008 𝗛𝗮𝗴𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗤𝘂𝗲 𝗙𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲

406 23 16
                                    

                                  •

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


                                  •

                                  •

                                  •

Mi cuerpo era jalado fuertemente por el rubio, quién, únicamente me dejaba ver su espalda.

Tropezaba de a ratos, debido a mi poca estabilidad sobre el suelo, aún más, que era obligada a caminar rápidamente.

Entreabri los labios, tratando de gritar fuertemente por las acciones del contrario.

— ¡N-newt!—Grité, aún, dudosa de lo que diría a continuación.

El otro ignoró rotundamente mi exclamación, sin cesar en absoluto su caminata.

— Mierda..—Susurré, echando una ojeada a mis espaldas.

Lo único que pude observar era la multitud seguir normalmente con la noche.

Era evidente que no se entrometerian en los asuntos de Newt.

No que lo harían.

— Al menos puedes decirme a dónde vamos—Exclamé, mostrando una mueca de desagrado.

— Estamos por llegar.

Mis ojos curiosos volteaban de un lado a otro, tratando de reconocer el lugar, pues, sin los rayos del sol, aún, me era difícil identificar correctamente los lugares.

Los crujidos de las ramas, siendo aplastadas por nuestros pies no tardaron en sonar.

El sonidillo de los insectos formando una melodía se escurrían por nuestros tímpanos, como dos gotas de agua.

Y a los pocos segundos después de ello, el rubio detuvo completamente sus movimientos.

Aún dándome la espalda, soltó suavemente su agarre.

— Nefi..—Susurró, dándome finalmente su rostro.

Mis ojos se abrieron en par de par, al mirar aquella expresión tan cambiada del rubio.

Una, que jamás había podido ver en él, y que creía imposible hasta imaginarla.

Los rayos de la luna golpeaban contra su rostro, iluminado por completo sus facciones, y resaltando sus tonos dorados de sus melenas.

Sus ojos color chocolate me miraban, una mirada cristalizada, como de un cachorro regañado se tratase, y sus cejillas que normalmente muestran una arqueada, se encontraban curvadas hacia abajo.

Un rostro lagrimoso, que, me hablaba a gritos que lo observará.

Un ser tan blando, que fácilmente podría ser lastimado se encontraba frente a mi, uno que no reconocía en absoluto.

 𝗡𝗨𝗘𝗦𝗧𝗥𝗢 𝗗𝗘𝗦𝗧𝗹𝗡𝗢: NEWT x NEFELI ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora