Capitulo 21: Sumido En Un Largo Sueño.. 🐺🥀

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Los cobradores siguieron golpeando a Javier, hasta que lo dejaron inconsciente. Le robaron el dinero, el móvil, y la moto. Le dejaron tirado en el suelo, sangrando y malherido. Se fueron, riéndose y burlándose. Se fueron, sin remordimientos ni compasión.

Javier quedó solo, en el taller. Nadie lo vio, ni lo ayudó. Nadie se preocupó, ni se interesó. Nadie lo quiso, ni lo lloró.

Excepto Rossi.

Rossi estaba en su casa, esperando que Javier se conectara.

Estaba impaciente y nerviosa, por verlo y hablar con él. Estaba emocionada y curiosa, por conocerlo y tocarlo. Estaba ansiosa y expectante, por sentirlo y amarlo.

Rossi miró su móvil, y vio que Javier no le había escrito, ni le había llamado. Se extrañó, y se preocupó.

Se preguntó qué le pasaría, y si estaría bien. Se preguntó si le habría pasado algo, y si necesitaría ayuda. Se preguntó si le habría mentido, y si le habría engañado.

Rossi le escribió a Javier, con cariño, y le dijo que lo echaba de menos. Le dijo que lo quería, y que no lo iba a dejar. Le dijo que lo esperaba, y que no lo olvidaba. Le dijo que lo necesitaba, y que no lo cambiaba.

Rossi no recibió respuesta de Javier, y se angustió. Pensó que Javier no leía sus mensajes, ni le contestaba. Pensó que Javier no la quería, ni la valoraba. Pensó que Javier no la esperaba, ni la recordaba. Pensó que Javier no la necesitaba, ni la elegía.

Rossi le llamó a Javier, con desesperación.

Rossi no escuchó la voz de Javier, y se desesperó.

Escuchó un tono de llamada, y un mensaje de voz. Escuchó que el número al que llamaba no estaba disponible, y que dejara un recado. Escuchó que Javier no podía atender su llamada, y que le devolvería la llamada.

Rossi colgó el teléfono, y lloró. Lloró de tristeza, de miedo, de rabia. Lloró de impotencia, de duda, de culpa. Lloró de amor, de amor, de amor.

(Mientras tanto lo que pasaba en la vida de Javier)..

Javier estaba inconsciente, en la ambulancia. Había sido encontrado tirado en el suelo, sangrando y malherido. Había sido víctima de una agresión, y de una amenaza. Había sido golpeado, robado, y humillado.

El doctor era el que lo había atendido, y el que lo había salvado. Había recibido una llamada de emergencia, y había acudido al lugar. Había visto el estado de Javier, y había sentido compasión. Había curado sus heridas, estabilizado sus signos, y trasladado al hospital.

El doctor le habló a Javier, con voz suave, y con esperanza:

- Javier, Javier, ¿me oyes? Soy el doctor que te ha atendido. Estás en la ambulancia, y vamos al hospital. No te preocupes, vas a estar bien. Solo tienes que aguantar, y no rendirte.

Javier no le oyó al doctor, ni le respondió.

Javier llegó al hospital, y fue ingresado. Fue llevado a una habitación, y fue conectado a una máquina. Fue examinado por el doctor, y fue diagnosticado. Tenía varias fracturas, contusiones, y heridas. Tenía una conmoción cerebral, y una hemorragia interna. Tenía un pronóstico grave, y una operación urgente.

El doctor le habló a Javier, con voz seria, y con sinceridad:

- Javier, Javier, ¿me oyes?. Estás en el hospital, y vas a ser operado. Tienes varias lesiones, y una complicación. Tienes que ser fuerte, y no perder la fe.

Javier no le oyó al doctor, ni le respondió. Estaba sumido en un sueño, y en un recuerdo.

Estaba sumido en el juego, y en Rossi. Estaba sumido en su amor, y en su miedo.

Al siguiente día...

Javier despertó, en el hospital. Abrió los ojos, y vio una luz blanca. Sintió un dolor, y un mareo. Oyó un pitido, y una voz.

- Javier, Javier, ¿me oyes? - dijo la voz, con preocupación.

🐺 El Lobo Solitario y La Niña de Casa 👩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora