⚔ Vol. 5 / Cap. 75 La resistencia de Alterac Parte 2

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Orgrim contempló con detenimiento por un momento la ciudad que yacía frente suyo. Después, alzó su martillo con ambas manos y lanzó un grito de guerra. Los guerreros de la Horda respondieron a ese grito y en breve, las montañas que los rodeaban reverberaron con los ecos de su ira, júbilo y sed de sangre.

Doomhammer estalló en carcajadas. La gente de la capital de este reino debían estar presos del miedo de saber que él y los suyos se dirigían ahi, pero tras ese grito debían de estar temblando. La Horda se les iba a echar encima antes de que pudieran recuperarse del susto.

¡A la ciudad! (exclamó Orgrim, alzando de nuevo el martillo) ¡Vamos a aplastarla y así acabaremos con la oposición! ¡Adelante, guerreros! ¡Iniciemos el combate ahora que nuestro grito de guerra todavía resuena en sus oídos!

¡A la ciudad! (exclamó Orgrim, alzando de nuevo el martillo) ¡Vamos a aplastarla y así acabaremos con la oposición! ¡Adelante, guerreros! ¡Iniciemos el combate ahora que nuestro grito de guerra todavía resuena en sus oídos!

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Tras la llegada de la Horda a los muros de Alterac, estos comenzarían con su asedio. Alineando sus grandes máquinas de demolición, lanzando grandes rocas contra los muros.

Tal parece que Lord Aaron y los suyos habían logrado destruir una parte de sus máquinas de asedio ya que Aliden te confirmaría que habían muchas más de las que estaba viendo ahora.

Sea como fuese, aún la Horda mantenía una potencia de fuego considerable, por lo que ordenarías destruir con las catapultas posicionadas detrás de los muros a sus máquinas de demolición.

Las rocas lograrían caer sobre algunas de sus máquinas, que al impactar, estas se romperían, volando varios fragmentos de madera y metal, e impactando en aquellos que se encontraban a su alrededor

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Las rocas lograrían caer sobre algunas de sus máquinas, que al impactar, estas se romperían, volando varios fragmentos de madera y metal, e impactando en aquellos que se encontraban a su alrededor.

Tras unas horas, Orgrim daría la orden de avanzar y demoler las puertas tras el fracaso de no poder destruirlas con sus catapultas.

¡Ya vienen! (Gritó Kavdan)

Tu bajarías la mirada y observarías a los orcos avanzar, tal como supusiste, los ogros marchaban al frente mientras que detrás de ellos los seguían los trolls y por último los orcos.

Todavía te sorprendía lo numeroso que era ese ejército pese que te habían informado que era solo la mitad.

Sin duda alguna era el ejército más grande al cual te había tocado enfrentar.

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