🌙 Vol. 4 / Cap. 51 Medio tiempo

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Ahora que las piedras rúnicas habían sido desmanteladas, los caballeros de la muerte y demás hechiceros de la Horda que se habían quedado en Quel'Thalas y recuperaran sus poderes

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Ahora que las piedras rúnicas habían sido desmanteladas, los caballeros de la muerte y demás hechiceros de la Horda que se habían quedado en Quel'Thalas y recuperaran sus poderes. se aproximaban a la capital de Quel'Thalas, la Ciudad de Silvermoon, destruyendo asentamientos y asesinando elfos a su paso.

El rey Anasterian recurrió a sus mejores generales para contener el avance de la Horda. Los magi elfos y los forestales se dispersaron por todo Quel'Thalas para hacer frente a los invasores, pero no resistirían demasiado. Turalyon y Alleria no tardaron en apoyar con la mitad del ejército de la Alianza a las fuerzas elficas.

Mientras Turalyon organizaba a sus soldados y lanzaba los primeros ataques contra la Horda, junto con el apoyo absoluto de Quel'Thalas.

Aunque la Alianza y los elfos ahora compartían un mismo propósito, cualquier esperanza de una victoria rápida se desvaneció como el humo. Los dragones rojos asomaban por el horizonte.

Tras meses de duro trabajo, las monturas de los orcos Faucedraco por fin estaban listas para el combate. Docenas de monstruosos dragones sobrevolaron Quel'Thalas. Los jinetes de grifo, que jamás habían combatido contra dragones, tuvieron que retirarse. Los orcos y sus monturas se lanzaban sobre los ejércitos de la Alianza y los bañaban en ardientes llamas.

Una tormenta de fuego envolvió los bosques de Quel'Thalas. El humo oscureció el sol.

Y aun con todo la masacre ocasionada por sus flamas, los dragones no disfrutaban con la destrucción

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Y aun con todo la masacre ocasionada por sus flamas, los dragones no disfrutaban con la destrucción. Al contrario. Muchos de ellos lloraban mientras masacraban a los elfos y destruían sus bosques.

La rugiente tormenta de fuego obligó a la mayoría de defensores elfos a retirarse al interior de la barrera que protegía el reino interior y la ciudad de Silvermoon. El pueblo del rey Anasterian carecía de las armas físicas para evitar que la Horda y sus dragones invadieran su capital, pero disponían de otros métodos como el gigantesco escudo alrededor de la Ciudad de Silvermoon que ahora los protegía. Esta barrera extraía su poder de la Fuente del Sol, el manantial mágico que constituía el núcleo de la cultura de Quel'Thalas.

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