Estaba todo tan oscuro, tanto, que me privaba de poder ver desde mi cuarto, hasta el pasillo, donde estaba mi perro Sam, que gritaba y soñaba tan expresivamente que podías creer que fue poseido por algo, o alguién. No me asusté en lo más mínimo así que dí media vuelta y dirigí la mirada hacia mi novio Jack, que perdidamente en un profundo sueño deliraba tales palabras, las cuales apreciaba con sencillez y delicadeza. Era extremadamente maravilloso poder tenerlo cerca mío y contemplar sus rasgos, su contorno, sentir su temperatura templada a mi piel. Y cuando menos lo esperaba, despertó, abriendo los ojos lentamente, presionandome con sus manos en mi cintura hacia su cuerpo, repitiendome una y mil veces más, un "te amo" infinito que hacía que me enamore perdidamente de él. Pasaron los minútos y nos dispusimos a descansar, pero un ruido inquietante que provenía del comedor hizo que nos asustaramos automáticamente al presenciar la voz de alguién, ya que mis padres no estaban en casa y no tengo hermanos Nos dirigimos directamente hacia allí, asustados y aterrados del no saber lo que iba a pasar, pero una voz extraña me distrajo de mis pensamientos haciendo que apretara levemente la mano de Jack, asustándolo a él también. Visualizamos lentamente el comedor, y nada, observabamos detenidamente, pero nada, seguíamos sin poder saber qué generaba ese ruido. Caminabamos en circulos, revisando todo el lugar en busca de algún rastro, pero nada nos acercaba hacia la respuesta de este mismo. Hasta que en un rincón, por debajo de la mesada sorprendidamente se podían distinguir los ojos diabólicos de alguién que en posición de indio, lloraba desconsoladamente pidiendo ayuda, con el cabello sobre el rostro y la piel lastimada como si hubiese sido víctima de un ataque, o un intento de asesinato. Vestía un camisón blanco, largo, que generaba más miedo en la situación, pero había algo que nos llamaba la atención, en su espalda llevaba unas alas negras, como si fuese un demonio o algo maligno. Éstas, estaban caídas, insinuando un mal estar o depresión. Lentamente, nos dirigimos hacia ésta niña, preguntando si podíamos ayudarla en algo, pero ella sólo supo responder con un "no", tan negativo que nos preocupó, aunque no sepamos nada de ella ni de cómo llegó a aquí. Pensabamos y reazonabamos, nos intrigaba saber por qué razón ella estaba ahí. Despues de un rato de intimidantes miradas entre la niña y nosotros, se acercó levemente, dando un paso hacia adelante con su pierna izquierda, dejando que se descubriera mitad de su rostro, dándonos a entender que su dolor era mas fuerte que cualquier cosa. Mitad de su cara no tenía existencias de piel, es decir, sólo había rastros de carne pura, donde se podían distinguir quemaduras de tercer grado, que generaba una vacilación existencia entre nosotros.-Y bueno, ahí fue cuando decidiste mordernos y asesinarnos Sara, espero que hayas disfrutado de mi lectura.- dijo Clari, muy contenta.-Si, ¡gracias Clari! Y perdón por haberlos asesinado, era mi deber como ángel negro.- reprochó Sara con un tono un poco sarcástico.-Está bien niña, no pasa nada, pero aún sigo con una duda, ¿Sam está vivo?.- Preguntó.-Si, él está vivo junto con tus padres.- Contestó-Me alegra que ellos sigan con vida, y que te haya gustado la historia de, cómo te conocí y cómo llegó mi fin y el de Jack-Dijo Clari un poco triste.
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Ángel Negro
Fantastik¿Que pasaría si estás solo en tu casa y descubres que ésta está maldita? Observalo acá.