"un nuevo encuentro"

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Después de estar encerrado en mi cuánto por algunas horas. Decidí salir afuera y hablar con mi madre.

—hola mamá, solo quería decirte que me perdones por lo de hace algunas horas es que pase un mal día en el colegio hoy.

—esta bien hijo, si quieres puedes contarme qué te pasó.

—no de preocupes madre, simplemente es que extraño mucho a Ana.

—te comprendo hijo, Ana y tu eran como uña y mugre.

—bueno madre creo que iré ah mi cuarto alistare mi uniforme y me iré ah dormir. "Espero mañana sea un mejor día".

–al día siguiente–
Me levanté muy temprano para tomar una ducha y ponerme mi uniforme, cuando lo hice mi madre me esperaba en la sala con el desayuno echo, mientras desayunaba mi madre y yo tuvimos una pequeña charla.

—hola hijo, cómo amaneciste el día se hoy,¿ te cuentes bien para ir al colegio?

—hola mamá, claro me ciento excelente creo que será un gran día.

—perfecto, te quería decir q hoy trabajaré unas horas extras en el trabajo así que llevate las llaves de la casa.

—okey madre, cuídate.

Salí de mi casa y tome el autobús para llegar a mi colegio, cuando llegue saludé a mis amigas y me senté con ellas ah hablar. Hablamos de algunas tareas y de viejos recuerdos. Cuando el timbre sonó mis compañeras y yo nos dirigimos  a el aula de clase en el cual tuvimos una muy buena charla sobre las matemáticas, la biología y la química. Cuando sonó el tercer timbre para salir ah el descanso yo me encontraba muy cansado así que que me quedé en el aula de clase. Pero me dio un poco se hambre, hací que salí ah comprar algo. Cuando regresaba de la tienda bi una una niña que se me hacía muy parecida ah Ana, pero no podía ser ella ya que se había ido muy lejos.

—hola Camilo ¿cómo estás? -me dijo esta mujer.

—hola muy bien y tu, disculpa ¿Te conozco?

—muy bien, ¿tan cambiada estoy que no me reconoces mejor amigo?

En ese momento quede atónito, y no podía ni hablar. Sentía como la felicidad recorría todo mi cuerpo "me sentí vivo nuevamente"

—¿Eres tú Ana?

—pero claro que lo soy ¿Creías q nunca volverías ah verme?

—pero claro que lo creía, cuando te fuiste dijiste que te irías muy lejos.

—pues para q veas q acá estoy después de cuatro años.

En ese momento no pude evitar que los ojos se me pusieran llorosos y solo podía decirle ah Ana lo mucho que la extrañaba, le dije q sin ella nada era lo mismo, que me sentía sin vida. Cuando ella también entro en llanto y nos dimos un muy fuerte abrazo que duró un largo rato, nos sentamos y empezamos ah hablar sobre todo lo que nos había pasado mientras el otro no estaba...

Cuando por fin salimos de el colegio pedimos permiso ah nuestras madres para salir un rato al parque ya que queríamos pasar tiempo juntos, recuperar todo el tiempo que perdimos estando separados.

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