cap 21

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La playa estaba en silencio, con un oscuridad perfecta, sin ser molestada, la figura de los enamorados abrazándose con amor y cariño, se querían de verdad y aún sabiendo que no les quedaba mucho decidieron vivir al máximo, era su última oportunidad para ser felices antes de que los separaran

Antonio: Y ahora... ¿Que hacemos?

Arthur: Descansar... Soñar y ser felices todos el tiempo que podamos

Arthur besó a Antonio, un beso que a diferencia de los anteriores empezó con cariño y siguió con pasión, cada vez más y más, podrían haber llegado a más pero no era ni necesario, no lo necesitaban pero sí lo deseaban

Arthur: Hacemos un trato ¿Vale?- El español asintió- Nada de sexo, eso es pasión, no tiene por qué ser amor

Antonio: Vale...

Volvieron al beso, el cuál seguía manteniendo aquella pasión, pero sin perder el cariño con el que había empezado. En un giro, el británico tiró al castellano a la arena, haciendo el tonto entre risas, acabando ambos tumbados en la arena, uno al lado del otro

Arthur: ¿Recuerdas cuando me hiciste saltar del acantilado?

Antonio: Sí, no se porque tenías miedo, puedes volar

Arthur: Bueno, siendo sincero, tenía miedo ya que desde que empezó nuestra amistad me sentí diferente, no sentía que era un pájaro de ciudad con edad adolescente, sentí que era un polluelo que apenas sabía volar. Sentía que era una criatura nueva y que tenía que empezar de nuevo si quería cambiar

Antonio: Eso es... Realmente bonito... ¡Por Dios! ¿¡Por qué eres así!?- Dijo con tono exagerado, dejando una risa en los labios del inglés- ¡Joder! ¡Deja de ser tan jodidamente adorable!

El español se subió al regazo del inglés, el cuál apoyó sus manos en la arena para levantar un tanto la espalda.

Antonio: No sabes cuánto te quiero, de veras

El español inició un nuevo beso lleno de cariño, poco a poco se intensificó dejando una clara invitación a algo más

Arthur cortó el beso separando un poco al español

Arthur: ¿Que habíamos dicho?

Antonio: ¿Que mi tortura está permitida?- Habló irónico mientras el inglés reía levemente

Arthur: Nada sexo, ¿No lo irás a romper tan rápido?

Antonio: Al que tendrías que romper es a mí- Murmuró

Arthur: ¿Qué?

Antonio: Nada... Que te quiero mucho

Arthur: Eres de lo que no hay, cariño

Le abrazó y se tumbó, obligando al pelirrojo a tumbarse con él, dejándolo apoyado en su pecho

Se quedaron hay, tranquilos, con el sonido del mar de fondo y los grillos cantando. De la nada aparecieron luciérnagas, no solían estar en la playa pero aparecieron, como el día que se conocieron, no era una coincidencia, no lo creían, para ellos era una señal de que debían estar juntos y de que conseguirían estarlo, pasase lo que pasase

.....

Empezó a amanecer, al parecer se habían quedado dormidos en la playa y Vanesa había aparecido para despertarlos. Si no llegaban pronto a casa estarían en problemas, bueno, en más problemas de los que ya estaban, pues su madre se enfadaría más

Se despidieron rápido y ambos anglosajones se fueron volando hacia la casa. Una vez llegaron entraron por la ventana para no ser vistos

Arthur se asomó por la ventana de la habitación de su hermana, la cuál daba a el jardín delantero. En la carretera había un coche negro, era el coche del alcalde, mierda, si el alcalde estaba allí era porque ya no había vuelta atrás. Escuchó hablar a su madre en el piso de abajo

M. Arthur: Él estará arriba, pueden ir a por él si gustan

Arthur: No...

No pasó ni un minuto cuando el alcalde apreció junto a dos guardaespaldas, agarraron a él inglés y se lo llevaron

¿Que tan grande era amar a un toro? Al parecer más de lo que él creía. Resultaba que los toros habían creado muchos conflictos en el pasado, por desgracia creían que realmente eran así

.....

Le metieron en una sala de interrogatorios, junto a el jefe de policía y el mismo alcalde, él mantuvo la cabeza en alto todo lo que pudo

Intentaron lavarle el cerebro, diciendo todo lo que supuestamente los toros podían causar, diciendo cada cosa mala de ellos, criticando cada parte de ellos y hablando con odio sobre ellos. Arthur no cedió en ningún instante, solo refunfuñaba y negaba cada vez que le preguntaban si entendía las consecuencias. Al final el policía perdió la paciencia, se levantó dando un golpe y agarró con fuerza al inglés por la mandíbula, echándolo para atrás con la silla y haciendo que agitara sus alas como reflejo para no caerse

Policía: ¡Mira niñato! ¡Ya basta de gilipolleces! ¡Tienes dos opciones! ¡O tú y tu amiguito mueren juntos o se dedican a vivir separados! ¡Sí no haces caso nos encargaremos de buscarlo e incendiar su maldita aldea! ¡Cueste lo que cueste! ¿¡Entendido!?

Arthur se quedó callado, con una mirada retadora y seria para el policía, el cual lo soltó, tirándolo al suelo. El policía y el alcalde salieron de la sala, dejando al inglés encerrado por unas horas más hasta que le dejaron salir, no sin antes amenazarle

.....

No fué ni a casa, fué directamente con Antonio, quién estaba tranquilo en la casita del árbol

Arthur: Antonio...

Antonio: ¿Arthur? ¿Que ocurre? Te veo mal, bastante peor de lo que me imaginaba

Arthur: Me han llevado a comisaría, me han interrogado, me hal intentado lavar el cerebro, me han chantajeado y me han amenazado, yo claramente no he cedido, pero tarde o temprano nos pillarán y no creo que salgamos bien parados y-

Antonio: Tenemos que entregarnos...

Arthur: ... ¿Q-que? Pero, podemos intentar....

Antonio: Arthur, no es buena idea solo... Entreguemos nos, así todo estará bien...

Arthur: ... Vale, pero por favor, ten cuidado, si te hacen algo no cedas

Antonio: Claro

Se levantaron, Arthur agarró a Antonio y volaron a la ciudad, llegando a donde el alcalde, el cual estaba serio

Alcalde: Has tomado una buena decisión chaval, pero no hay excepciones- Chasqueó los dedos y dos hombres agarraron a Antonio y otros dos a Arthur- ¡Matar al toro! Y que el chico no intervenga

Sacaron a Arthur de la sala y cerraron las puertas, él solo escuchó a su amado gritar, un disparo y silencio. Él también había gritado, pero ahora estaba congelado, no duró mucho, pues se echó a llorar y volvió a gritar de dolor, los guardias lo soltaron pero el solo pudo caer al suelo

Luego fué a casa, con los ojos rojos y el corazón hecho añicos

M. Arthur: Y recuerda, mientras yo esté viva no volverás a pisar aquel bosque


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Fin
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¿O tal vez no?

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Bueno

Y recuerden, ninguna cosa es ciencia cierta hasta que se ve con los ojos, puesto que asta la vida y la muerte pueden ser burladas

Un beso desde el norte de España ❤️
Kiss kiss 💙

Dénle a la estrellita ⭐ y comenten aqui y en mis otras historias de estos dos

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¿Puedo amarlo?/ UKSPA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora