Capitulo 33 "Tom..."

9 0 0
                                    

ஐRelatado por Billஐ

Desperté confuso, no sabía en ese momento en donde me encontraba tampoco sabía si estaba a salvo o no, ni si quiera me acordaba de lo que me había pasado; Me senté con pesadez en algo que parecía una chaqueta debajo de mí, no la había reconocido así que no le di importancia, mire a mi alrededor encontrándome solamente rocas y unas luces bastantes extrañas, mire a mi derecha y vi a una pequeña hadita sentada inocentemente balanceando sus piernas de adelante hacia atrás, me pareció algo tierna, al girarse y ver que había despertado voló posándose en el suelo frente a mí.

–¡BILL!, gracias a dios, pensé que no despertarías– movía sus manos y sé que estaba diciéndome algo pero solo la escuchaba como si estuviera en un abismo profundo muy lejos y con eco –¿Bill?– Dejo de moverse y me miró fijamente –¿Estas bien?

–¿He? ¡Ha sí! Estoy bien, lo siento Max– sonríe pero algo tenue, realmente no tenía ganas de sonreír y menos por lo que estaba comenzando a recordar, ¿Por qué Tom hizo eso? ¿Por qué me trato así? ¿Por qué desconfió de mí?

–Bill tus heridas han sanado rápido, ¿Qué paso?, Tom no me quiso decir y solo se marchó a investigar una salida– se sentó en la rodilla que tenía levantada, para ser pequeña, tenía bastante carácter y confianza

–No creo que sea algo de lo que debas saber, si Tom no quiso decirte yo tampoco lo hare Max, además solo me tomara unas cuantas horas más sanarme y nos podremos ir de aqui– le toque la cabeza con uno de mis dedos mientras observaba mi alrededor –¿Tom aun no vuelve?

–No y creo que ya ha pasado más de una hora– miro por donde se había marchado Tom haciendo que yo también guiara mi vista hacia ese lado llevándome una increíble y aterradora sorpresa.

Era... era una criatura que jamás había visto cargando a Tom que sangraba a montones –¡Tom!– Me levante lo más rápido que pude dejando de lado una puntada increíblemente fuerte en mis manos –¡¿QUIEN ERES?! ¡¿QUE LE HICISTE A TOM?!– la mire desafiante listo para rescatar a Tom de aquellos brazos ¿mi vista estaba bien? Eran, eran cuatro brazos

–No te alarmes ángel, no vengo a dañarte ni a dañar más de lo que está a Tomy, solo lo devuelvo, no lo dejare morir en una cueva cualquiera siendo que gano la apuesta– ¿sonrió?, ¿Por qué haría eso?, claramente tenía en sus brazos a mi Tom, ¿Por qué tendría que soportar que sonriera tan cómodamente?

–¡Dámelo!, no... ¡no lo toques!– me abalance hacia ella pero antes de que llegara a ella, se inclinó dejando a Tom en el suelo, me quede helado al ver lo mal herido que estaba, lleno de cortes, Tom... mi Tom estaba casi muerto, no podía evitar que las lágrimas se agolparan en mis ojos, esas pequeñas gotitas de sal comenzaron a brotar sin yo impedirlas, no podía, no podía detener mi llanto de angustia, ver a Tom así me destrozo, no importa el porque me había tratado así, no importa si me hirió, jamás desee que esto pasara

–Bill, no llores– se acercó a mí, lo único que reaccione a hacer fue abrir mis alas y ponerme frente de ella interponiéndome entre el cuerpo de Tom y aquella criatura

–¡Aléjate!, ¡vete!, ¡sal de mi vista! Te matare si te acercas a Tom– Estaba en una cólera que ya no podía controlar, apretaba mis puños con fuerza, todos mis músculos se tensaron y mi corazón cada vez latía más rápido, no dejaría que le hiciera más daño

–Bill– Escuche mi nombre en un susurro muy leve, me voltee y mire hacia abajo, Tom con su testarudez y no importándole mucho su estado trato de levantarse a lo que solo logro sentarse –Naga no es mala, no nos hará daño–

La sangre le brotaba como si de un grifo de agua corriendo se tratase, su mirada seguía intacta, luchador, valiente, determinado y lo más importante vivo, vivo para poder regañarlo por no preocuparse por su bienestar

MarionetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora