Capitulo 3 "Un eterno silencio"

58 4 0
                                    

Habían pasado seis meses, es increíble como Bill pasaba desapercibido ya era un mortal más hasta se había conseguido un trabajo, sonreía más seguido, incluso aprendió a cocinar aunque al principio quemo cada cosa que hizo era una masacre para los alimentos, ya no había problemas con él se comportaba como un humano común y aburrido, con quien había problemas era conmigo, los cazadores al parecer se dieron cuenta de la pequeña cosa que mantengo oculta, me habían llamado a una junta una reunión algo así como un juicio, era para lo único que nos reuníamos y esas juntas jamás eran para algo bueno, la última vez que nos reunimos a uno de nosotros no le fue nada de bien, y créanme cuando les digo NADA de bien. Esa noche le dije a Bill que se quedara en casa que iría solo, no lo llevaría a la boca de los leones, me pasaría de retrasado, camine al instituto armado hasta los dientes, de noche todos los gatos son negros y era más de media noche así que poca gente andaba por ahí, llegue a ese instituto (en realidad es una iglesia pero le digo instituto para que no suene tan traumante), entre a esa gran mansión subterránea los cazadores estaban hay sentados en una mesa alargada mirando hacia la puerta por donde entre dos cazadores en un lado y dos en el otro, justo al medio el sabio jefe, comenzó mi juicio, no sabía a lo que atenerme pero hagan lo que hagan no les diría donde estaba Bill, una vez que comenzó fui acusado de inmediato de esconder y ayudar a una criatura que debió ser sentenciada, claro lo negué todo no era como si anduviera por la vida diciendo "!hey! ¡Gilipollas, Tengo a un maldito ángel en mi casa!".
Al ver que yo no confesaría por las buenas me pusieron en custodia amarrado en una silla de pies y manos con unas runas a mi alrededor ellas impedirían cualquier intento de escaparme, son algo así como un campo de fuerza pero mágico, era obvio que intentarían sacarme la verdad como sea, somos expertos en tortura e interrogación, uno de mis ya ex compañeros de caza comenzó a golpearme, un puñetazo directo a mi cara, provoco que un hilo de sangre brotara de mi labio al parecer me lo había roto, al parecer el hijo de puta estaba disfrutando el pegarme, sus manos se manchaban de mi sangre, otro cazador me pateo el estómago provocando que tosiera de inmediato con algo de sangre, así siguieron por tres horas, tres largas y tortuosas horas, ningún ser humano podría soportar eso pero para mí mala suerte de pequeños nos entrenaban para resistir lo que fuera, en ese entrenamiento varios morían solo los más fuertes física y mentalmente sobrevivían, al parecer me fracturaron el fémur izquierdo no sentía mi pierna y tres costillas derechas eso hacia mas difícil el respirar, lo único que querían saber era la localización del ángel caído de Bill y yo el muy retrasado me seguía resistiendo, ¿porque?... no lo sé, era sencillo solo tendría que decir la ubicación de Bill y todo se acabaría, todo esto terminaría.
A ratos perdía la conciencia, la pérdida de sangre me estaba afectando, creo que ya era de día veía borroso y llevaban avanzado en el interrogatorio ya mucho, pero sabía lo que venía, sabía perfectamente que tenía que soportar ahora y ese era el calor, no perdieron mucho tiempo en llegar a esa parte, uno de los cazadores tomo un fierro y lo moldeo a una letra, era una T supongo que significaba traidor realmente poco y nada podía pensar en ese momento, puso el fierro en las brasas y espero que enrojeciera como el infierno y sin titubeos me marco esa letra en el cuello al costado derecho el dolor era indescriptible, ni si quiera un grito me salió, ya no podía mis fuerzas me habían abandonado hace ya una hora, pensé que terminaría con eso pero tomo otro fierro y la moldeo a una H espero a que se volviera de un rojo intenso al igual que el anterior, un rojo infierno y me marco con ella debajo de la T quedando TH marcados en mi cuello, hay perdí la conciencia y no recuerdo nada mas...

Los capítulos se irán alargando cada vez más y más y más y más y más XD

MarionetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora