Capitulo 18 "Reencuentro"

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 Después de dejar a Jack con su GPS activado seguí mi camino, estaba consiente que la mancha de sangre en mi pantalón más el torniquete en mi pierna llamaban la atención pero no me detendría por nada, sabía que activar el GPS de los cazadores que he matado era como ir dejándoles migajas de pan en la dirección en la que voy, pero, no dejaría que mis antiguos compañeros no tengan al menos un funeral digno, mi caminar era tambaleante y cojeaba por el dolor, aunque la sangre había coagulado no he cerrado la herida así que en cualquier momento comenzaría a sangrar de nuevo, con la pierna así de herida me estaba tomando más tiempo del que planee en llegar con Bill, necesitaba algo rápido, un auto o una moto, después de un rato caminando me tuve que sentar la pierna ya no me respondía y el cansancio era inevitable, estaba viendo hacia el horizonte cuando un tío con una moto clásica más específicamente una "Honda Custom CB 900 C" se estaciona en frente mío, el tío se baja y le sigo con la mirada para ver a donde va, entra a una cafetería, la que está detrás de mí, me volteo a observar la moto, era perfecta, justo lo que necesitaba, pero necesitaba las llaves, no quería arruinar esa moto tratando de echarla a andar, idee un plan, algo estúpido pero tenía las esperanzas de que funcionara, esperaría a que saliera para ejecutarlo.

Transcurrieron como hora y media hasta que el tío saliera, la noche había llegado y la oscuridad estaba de mi lado, el sigilo siempre fue uno de mis puntos más fuertes, aunque con la pierna en el estado que estaba no estaba seguro si el sigilo me resultaría, lo que haría sería quitarle las llaves, ¿Cómo?, bueno aun lo pensaba, al lado de la cafetería había un callejón, pensé en llevarlo ahí y noquearlo, pero si eso no resultaba le dispararía en un brazo o la pierna, sin herirlo de muerte pero si dejarlo incapacitado, me acerque a él y le hable.

-Disculpa, tengo mi moto en el callejón la revise pero no quiere andar, ya que tienes una podrías ayudarme a ver que tiene- Trate de ser lo más amable y confiable que pude, me había cubierto la pierna con la chaqueta amarrada a mi cadera, espero que no se diera cuenta.

-¿Por qué la tienes en el callejón?- mierda, mierda, mierda, mierda, si seré retrasado, no pensé en esa pregunta.

-Como no quería andar pensé que me la robarían, tuve que ir a una parte así que la deje ahí-

-Buena decisión yo hubiera hecho lo mismo- El tío me miro con desconfianza pero al final acepto, al parecer pensó que no era tan malo, si supiera todo lo que hecho, camino al callejón yo detrás de él. -¿Dónde está?-

-Un poco más allá- se volteó a verme y yo apunte hacia el frente, siguió caminando y aprovechando que estaba distraído buscando mi supuesta moto saque mi arma y le golpee la cabeza con el mango de ella, cayó al instante al suelo, al parecer ya estaba inconsciente, lo lleve hasta la pared dejándolo sentado apoyado en ella, busque sus llaves y al encontrarlas las guarde en mi bolsillo, solo tomaría prestada la moto no me la quedaría para siempre, así que le escribí una nota dejándole una dirección en ella diciéndole que en ese lugar encontraría su preciada moto en una pieza, se la deje en el bolsillo y me dirigí a la moto, puse el bolso en mi espalda y me subí en ella, al ingresar la llave por la ranura y encenderla, una sensación me recorrió el cuerpo, esa moto era perfecta, estaba bien cuidada, tan majestuosa como cualquiera de sus hermanas, retrocedí quedando en la calle y acelere con el freno puesto, quería familiarizarme con esa moto, hace mucho no me subía en una, claro está una vez que aprendes a manejarla no se olvida es como andar en una bicicleta, el tanque lo tenía casi lleno, todas las luces funcionaban y sin más saque el freno y avance a gran velocidad hacia la carretera, en esta preciosura me demoraría cinco o seis horas en llegar donde Bill, tendría que conducir toda la noche eso sí, y así fue, había parado unas cuantas veces para ver si estaba bien en la dirección, el día ya se estaba presentando, los primeros rayos del sol iluminaban mi camino, me quedaba como medio kilómetro para llegar donde Bill, estaba ansioso, habíamos estado separados un mes aunque no lo crean, el tiempo se pasa volando, quería verle, quería abrazarlo, decirle que no me iré nunca más, que podía acompañarme a donde fuera, pero no solo esos pensamientos, también tenía los pensamientos pervertidos, los de lujuria, quería intentar seducir a Bill para que fuera mío, corromper su pureza con mi podrido cuerpo, quería hacerlo mío una y otra vez, ya me estoy imaginando cada escena, Bill debajo de mi mientras yo lo embisto una y otra y otra vez, hasta llegar al orgasmo, quería escuchar mi nombre entre los gemidos de placer que Bill suelta mientras lo toco, lo beso, inspecciono cada parte de su delicado cuerpo, lo quería ya lo deseaba y mi cuerpo en esos momentos lo estaba sintiendo.

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