En un gobierno injusto para con los omegas, Han Jisung es un omega soltero que terminará embarazado, luego de una noche de pasión con un alfa desconocido.
Devastado ante el resultado, decide contarle todo a su amigo y jefe, Lee Minho.
Y es que al se...
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Lee Minho sabía que algo estaba mal, lo sintió en el momento en que estaba manejando. Quizás había sido peligroso acelerar y pasar autos de una forma insegura, pero Jisung lo necesitaba.
Acababa de estacionarse cuando escuchó el gemidito de ayuda de Jisung que envió una ola nerviosa a través del lazo, y que hizo a su alfa alterarse.
Corrió en búsqueda de su omega, muchas personas lo miraron extrañado pero no le importaba. En el momento en que sintió aquellas feromonas tan conocidas por él se detuvo para abrir la puerta de ese salón y entrar. Jisung lucía pálido y protegía su vientre lo que hizo que no pensara bien antes de actuar.
Ahora Jisung sostenía su brazo diciéndole que debían irse, mientras él solamente seguía tenso ante la presencia de ese alfa que seguía mirando a Han y dejaba escapar feromonas para doblegar al omega que se apoyó en el Lee mayor para cubrir su nariz.
-¡¿Quién demonios eres y por qué sueltas tus feromonas de esa forma, no ves que mi omega está en gestación?!
-Su omega-murmuró el alfa sonriendo levemente antes de acercarse. Minho le gruñó claramente harto de ese comportamiento pesado que tenía ese sujeto y que intimidaba a Jisung.
-Taerae, saca a Jisung de aquí, y dile al chófer que los lleve a casa.
-Sí, Hyung-el alfita tomó la mano del omega que sujetó el brazo de Minho.
-¿Qué haces? Vámonos rápido, por favor.
-Ve a casa bonito, llegaré después-dejó un beso en la frente del omega y le sonrió. Jisung no dijo más nada y simplemente asintió para salir del salón con el cachorro.
Minho borró su sonrisa cuando Jisung salió y simplemente se sentó en una de las sillas disponibles. Invitó al otro alfa a sentarse para luego mirarse fijamente.
El alfa Lee era bueno, alegre, dramático y muy tranquilo, pero no cuando se trataba de su familia. Y Jisung era quien le estaba brindando una nueva familia.
-Ha dicho que ese omega es su pareja, ¿cierto?-inquirió Junseon cruzando sus brazos a la altura de su pecho.
-Sí, es mi omega, ahora responderá la siguiente pregunta, ¿por qué trataste de hacer que se doblegará en sumisión?
-Ese omega que dices es tu pareja, hace unos meses fue mío-la mandíbula de Minho se tensó ante esas palabras. ¿Podría ser?
-¿Hace cuánto?
-Más de siete meses. Mucho tiempo pero sigo recordando ese lascivo cuerpo-exclamó sonriendo haciendo que Lee se enojará más, pero no lo demostraría-. Diría hasta que ese cachorro que tiene en su vientre es mío. Y si es así, entonces deberé tomar cartas en el asunto.
-Vaya, pareces un alfa temerario, pero te diré algo, ese cachorro no es tuyo, y si lo fuera tampoco lo sería. Si madre, osea Jisung, está comprometido conmigo, creamos un lazo, y apenas ese bebé nazca será mi hijo, así que... Ni siquiera sé cómo te llamas porque no me importa; pero como te decía, tú y Jisung no tienen nada por lo que relacionarse.
