Detrás de cada juego y apuesta, hay un precio que se debe pagar y no cualquier precio, en este juego, apuestas tu propia vida o la de alguien más, pero ese siempre será el precio, una vida a cambio de un deseo que crece dentro de nosotros.
¿Quieres...
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—Al menos una, tiene esa sed que buscamos. La jefa estará contenta cuando le digamos esto.
—Sí, estará más que contenta, estará encantada, pero siento sierta lastima por la otra chica, esa flecha le debe doler mucho — dice mientras mira las diversas pantallas con diferentes ángulos de la isla.
—Supongo que si, pero mejor sigamos con los preparativos, para la siguiente etapa del juego.
—Tienes razón, esto va a ser muy interesante.
Ambos salen de la sala, y se diregen a otra sala diferente.
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Stella
Luego de haber matado a dos chicos, sentí un hormigueo en las manos, las mismas con las que los mate, nunca en mi vida había matado, al menos no a seres humanos, salgo de mis pensamientos al escuchar otro crujido. Jiro y veo que no es nada peligroso, es solo Raquel, que parece estar en una especie de shock.
—Lo-los mataste... — es lo que dice antes de caer desmayada.
La tomo y la recuesto en un árbol, como esta inconsciente, aprovecho para sacarle la flecha, ella solo se mueve del dolor, pero aún así no despierta.
Para poder curarle la herida debo quitarle el suéter que trae puesto, y es lo que hago, le levanto el suéter solo en la parte del brazo y hombro para poder curarla.
Busco entre las mochilas de los chicos que ahora están muertos, y encuentro una botella de agua, es buena para hidratarse y también para limpiar heridas en ocasiones que no haya alcohol.
Raquel sigue inconsciente por lo que le lavo la herida evitando que se infecte y de uno de los suéter de los ya muertos, le hago un vendaje bastante interpretado. Mientras ella sigue inconsciente, muevo los cuerpos lejos para que no se vuelva a desmayar.
En lo que regresaba, me paró en seco, algo en especial llama mi atención. ¿Qué que es?, la respuesta es.
"Una cámara oculta"
Alguien puso esas cámaras y alguien nos está vigilando, ese mismo es el responsable de que todos nosotros estemos aquí, ¿pero porque?,¿deuda de dinero?, o ¿algo más grande?. Mil preguntas más, dan vueltas en mi cabeza, pero no les presto mucha atención, miro la dirección en la que esta puesta, y se que me están viendo, por lo que me giro y sigo mi camino, antes de llegar a donde esta Raquel, me doy cuenta de que ya hay alguien hay.
Es otro chico, por como esta de agitado, puedo suponer que viene corriendo pero, ¿de que? O creo que mejor dicho ¿de quien?.
Luego de unos segundos, llega otro chico con el rostro manchado de sangre, en las manos sostiene un hacha, y se dirije hacia el otro chico que esta serca de Raquel.
—Si dejas de huir, será mucho más fácil — mientras camina hacia el aun con el hacha enpuñada con ambas manos.
—¿P-porque haces esto? — pregunta temeroso y retrocediendo.
—Porque no soy el amigo de mi enemigo, los que nos pusieron aquí, saben que haremos lo que sea para salir, y en eso no se equivocan.
El chico tropieza y cae al suelo, se empieza a arrastrar pero el otro es más rápido y le clava el hacha en la pierna, quedando sin pierna, y todo se tiñe de ese rojo vivo e intacto. Sigo observando pero Raquel esta por despertar y no puedo permitir que le pase algo a ella. Por lo que salgo de mi escondite, y tomando el arco y flechas, disparo una al primero, y otra al segundo.
"Bingo, ya ban cuatro menos"
Ambos quedan solprendidos qué nos les da tiempo a reaccionar y tampoco a notar de donde salieron las flechas. Eventualmente los dos mueren, el incanto de la flecha no los mato de una vez pero al estar heridos, se terminan desangrando.
Antes de que Raquel vuelva a despertar, me apresuró a salir del escondite y a arrastrar a los cuerpos lejos, estaban muy pesados por lo que costó trabajo, pero al final estaban fuera del rango de vista de Raquel.
Al despertár, lo primero que vio fue a mi, con un arco y flechas en la espalda, el rostro manchado de sangre y pelo bastante desordenado.
—Eh, ¿solpresa? — fue lo primero que se me ocurrió decir.
