Elizabeth
Mierda,Mierda, Mierdaaa
Parpadeo para despejar la vista, limpio las lágrimas y releo el mensaje: "Elizabeth, lo siento. Sé que no es la manera de terminar nuestra relación de tres años y el compromiso. Sé que faltaba un mes para la boda, tal vez soy un cobarde, pero no te amo. Espero que lo entiendas".
—Te dejó—Dania me arrebata el celular. Levanto la vista, luchando contra un torrente de lágrimas.
—No..., él no se atrevería a hacer esto—Mi voz se quiebra—. Esperó a que todo estuviera listo, ¿para qué?
—Lee bien ese maldito mensaje, Lizzie—Se levanta de la cama—. NO TE AMA, Y NUNCA LO HIZO.
Su afirmación destroza mi corazón en mil pedazos. Me levanto, me hago un moño alto. Necesito entenderlo, debió tener sus razones. ¿Acaso no fui suficiente?
—No lo entiendo, Dania—Mi voz es apenas un susurro—. ¿Acaso no fui suficiente? Hice todo lo que su familia quería.
—No digas estupideces—Toma mi rostro entre sus manos—. ¿Quién no querría a una diosa de ojos grises y cabello blanco? ¿Ya te viste esas tetas?
Me saca una risita al tocarlas, y luego me da un cálido abrazo. Me recuesto en su hombro. Dania es mi amiga de la infancia, siempre hemos estado juntas, es como la hermana que nunca tuve. Siempre estuvo ahí cuando la necesité. Nunca tuve más amigos, solo ella y Henry. Mis ojos se llenan de lágrimas y me desahogo en su hombro.
—Hey, no, no vas a seguir llorando por ese idiota—Se separa de mí para limpiar mis lágrimas—. Y menos hoy.
Rebusca en su bolsillo trasero y saca una elegante tarjeta. La tomo, mis manos acarician la decoración de un lobo dorado.
Los Volkov. Es una invitación para su fiesta de bienvenida a Londres, en un museo exclusivo, a las 20:00. Son dos pases. La miro con duda, no creo que me vea bien después de pasar la tarde llorando por mi ex.
—No acepto un no como respuesta—Me arrebata la invitación, saca su celular y me muestra la hora—. Tenemos exactamente tres horas para desinflamar esos ojos.
Me dirijo al baño para ver mi horrible aspecto: nariz roja y moqueante, ojos levemente hinchados. Abro la llave para lavarme la cara. Después de unos minutos, Dania llega con paños de agua fría y me los coloco en los párpados.
—Según internet, hay que esperar unos treinta minutos para que baje la hinchazón—Su voz se aleja—. Acuéstate mientras me arreglo.
Hago lo que me dice. Después de treinta minutos escuchando su canto en la ducha, me quito los paños. Parpadeo para quitarme lo entumecido y voy a mi clóset a elegir qué vestido ponerme. Cuando estaba con Henry, siempre me ponía lo más recatado para respetarlo, pero que se vaya a la mierda.
Tomo un vestido negro, regalo de Dania. Tiene dos aberturas que dejan ver mis piernas y la espalda ligeramente descubierta. Después de salir de la ducha, me lo pruebo y me veo como una diosa. Me gusta esta imagen mía, ya la extrañaba. Me acerco a Dania para maquillarnos juntas.
—Estás espectacular, Dani—La miro por el reflejo del espejo—. El rojo te sienta bien.
—Y tú te ves como una soltera cachonda—Toma su lápiz labial—. Se arrepentirá de ver el bombón que dejó ir.
Me pinta los labios con cuidado. Esta noche no lloraré por él. Pasé tres meses tratando de entenderlo y hoy que al fin tuve una respuesta, no derramaré más lágrimas por él, porque no lo vale.
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Cinco minutos tarde, ya me estoy arrepintiendo de venir. No quiero armar un escándalo. Toco nerviosamente el collar de diamantes que tengo en el cuello. La fila se me hizo eterna hasta que un chico como de mi edad nos extiende la mano.

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Lo inmoral
Romance[ATENCION ES UNA HISTORIA 🔞, PARTE l (Completada) PARTE ll (Completada)] no pueden resistirse a la tentación, a la adrenalina de lo prohibido, aunque el precio sea el dolor, y el juicio de los que no han comprendido.