MI ALMA TE PERTENECE

"descubrí por que volví"

Me encontraba de nuevo en la camilla de Anna, tomándole la mano y llorando desconsoladamente. No podía creer que mi mejor amiga, mi hermana, estuviera a punto de dejar este mundo. El cáncer la había consumido por completo, y yo me sentía impotente.

De repente, recordé el sueño que había tenido. La razón por la que había vuelto a la vida. Era para darle mi alma a Anna, para que ella pudiera seguir viviendo. Me parecía una locura, pero estaba dispuesto a hacerlo.

Miré a Anna a los ojos, y vi una chispa de esperanza en ellos. Ella sabía que yo haría cualquier cosa por ella, y yo sabía que ella haría lo mismo por mí.

"Anna, mi amor", le dije, con la voz temblando. "No te rindas. No te vayas. Yo estaré contigo, siempre".

Anna sonrió débilmente, y me apretó la mano. "Camilo, mi hermano", susurró. "No te preocupes por mí. Estoy en paz".

Me sentí un nudo en la garganta. No podía perderla. No podía vivir sin ella.

Y entonces, recordé las palabras del sueño. "Mi alma por la tuya, Anna. Mi vida por la tuya".

Mientras lloraba, recordé todos los momentos que Anna y yo habíamos compartido. Desde nuestras aventuras en el bosque hasta nuestras noches de insomnio hablando sobre nuestros sueños y miedos. Ella había sido más que una amiga para mí, había sido mi hermana, mi confidente, mi compañera de aventuras.

De repente, Anna apretó mi mano con fuerza. "Camilo", susurró con voz débil. "Prométeme que no te rendirás. Prométeme que seguirás adelante, sin importar lo que pase".

Me sorprendió su petición, pero asentí con la cabeza. "Te lo prometo, Anna. Seguiré adelante, por ti, por nosotros, por nuestros sueños".

Anna sonrió de nuevo, y cerró los ojos. Yo seguí llorando, pero sabía que tenía que ser fuerte por ella. Tenía que ser fuerte para cumplir mi promesa.

En ese momento, recordé el sueño de nuevo...