One Piece: Rey Del Cielo [201 - ]

#221. Intento Inútil

Tan pronto el hacha se rompió, todas las miradas se fueron al Emperador y Shirahoshi. Enel permaneció inmóvil, llevando su vista hacia la puerta, donde se acercaba un escuadrón considerable de gyojin. Los lideraba un gran gyojin tiburón blanco y corpulento, con largo cabello negro rizado.

Enel lo reconoció, aunque no recordaba su nombre, sabía que aparecería eventualmente.

—¡No recuerdo haberlos invitado a ellos!- resopló Neptune, agarrando su tridente y golpeando su base contra el suelo mientras fruncía el ceño ante los intrusos.

—¿Quiénes son? ¿Ellos lanzaron esa hacha?- Zoro ya había dejado de fingir estar borracho, su mano fue a parar en la empuñadura de su Wado Ichimonji, sus ojos brillaban peligrosamente.

—Tsk, el hacha fue lanzada por otra escoria que sigue acosando a nuestra querida hermana...- El Primer príncipe acercó su mano hacia el tridente en su espalda, con una mueca. 

Se acordó de darle una mirada en agradecimiento al Emperador antes de volverse hacia los intrusos.

—¡Hody Jones! ¡¿Cómo te atreves a mostrar tu cara por aquí?!-

Enel se limitó a observar la escena de la familia real discutiendo con los gyojin. Shirahoshi aún lucía un poco asustada, lo cual coincidía con lo que recordaba de ella. Era una niña asustadiza. Pero también una adolescente, así que el Emperador decidió no juzgarla demasiado.

'Controlar las emociones lleva años, décadas para algunos. No se puede esperar que todos los niños tengan dominio sobre ello...'

Además de reflexionar sobre la situación de Shirahoshi y preguntarse si realmente tendría tiempo para crecer lo suficiente como para ser útil en la guerra, también miraba sin interés a las personas en la sala mientras discutían sobre cosas que no le importaban lo suficiente como para recordarlas. Ni siquiera recordaba el propósito del golpe de estado que los residentes del distrito gyojin intentaban. Solo sabía que eran debiluchos que no tenían lugar en el Nuevo Mundo.

No tenían derecho a causar tantos problemas a los sombrero de paja como lo hicieron inicialmente. Hody Jones, o como se llamara, debería haber muerto en el momento en que Zoro desenvainó su espada.

De todas formas, ahora no estaba viendo una historia desarrollarse, era parte de ella. Así que no sintió la necesidad de quedarse de brazos cruzados mientras un golpe de estado interrumpía su charla con Neptune y su posterior partida.

—Neptune, ¿te importaría si me deshago de estos payasos?- El sonido de su voz llamó la atención del salón, sorprendiendo a la mayoría de gyojin, que no reconocían al humano que acababa de hablar. Totalmente comprensible, los tritones bajo el mando de Jones, así como el propio Jones, detestaban a los humanos. No les importaba el mundo exterior, eran bastante ignorantes.

—Tsk, ¡por eso este reino se está cayendo a pedazos! ¡Dejas que los humanos te pisoteen, Rey Neptuno! ¡Un humano inferior que ni siquiera debería atreverse a alzar la voz en nuestra presencia!-

Hody Jones saltó ante la interrupción de Enel, aprovechando la oportunidad para enardecer a sus lugartenientes detrás de él, haciendo que vitorearan y alzaran sus armas.

—¿Inferior? No tienes idea de con quién estás hablando...-

Fukaboshi hizo un par de señas con discreción a sus guardias para rodear a los intrusos. Aunque, Neptune parecía tener una opinión diferente...

—No es necesario, Fukaboshi... Jones, ¿por qué no pruebas tu hipótesis sobre lo frágiles que son los humanos? Estoy seguro de que Enel estaría más que dispuesto a ayudarte con tus experimentos.-