#242. Orgullo

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Los pasos de Enel, ligeros, lo acercaba a las cercanías de Amigasa. La villa seguía en pie. La creyó destruida, pero aparentemente muchos eventos en Wano no ocurrieron como se esperaba, o no ocurrieron en absoluto. X-Drake, el Supernova que se unió a los Piratas Bestia, no estaba en Wano.

Ni siquiera los sentidos de Enel podían localizarlo. Extraño, pero en ese momento, esperar que las cosas sucedieran a como él las conocía era ingenuo. El destino del mundo cambió a causa de él. Solo era cuestión de tiempo antes de que el mundo mismo también cambiara.

Aunque no todo cambiaba de manera mala o impredecible.

Gracias a los esfuerzos de Enel, los residentes de Amigasa ya no tenían que llenar sus estómagos con agua para no sentir el hambre que los acechaba. Por supuesto, el hambre seguía presente, y la comida que tenían se racionaba cuidadosamente. Solo por el momento estaban a unos pasos lejos de la inanición.

Los Piratas Bestia estaban demasiado dispersos para prestar atención al pueblo, por lo que su pequeño excedente de comida pasó desapercibido. Esto les beneficiaba, obviamente. Todos seguían escondiendo su comida y viviendo con miedo, pero ahora tenían algo que ocultar.

Lo bueno para ellos es que no estarían en peligro en el futuro cercano... Enel planeaba quedarse allí unas semanas mientras entrenaba. Cualquier Pirata que intentara acercarse al pueblo sería convertido en cenizas.

Enel no sentía piedad ni por  hombres ni mujeres que se entregaban a la glotonería y la codicia. Se beneficiaban a costa de toda una nación y dejaban que murieran de hambre.

No más que muertos en vida. En el momento en que la imponente figura de Kaido cayera, ellos lo seguirían a la tumba. Lo mismo con Orochi, que aún era técnicamente el 'Gobernante' y Shogun de Wano y de la Capital de las Flores.

'Y pensar que ese gusano tiene el poder de aquel monstruo...'

Sacudió la cabeza, recordaba vívidamente la imponente envergadura del verdadero Yamata No Orochi.

Esa serpiente gigante escondida en las profundidades del mundo, esperando su momento... Claramente estaba a años luz en poder e inteligencia en comparación con el Shogun. No había comparación.

'Tengo razones para creer que ese debilucho apenas maneja un fragmento del poder de Orochi, un fragmento que ni siquiera ha sido dominado... Es mejor así, ya es lo suficientemente molesto siendo un mero títere.'

Se le vino a la mente ese viejo dicho: 'El poder absoluto corrompe absolutamente'. Orochi era un dolor en el culo estando en una frágil posición de poder bajo el mando de Kaido. Si también tuviera una fuerza personal significativa, seguramente se volvería loco.

Bueno, técnicamente era más fuerte que una persona común, pero seguía siendo débil según los estándares del Nuevo Mundo, y estaban en medio del Nuevo Mundo. De todas formas, el Shogun pronto pagaría sus deudas con la Familia Kozuki. 

Y Enel ahora estaba frente al miembro más viejo de esa familia...

—¿Qué quieres, muchacho alto?-

Esas fueron las palabras que lo recibieron asombrado cuando entró en el taller del Ermitaño. Allí, sentado en lo que supuso un taburete, se hallaba un hombre viejo y alto con cabello blanco largo. Llevaba una máscara de tengu roja con una nariz extremadamente larga.

Vestía una chaqueta negra con ribetes verdes a lo largo de los bordes internos sobre un kimono gris claro con manchas moradas en el fondo. También traía puestos unos pantalones azul oscuro y sandalias geta extremadamente altas.

Kozuki Sukiyaki, actualmente disfrazado como el ermitaño y herrero Tenguyama Hitetsu.

—Es raro que me llames así, no eres mucho más bajo que yo con esos zapatos, viejo...- Enel hizo hincapié, mirando divertido los zapatos del antiguo Shogun de Wano de manera casual.

One Piece: Rey Del Cielo [201 - ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora