Capitulo 2 "deseo naciendo"

86 5 0
                                    

Había pasado una semana mi concentración no era la misma, cometía errores y eso jamás me pasaba quizás sea por... eso, evitaba a mis compañeros y ellos ya habían empezado a sospechar, estoy muerto no debí haberlo hecho últimamente no iba solo a las rondas había alguien que me acompañaba no era un cazador sino que un ángel guardián, claro está en su forma humana así nadie sabría quien s en realidad y se me hacía más fácil ocultarlo, les contare que paso para que entiendan la situación y lo estúpido que fui, esa noche no lo mate, no mate al ángel llamado Bill, sus suplicas y esos ojos me impidieron matarlo y a cambio de eso encontré una mascota o más bien dicho una compañía que hablándoles sinceramente me ayudaba a pasar esas noches frías cazando, Bill era curioso, jodidamente curioso como era primera vez que el recorría la tierra, el mundo mortal todo era nuevo para él, me preguntaba por cada pequeña cosa, por cada detalle y por protegerlo para que las criaturas a quien cazaba no lo atacaran, algunas veces me costaba heridas y errores, no podía llevarlo al instituto donde todos los cazadores vivíamos, realmente era una iglesia que en el subsuelo tenia dormitorios, baños, un gimnasio, etc, donde hacíamos una supuesta vida normal y no podía dejarlo solo, así que me mude con él, cada vez que cazaba me daban una paga era simple, si lo sentenciaba recibía paga sino simplemente me moría de hambre, volviendo al tema, ¿cómo podía ocultar a un ángel por más tiempo, de los demás cazadores? Esto me carcomía la mente, algo me estaba pasando Bill me atraía cosa rara ya que jamás se me dieron los hombres, pero seguía igual sus alas las escondía y solo las mostraba para dormir ya se había acostumbrado a la vida de un mortal, como no acostumbrarse después de dos meses, cada vez que Bill se duchaba y lo veía salir del baño con ese delgado cuerpo y blanco casi como la nieve, esas curvas que me calentaban, ese delicado cabello color negro y esos ojos almendrados, mi mente me jugaba bromas pesadas, hubo una noche en la que debo confesar que tuve un sueño húmedo, Bill estaba de espaldas en la cama con lágrimas en sus ojos mirándome, yo estaba encima suyo tocándolo por todas partes, besándole el cuello, lamiéndolo, bajando una de mis manos hasta su linda y exquisita entre pierna, cuando toque ese bulto ya duro Bill comenzó a patalear y a rogarme que parara, raramente no estaban sus alas esas alas negras que todo ángel caído tiene, cambiaban de color en un tiempo si eran perdonados por un cazador, ya se imaginaran lo que paso después, me dedique a sobar y masajear el bulto dolorosamente duro, Bill me había pegado barias veces y sí que dolió, así que le afirme las muñecas con fuerza con mi mano que no estaba ocupada tocando la entre pierna de Bill, mi propio cuerpo se calentó, mi respiración se aceleró y me puse duro, si señoras y señores me puse jodidamente duro, no aguantaba más quería entrar, quería penetrar a Bill, quitarle esa inocencia que mantenía aun y hacerlo mío, reclamarlo de mi propiedad, con algo de dificultad le desabroche los pantalones que le había comprado, eran ajustados a su delgado cuerpo, cuando al fin los desabroche los baje hasta sus tobillos, proseguí a bajarle los bóxer que también le había comprados y hay estaba su miembro a mi vista, tenía la punta rosadita y por más que Bill no se dejara o no le gustaba su cuerpo fisiológicamente me decía otra cosa, empecé a masturbarlo, me lamia los labios saboreando ese exquisito y delicioso plato que tenía abajo mío, no aguantaba más, así que lo voltee dejando su pecho pegado a la cama y su lindo traserito levantado mirándome, haa~ que exótico plato, saque mi pene para introducírselo y al fin disfrutar de ,u interior. Pero, si la mayoría de las cosas tiene un pero y me lamento por ello, antes de hacer cualquier otra cosa un golpe en mi pecho me despertó, dolorosamente debo decir, y no era nada más y nada menos que Bill. Ese día desperté húmedo, había tenido mi primera erección por un hombre y lo que es peor llegue al clímax, me quería matar, si hubiera podido sentenciarme lo habría hecho, ¿Quién puede explicar un maldito sueño así?, aunque eso paso solo una noche aún sigo teniendo sueños donde Bill es mi... mi saciador sexual, así pasamos un mes más o menos, Bill no tenía problemas en hacer las cosas de la casa, además acepto mantenerse en la forma humana el tiempo que este en la tierra, él no tenía problema alguno, el que tenía problemas era yo, parecía animal en celo, quería follarme a Bill de una forma u otra, me estaba volviendo loco pero, la evolución del hombre o trajo solo estupidez si no que algo tan maravilloso llamado autocontrol y masturbarse, así soporte esos largos momentos con Bill, pero como nosotros no movemos los hilos de nuestro destino ninguno sabría qué pasaría después.


MarionetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora