"una segunda vida"

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Cuando me desperté de aquel viaje me levanté desconcertado y me fui nuevamente a mi casa donde se encontraba mi madre desesperada esperándome. 

Cuando llegue mi madre empezó ah gritarme histérica—¿donde estabas? me tenías con el Jesús en la boca, no vuelvas ah desaparecer asi—Exclamo enojada.

Yo la Mire extrañado ya que para mí en ese momento ella era una desconocida.
—simplemente estaba durmiendo—Dije simplemente.

pase por un lado de ella para adentrarme en mi casa y sentarme en mi habitación. Desconcertado empecé a hacerme preguntas a mi mismo.

—¿que fue lo que pasó?
—¿por que esa señora me gritaba asi?
—¿Por que estoy en esta casa y en esta habitación?

Después de hacerme estás preguntas que en ese momento para mi no tenían respuestas intenté pararme de dónde me encontraba sentado, pero al hacerlo sentí que todo me daba vueltas y las luces se apagan lentamente. Cuando por fin desperté ya podía recordar todo, desde el momento que nací hasta el momento en el que recupere mi alma y corazón, fui ah disculparme ah madre por que la trata un poco mal hace un momento. Y luego me fui a dormir para ir al colegio al otro día *con mi nueva vida* debido a que Ana se había ido de el colegio aún sentía esa profunda soledad dentro de mi y habían algunos muchachos que aún me molestaban por mi color de piel. Yo pensaba que con mi nueva vida esto cambiaría, pero con el hecho de que cambie la vida no quería decir que las personas también lo harían.

-Al día siguiente-

Me desperté lleno de una gran emoción que mi madre no entendía, pero estaba feliz de verme asi. Ella me dio su bendición con la cual me dirigí al colegio, llegue y saludé ah mis amigas las cuales eran muy pocas, mientras lo hacía podía escuchar que me decían.

—Oiga negro usted nació así o lo quemo el sol?

Y muchas  cosas más que eran ofensivas para mi color de piel, pero dedo a qué yo era muy miedoso prefería agachar la cabeza y no ponerles cuidado aunque claro estos malos comentarios me afectaban bastante.

Luego de unas horas tocan el timbre para salir al descanso en el cual Ana y yo siempre nos comprábamos unas papas de limón, pero está ves las compraría yo solo. Mientras compraba las papas me sentí más desanimado y toda la alegría de por la mañana se iba desapareciendo, fue entonces cuando deduje que yo sin Ana, mi mejor amiga no era nada, ella me defendía y muchas cosas más las cuales yo no podía hacerlo solo. Cada que hacía algo que solía hacer con ella me afectaba más y deseaba que ella estuviera ahí conmigo. ¡Si!  Tenía más amigas, pero solo ella me hacía reír y me hacía sentir protegido como si nadie pudiera hacerme daño.

Cuando salí del colegio volví ah mi casa tan triste que no pude hablarle ah mi madre simplemente me encerré en mi cuarto.

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