Capítulo 11 : Vida O Muerte

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Stella

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Stella

Y hay estábamos los 5, preparados para cualquier ataque del enorme problema que teníamos en frente, teníamos tres opciones.

Uno : salir huyendo y dejar a los demás por su cuenta.

Dos : quedarnos y ayudar a los demás, esperando a ser traicionadas.

O la tres : ayudar para luego asesinar.

Todas estaban bastante interesantes, la que yo elejiria sin dudar sería la tres.

Ayudar para luego asesinar, es la mejor opción ahora mismo.

Tal vez lo de hacer equipo no sea mala idea pero, esto no es un simple juego de secundaria o primaria.

—¡Ésto, es un juego de vida o muerte! — digo en voz alta para que todos me logre escuchar bien y con claridad.

—Vida — dice la chica parada a mi izquierda.

—O muerte — concluyen los otros dos a la vez.

Me preparo, poniéndome en posición de defensa y analizando mi alrededor, para ver que puedo usar.

Empuño mi nueva espada con una mano y con la otra busco la de Raquel, para darle un ligero apretón, ella me lo devuelve y también se pone a la defensiva.

—¿Lista? — le pregunto a Raquel, mientras sigo mirando al frente.

Ella se pone a mi lado y me sonríe antes de decir su respuesta.

—Lista

Asiento miro a mis tres oponentes en frente.

—¿Cual es la estrategia? — pregunta chico mientras retrocede.

—Debemos atacar sus puntos débiles — respondo mientras analizó mejor al cocodrilo.

Miro detenidamente todo su enorme cuerpo, su piel es gruesa y esta cubierto por completo por escamas negras como la noche misma.

Es un cocodrilo algo fuera de lo común, y uno que probablemente no vuelva a ver en mi vida.

En sus ojos se ve la clara necesidad de matarnos a todos.

La chica a mi derecha se acerca por detrás e intenta clavar su hacha en la gruesa piel del cocodrilo, pero la zona en que le da esta llena de escamas, por lo que el hacha no le afecta ni un poco.

El animal gruñe por el impacto y se gira casi de golpe, moviendo su cola con gran fuerza que logra tumbar a la chica, quedando indefensa y a su merced.

La chica se arrastra torpemente hacia atrás intentando alejarse del animal que la quiere devorar, pero sin ninguna salida.

—Aaahh!!! — grita con desesperación cuando el cocodrilo le arranca la pierna izquierda de un bocado.

El chico reacciona rápido y ataca al cocodrilo por detrás, clavando la lanza repetidas veces, hasta que logra clavarla por completo en la mitad del cocodrilo.

El cocodrilo suelta a la otra chica que ya no tiene vida, solo un charco de sangre está en su lugar.

La chica a mi izquierda sigue sin creer lo que acaba de pasar, acaba de ver como literalmente el cocodrilo devoraba a la otra chica.

El chico suspira con pesadez por ver como solo quedan restos de la chica.

—Michel no merecía esto — dice apretando los puños con fuerza y dando la espalda a la gran vestía que se supone estaba... muerta.

Todos suspiramos alividos pensando que el peligro había acabado, el chico se sentó a pocos metros de donde el cocodrilo y el cadáver de la chica.

Raquel y yo nos quedamos donde estábamos, solo nos rescostamos en el tronco del árbol del que habíamos bajado.

La otra chica fue a buscar algo de comer.

No pasa ni media hora, cuando el mismo cocodrilo que pensamos estaba muerto, se vuelve a levantar aun con la lanza clavada, logra ponerse de pie y la sangre seca sobre su lomo lleno de escamas.

El chico reacciona rápido y se levanta casi de golpe, al ver que el animal se dirige a su dirección.

—Comó demonios sigue vivo — pregunta el joven que teme por su vida.

—Preguntáselo a el — le responde Raquel.

—Los músculos que habré las mandíbulas son su punto débil — digo mirando al animal -. Debemos atacarlo justo hay.

—Estas loca — me cuestiona el chico.

—Es eso o que te devore como lo hizo con la otra — respondo caminando despacio.

—Buen punto — dice Raquel, que se acerca del otro lado.

El chico sigue retrocediendo, mientras la vestía avanza, Raquel esta a mi izquierda con su espada en mano, preparada para atacar, yo también aprieto con fuerza la mia, termino de acercarme lo suficiente para poder clavar mi espada el la cabeza del animal, el cual gruñe con fuerza por mi acción y gira su cabeza a mi dirección.

Logrando así que habrá la mandíbula lo suficiente.

—Es tu turno Raquel, ahora o nunca — digo sosteniendo la espada con fuerza mientras el cocodrilo lanza mordiscos a mi dirección los cuales logro esquivar, rodando por el suelo lleno de hojas y ramas.

Raquel toma un suspiro profundo, y corre en dirección al cocodrilo en el momento exacto que mantiene la mandíbula abierta. Logra clavar su espada hasta el fondo, dentro de la boca del gran animal.

El chico reacciona y saca la otra espada qué tenía clavada en la cabeza y hace lo mismo que Raquel, el animal retrocede ante el dolor que siente, por lo que me lanzó a su lomo y termino de enterrar la lanza.

Y ahora si que por fin deja de respirar por completo.

Los tres nos tiramos entre las hojas, cansados de intentar que un cocodrilo no nos comiera.

—¿Comó sabias cual era su punto débil? — pregunta Raquel.

—Si, como lo supiste? — le sigue el chico.

—Recordé un documental que vi en la televisión, un día que estaba aburrida — les respondo a ambos, quienes se rien por mi respuesta.

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Gracias por leer✨

🍂: ¿Qué les pareció el capítulo?

Probablemente sea un capítulo fuera de lo común pero pues que puedo decir, ni yo soy normal, asique bueno, nos vemos en el próximo capítulo.


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