003 𝗖𝗶𝗲𝗹𝗼 𝗡𝗼𝗰𝘁𝘂𝗿𝗻𝗼

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Una voz ronca y baja se filtro a mis tímpanos, molestando mi sueño.

Mi cuerpo se removió entre aquel pastoso suelo, sintiendo como las hojas de este me daban una sensación de hormigueo por todas mis extremidades.

Mis ojos parpadearon, buscando acoplarse a sus alrededores, chocando con una figura deslumbrante entre toda la oscuridad del lugar.

Era aquella figura, el responsable de interrumpir en mi profundo sueño.

Aquel rubio me observaba fijamente, casi, tratando de perforarme el rostro.

— ¿Puedes dejar de mirarme con esos ojos?—Exclamé a duras penas.

— ¿Que ojos?—Cuestionó arqueando sus cejillas doradas.

— Olvidado..—Susurré.

El silencio fue presente entre ambos, admirando únicamente el cielo nocturno del espacio.

El frío llegó a las puntas de mis pies, estremeciendo mi cuerpo, y así, haciéndome querer buscar calor.

Eche un vistazo a mi costado, encontrándome nuevamente con el rubio.

Una duda cruzó por mi mente, queriendo hacerme suicidar.

— ¿Su piel será tibia?—Pensé.

Ante esa duda, rápidamente cerré mis ojos, buscando borrar esa idea de mi cabeza, y sobre todo, la imagen que visualice.

— ¿Por qué me despertaste?—Cuestioné, antes de que esas ideas me volvieran loca, y terminará comprobando la temperatura del mayor.

— ¿Olvidas que hay área para dormir?—Cuestionó de vuelta.

— Estaba cómoda aquí—Respondí cortantemente.

— Bien, tu decides si quieres quedarte aquí, después no llores si pescas un resfriado—Exclamó, tras eso, se levantó de su posición, echandose andar entre la oscuridad.

— Te daremos de comer a los penitentes—Se escuchó a lo bajo.

— Espera, ¿Qué?—Exclamé curiosamente.

Tras no recibir respuesta del otro, rápidamente me levanté de mi posición, siguiéndole los pasos al otro.

— ¡Oye!—Grité, al ver como este de alejaba velozmente.

Mi cuerpo comenzó a trotar, tratando de emparejar mi paso con el otro.

— Tú..¿Cómo que penitentes?—Cuestioné, casi a gritos.

No hubo respuesta alguna, más que pisadas que sonaban intensamente sobre el pasto.

— Mierda..—Maldije, caminando al paso del otro.

 𝗡𝗨𝗘𝗦𝗧𝗥𝗢 𝗗𝗘𝗦𝗧𝗹𝗡𝗢: NEWT x NEFELI ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora