Capitulo 21 "Ángel manchado de sangre"

34 0 0
                                    

ஐRelato a través de Billஐ

Necesito salvarlo, es lo único que tengo, no quiero que muera, no quiero perderlo, volé hacia el bosque lo más rápido que pude, no estaba lejos y tampoco me daría el tiempo para contemplar el paisaje, ni si quiera me preocupe de aterrizar bien o no, no me importa si la gente me veía, aterrice de una manera bastante llamativa creando una nube de polvo que me envolvió, comencé a gritar el nombre de Elena era el único nombre de ninfa que conocía, de hecho solo la conocía a ella a diferencia de Tom, no pasaron ni si quiera 60 segundos cuando Elena se dejó ver, le dije que necesitaba su ayuda, que Tom estaba en peligro y gracias a dios que entendió de inmediato, Elena de inmediato movilizo a sus hermanas, ninfas de toda clase, de agua, del bosque, de la luz al igual que ella, todas las que en ese lugar estaban me siguieron para guiarlas con Tom, yo volaba con Elena a mi lado, ella no necesitaba alas su propio poder la dejaba ser libre como la luz siempre y cuando no sucumba ante la oscuridad, me impresiono lo veloces que eran las ninfas, nos faltaba poco para llegar.

Pero al llegar todo se derrumbó vi a Tom quien estaba siendo ahorcado por el ángel oscuro caer al suelo como si su vida fuera interrumpida provocándole la muerte, la tristeza, desesperación, impotencia he incluso la ira todo se hizo presente, no... no podía reaccionar mis ojos solo tenían un punto y era el cuerpo inmóvil de Tom en el suelo.

-Ángel, ¡Ángel!-

Reaccione al llamado de Elena -¿Si?-

-iremos por el cuerpo del cazador, tienes que distraer al ángel oscuro- Elena me hablaba casi gritándome, realmente lo único en lo que mi mente estaba ocupada era en Tom, estaba muerto, me dejo solo, me prometió que no moriría y aun así está en el suelo muerto, me-me prometió, lo hizo ¿Por qué?, ¿Por qué me dejaste? ¡Tom! ¡TOM!.

Apreté mi mandíbula y mis puños con fuerza, estaba furioso, mato a Tom, ese ángel oscuro mato a MI Tom, el corazón se me acelero, seguramente mi cuerpo le pedía más sangre a bombear, las lágrimas se me agolparon en los ojos, quería llorar pero la rabia no me dejaba, tengo que matarlo... tengo que matarlo... tengo que matarlo... ¡Tengo que matarlo!...
Extendí mis alas y volé hacia el ángel oscuro con una velocidad que jamás pensé que podría alcanzar, en el camino tome uno de los cuchillos de Tom que por la pelea estaba en el suelo solitario y polvozo, lo empuñe con fuerza con mi mano seguramente provocando que mis dedos se tronaran blancos, aprovechando la velocidad que había alcanzado empuje al ángel oscuro lejos del cuerpo de Tom, el ángel cayó al suelo de espaldas, mi ira y rabia aumentaba cada vez más, no razonaba, no pensaba, me dirigí de nuevo al ángel, quien se incorporaba del golpe e impulsándome con mis alas salte sobre el quedando detrás lo empuje para que cayera al suelo de frente quedando el recostado en ese frió suelo de cemento, camine un poco pocisionándome encima de él, puse mis piernas a los costados de su cuerpo y lleve mi pie a su espalda evitando que se levantara, movía sus alas tratando de impulsarse para sacarme de encima pero cuando junto sus alas para golpearlas contra el suelo las tome, con todas mis fuerzas las tire hacia arriba.

-¡HAAAAAAAA! ¡PARA! ¡DETENTE!- El ángel oscuro comenzó a gritar de una forma que solamente el dolor provocaba, pero gritara lo que gritara no me detendría y al fin cumplí con mi cometido, se las arranque de su espalda tirándolas hacia atrás.

La sangre de un color más oscuro que el de los humanos comenzó a brotar de cada herida, el ángel oscuro, ¿qué escena no? Yo supuestamente el bueno dándole dolor al malo que irónico, atraje el cuchillo que se me había soltado de la mano cuando lo empuje hacia mí, mis piernas se habían manchado con la sangre de él, lo voltee para que me mirara, para que observara el sufrimiento que me provoco, para que al menos sintiera algo de lo que me había hecho, lo tome del cuello de su ropa y lo atraje hacia mi yo inclinándome hacia él.

-¿Por qué lo hiciste?, ¿Quién te mando? ¿Quién te dio la orden? ¡CONTESTA!-

-Tu... nunca sabrás... quien me ordeno...- le costaba respirar, por muy fuertes que sean el dolor en toda criatura se ha mantenido, no hay criatura que no sienta dolor y esta asquerosa imitación de ángel no era la excepción.

-Entonces te haré algo mucho peor de lo que le hiciste a Tom- mis palabras contenían tanta ira que el ángel oscuro se estremeció de temor, aleje el cuchillo del cuerpo del ángel oscuro y se lo enterré lo más profundo que pude y así lo hice una y otra vez, mis manos comenzaron a mancharse de sangre, no había lugar en ella que no tuvieran la sangre ajena, se lo enterré al menos 20 veces antes de darme cuenta que ya había muerto y aunque había extinguido su vida no fue el suficiente consuelo, levante nuevamente el cuchillo pero esta vez mi cuerpo cayo quedando yo sentado sin fuerzas en el estómago del ya muerto ángel oscuro y lo seguí apuñalando una y otra vez, ya no tenía a Tom, estaba solo, ¿qué debo hacer ahora?, cuando un pensamiento fugas de enterrarme yo el cuchillo en el pecho paso por mi mente, una suave mano cálida se posó en mi hombro provocando que dejara de enterrar el cuchillo, para ver quién era, me voltee guardando mis alas y era la ninfa Elena.

-El cazador aún vive- no lo podía creer, ¿había escuchado bien? Me levante quedando frente a Elena.

-¿Es... está vivo?- mire el cuerpo de Tom unos metros lejos de nosotros -¿De verdad aún vive?

-Así es, aún vive, pero está muy mal herido, si no curamos sus heridas podría morir-

-¡Cla... claro! Hay que llevarlo al hotel- sin pensarlo más me acerque corriendo al cuerpo de Tom, era verdad aún vivía pero su respiración era extraña como si se fuera a extinguir en cualquier momento, de alguna forma tenía que llevarlo al hotel sin herirlo más de lo que estaba.

-Nosotras te ayudaremos a llevarlo- me dijo una ninfa del bosque, extendió sus brazos y del suelo salieron ramas, creo algo así como una cama con ellas, y con otras ramas tomo a Tom y lo acostó en la cama improvisada –tendrás que llevarlo con tu poder-

-Está bien- así lo hice con mi poder de telequinesia moví la cama hecha de ramas, cuando llegamos al hotel, una ninfa de las flores esparció un somnífero para que todos los que estuvieran adentro se durmieran y no vieran nada, llegamos a la habitación y con cuidado deje a Tom en la verdadera cama.

-Estaremos rondando, así podremos protegerlos mejor-

-Gracias- Las ninfas en la habitación se fueron dejándome a mí y a Tom solos.

antes de cualquier cosa cure cada una de sus heridas, la mayoría eran en los brazos y en las piernas, cortes o razmillones poco profundos, pero la más grande era en el cuello, al ángel oscuro no le basto con estrangularlo sino que también le corto el cuello pero era algo superficial, agradecía por que no le toco ninguna arteria o vena importante, cuando termine de curarlo, cosa que ahora podía hacer, Alex me había enseñado, vende cada una de sus heridas, y con cuidado vende la del cuello, después le saque la ropa dejándolo en ropa interior, por primera vez veía la magnitud de todas sus cicatrices que Tom poseía, eran muchas inclusive una le recorría todo el pecho, desde su hombro derecho pasando por encima de su ombligo llegando hasta llegando un poco más arriba de la cadera, Tom dormía profundamente, ahora solo tenía que esperar a que despertara.

MarionetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora