Romanoff

3: El regreso de Natasha

Años después. – 2018.

Natasha y Yelena se juntaron para destruir la Habitación Roja, con la ayuda de Alexei y Melina lograron llegar al lugar y comenzar con el combate.

Lograron derrotar a toda Viuda Negra que quedaba por ahí, aunque todavía quedaban algunas, Yelena consiguió recuperar los antídotos con el polvo rojo para quitar el control mental de las viudas y a Natasha solo le quedaba asesinar a Dreykov.

Natasha entró a la oficina, disfrazada con el rostro de Melina, se acercó a Dreykov y hablaron. El hombre se dio cuenta de que era Natasha con la que estaba hablando, le quitó la máscara y el rostro de Natasha apareció.

- Natasha, mi niña, ¡Has vuelto! – Dice Dreykov fingiendo alegría.

- No te alegres mucho Dreykov, vine aquí a matarte. – Responde Natasha con una sonrisa.

- ¿Matarme? ¿Y por qué harías eso? – Preguntó.

- ¿De verdad lo preguntas? Nos quitaste a mí y a todas las viudas negras nuestra infancia, nos entrenaste para ser máquinas de asesinar, para hacer daño, nos quitaste toda posibilidad de tener una vida normal. Te mereces lo peor. – Dijo Natasha molesta.

- ¿¡Me merezco lo peor!? – Comenzó a decir muy enojado – Te di un hogar, exploté tu potencial, te ayudé a sacar la mejor parte de ti para que seas la mejor de todo el mundo. – Se empieza a reír – Ja, ja, pero no me sorprende, eres una desagradecida, igual que tu hija.

- ¿Qué dijiste? – Preguntó Natasha sorprendida.

- ¿Sobre qué? – Dijo Dreykov haciéndose el tonto.

- Lo de mi hija, repítelo. – Volvió a decir.

- Qué es una desagradecida, igual a ti.

- No puede ser... Ella está muerta, tú me dijiste... - Dreykov la interrumpe.

- No era cierto niña, estuvo aquí todo este tiempo, hasta hace unos meses.

- No te creo, me estás mintiendo. – Negó Natasha.

- Te estoy diciendo la verdad. – Dreykov toca unas teclas de su aparato y proyecta la imagen de una hermosa joven pelirroja, igual a Natasha – Katya Romanoff, de mis mejores viudas negras, tenía la esperanza en que sería lo que tú fuiste, incluso mejor, pero sólo me decepcionó.

- Katya. – Natasha se acercó a la pantalla observando a su hija mientras sus ojos se empezaban a llenar de lágrimas – Romanoff... Le dejaste mi apellido, ¿Por qué? – Preguntó Natasha.

- Creía que le serviría tener a alguien de modelo o alguien a quien superar. – Respondió Dreykov.

- ¿Ella sabe quién soy?

- Por supuesto... Claro, creció con cierto resentimiento ya que le dijimos que la abandonaste pero fue lo mejor, se superaba cada vez más, queriendo ser mejor que tú. – Contó el hombre – Ella no duró aquí tanto tiempo como tú, apenas tiene 16 y decidió desperdiciar su potencial e irse. – Siguió hablando mientras Natasha lo escuchaba con toda su atención – Si no fuera por esa estúpida que inventó ese polvo rojo, Katya seguiría aquí... Lo probó por primera vez con ella y en cuanto se liberó del control mental se fue, traicionándonos, una completa desertora, al igual que tú. – Terminó de contar.

- ¿Dónde está? – Preguntó acercándose a Dreykov.

- ¿Por qué? ¿Quieres hacer de madre ahora? – Dijo riendo.

- ¡Dime donde está! – Le gritó Natasha a Dreykov mientras lo sacudía con rudeza desde el traje.

- De hecho... Estuvo muy cerca de ti todo este tiempo, tal vez ella planeaba su venganza, ¿Quién sabe? – Respondió Dreykov.

- ¿Está en Estados Unidos? – Preguntó Natasha.

- Así parece, o al menos eso me muestra su localizador.

- No puede ser. – Dice empujándolo – Me mentiste...

- Lo hice por tu bien, eras muy joven Natasha, desperdiciarías tu talento siendo madre. – Respondió Dreykov – Mira en lo que te convertiste ahora, deberías agradecerme.

- ¿Agradecerte? – Dijo Natasha – Nos apartaste a mí y a mi hija, nos mentiste, eres un egoísta, no sabes cuánto voy a disfrutar asesinarte... - Dreykov la interrumpe con una bofeteada.

- ¡Cállate! Tú no me vas a matar, no te atreverías, no puedes hacerlo. – Dijo el hombre.

- ¿Crees que no? – Dijo riendo – Obsérvame. – Golpea su rostro contra el escritorio, rompiendo el nervio que evitaba que atacara a Dreykov – No golpeaste lo suficientemente fuerte. – Dijo con una sonrisa.

A continuación sacó una pistola y rápidamente jaló del gatillo, disparando y matando a Dreykov al instante. Con la puntería de Natasha sólo una bala se necesitó. Una bala, una muerte. Tan pronto como Dreykov cayó al suelo, Natasha agarró una memoria USB, con la que sacó de la computadora de Dreykov la información de todas las viudas negras que estaban alrededor del mundo. Así podrían buscarlas y quitarles a todas el control mental con el polvo rojo, que por cierto, solo quedaba un antídoto, así que debían replicarlo. Además, en otra memoria USB puso toda la información de Katya, para buscarla al regresar.

Natasha salió del lugar, luego escapó con su hermana Yelena, además de Alexei y Melina.

La Habitación Roja quedó completamente destruida, las viudas negras que estaban sin el control mental se subieron a un helicóptero con Melina y Alexei.

- Toma. – Natasha le da el antídoto a Yelena – Melina puede replicar el antídoto.

- ¿No vas a venir? – Preguntó Yelena.

- No. Tengo que resolver algo. – Respondió.

- ¿Está todo bien?

- Si, tranquila... Yel, ¿Recuerdas cuando me preguntaste si quería tener hijos y no te respondí? – Yelena asiente – Bueno, tuve una hija, creía que estaba muerta pero Dreykov me dijo antes de morir que estaba viva.

- ¿De verdad? Creí que no podías tener hijos, al igual que yo.

- Ya no puedo. La tuve antes de la ceremonia, era muy joven. – Dijo Natasha.

- ¿Iras por ella? – Preguntó Yelena.

- Si, voy a ver si la encuentro...

- ¿Quieres que te acompañe? Me gustaría conocer a mi sobrina. – Dice Yelena sonriendo.

- No, está bien, esto debo hacerlo yo... Si todo sale bien la conocerás algún día. – Responde Natasha.

- Okay, espero que todo salga bien.

- Igual yo. – La abraza y Yelena hace lo mismo.

Ambas se despiden y hacen el silbido que hacían de niñas, causando emoción. Yelena se sube al helicóptero y Natasha se va por su camino.

Natasha consigue transporte para volar a Estados Unidos y buscar a su hija. Claro, tenía que estar encubierta, recordemos que está fugitiva, por lo de los acuerdos de Sokovia, así que debe ir con cautela.

Consiguió un lugar para estar mientras averiguaba donde se encuentra Katya. En la memoria USB que tenía Natasha, había un montón de información sobre la chica, así que pudo saber algunas cosas de ella. En cuanto a su paradero, había un lugar, pero al parecer Katya había apagado su localizador, así que no era seguro si estaba ahí.

Pero era una pista, no perdía nada yendo a ver. Así que se preparó y Natasha comenzó la búsqueda de su hija, que obviamente no la estaba esperando.