía disfrutar de la luz de la esperanza otra vez.

¿Y Enel? 

Descansando.

Su mente no estaba en modo festivo, todo su ser estaba lleno de preocupación al darse cuenta de que con el Despertar de Luffy, la guerra estaba en el horizonte. Sabía que llegaría el día en que tendría que enfrentarse a su destino. Lo que no sabía era si había hecho lo suficiente para cambiarlo.

Escuchar que estaba 'destinado a morir' no fue agradable al principio. Eligió no centrarse en eso, enfocándose en lo que era realmente importante en ese momento.

Pero ahora que el escenario estaba casi listo, el Rey del Cielo no podía evitar que una pequeña incertidumbre se colara en su mente. Algo impropio de un Conquistador un como él.

Pero no siempre fue un 'Conquistador' o un 'Rey'. 

Era un arqueólogo, por naturaleza un sobre pensador. Un hombre predispuesto a hacer preguntas constantemente. Cuando su personalidad se mezcló con el complejo de dios de Enel, seguía siendo el mismo en muchos aspectos. Pero fue su cautela la que lo llevó tan lejos. Así que, al final, aunque resignado a aceptar nada menos que una victoria decisiva, tenía dudas.

Así, mientras la gente abajo festejaba y celebraba, él se sentó en una nube observándolos.

A veces, algunas nubes se movían detrás de él, revelando la luz de la luna y proyectando su sombra sobre algunas provincias de la tierra de Wano.