🐺 El Lobo Solitario y La Niña de Casa 👩

TEMPORADA 2 CAPITULO 2: La playa... y Un Bonito Encuentro. 🐺

Javier y Larry se retiraron del almacén al escuchar sonidos de carros llegando y armas cargándose.

Corrieron por los callejones, buscando refugio en la oscuridad.

Hasta que lograron ver la luz.

Javier, pensativo, recordaba a Rossi.

Sastisfecho por la venganza que había tenido, pensó que todo había terminado...

Pero no era así.

Después de varios días, la señal volvió a la normalidad.

Javier se dirigio hacia el centro de su ciudad, y adquirio un celular, ya que los cobradores le habian arrebatado su telefono, golpeado y casi matado.

Javier, ansioso, marcó el número de Rossi.

El tono de llamada sonó varias veces antes de que ella contestara.

(Segundos después... Con los nervios de punta...)

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Después de varios de segundos de espera, la llamada es atendida..

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- ¡Javier! - exclamó Rossi, con alegría y alivio en su voz. - ¡Por fin!..

Estaba tan preocupada por ti.

- Rossi, - respondió Javier, con una mezcla de emoción y nerviosismo. - Yo también te extrañé mucho. No sabes cuánto.

- ¿Qué te pasó? - preguntó Rossi, notando algo extraño en la voz de Javier. - Te noto diferente. ¿Estás bien?

Javier dudó por un momento, sin saber cómo responder. No quería contarle todo lo sucedido, no quería preocuparla más.

- Estoy bien, Rossi, - dijo finalmente, tratando de sonar convincente. - Solo han sido días difíciles. Pero ahora que puedo hablar contigo, me siento mejor.

- Javier, sabes que puedes contarme cualquier cosa, ¿verdad? - insistió Rossi, con preocupación. - No tienes que ocultarme nada.

- Lo sé, Rossi, - respondió Javier, evadiendo la pregunta. - Pero ahora solo quiero escuchar tu voz. Cuéntame cómo has estado.

Rossi suspiró, sintiendo que Javier le ocultaba algo, pero decidió no presionarlo más.

- He estado bien, - dijo, tratando de sonar alegre. - Aunque te he extrañado mucho. No sabes cuánto deseaba que la señal volviera para poder hablar contigo.

- Yo también te extrañé, Rossi, - dijo Javier, con sinceridad. - Cada día pensaba en ti, en nosotros. Y ahora que podemos hablar, quiero proponerte algo.

- ¿Qué cosa? - preguntó Rossi, con curiosidad.

- Quiero que nos encontremos, - dijo Javier, con determinación. - Un encuentro real, fuera de lo virtual. Quiero verte, abrazarte, sentirte cerca.

Rossi se quedó en silencio por un momento, sorprendida por la propuesta. Pero luego, una sonrisa se dibujó en su rostro.

- Me encantaría, Javier, - respondió, con emoción. - Siempre he soñado con ese momento. ¿Cuándo y dónde nos encontraremos?

- ¿Qué te parece este fin de semana? - sugirió Javier. - En la playa, junto al mar. Es un lugar tranquilo y hermoso. Perfecto para nuestro primer encuentro.