6: El escape

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Al oir el estruendo ambas se levantaron y corrieron a la ventana.

Sal primero... —le dijo Natasha mientras sostenía la ventana.

Katya salió por la ventana aferrándose a los muros para no caerse. Enseguida Natasha salió y cerró la ventana por fuera.

Ambas se agarraban de los bordes de los muros, estaban a varios metros de altura y la caída podría ser mortal.
Las dos caminaron con cuidado hasta que llegaron a un tubo de cañería y ambas se deslizaron hasta abajo.

¿Qué haremos ahora? —le preguntó Katya a Natasha.

Debemos buscar un lugar para escondernos pero antes tenemos que buscar a los demás.

—¿Qué demás?

—A los demás vengadores... —Katya la miró extrañada.

—¿Qué? Pero, ¡¿por qué?!

Algunos están en prisión y tenemos que rescatarlos.

—Pero yo no tengo nada que ver con ellos... Ve tú sola —Natasha negó rápido con la cabeza.

—No. No te dejaré sola y si tienes algo que ver con ellos, eres mi hija y ellos son mi familia... —Katya se rió burlona.

Puede que seas mi madre de nacimiento pero nunca me criaste.

—Porque yo no sabía que estabas viva, Katya...

No me importa, yo no tengo nada que ver con los vengadores —ella se cruzó de brazos y Natasha suspiró.

No voy a dejarte sola, ellos te vieron conmigo y vendrán por ti.

Se cuidarme sola, gracias.

Dios, ¡eres demasiado terca! —suspiró frustrada— Vendrás conmigo quieras o no.

OblígameKatya se cruzó de brazos.

No me tientes, Katya —dijo lanzándole una mirada amenazante que le dió a Katya un escalofrío.

Ugh, dios, ¡okaaay! Pero si me matan será tu culpa.

No te matarán, tonta —Natasha se rió mientras ambas comenzaban a caminar.

¿A dónde vamos?

Con un amigo.

__________

Natasha logró comunicarse nuevamente con su amigo Rick, que anteriormente la había ayudado a conseguir suministros durante su escondite.


Ambas fueron hasta el lugar donde habían acordado verse y encontrarse con aquel amigo.

¡Hey tú! —Natasha lo saludó alegre.

¡Heeey!.. ¿Nuevo look? —él preguntó al ver su nuevo corte y color rubio.

Así es, no tengo que ser encontrada —Rick se rió y luego notó la presencia de Katya y se sorprendió al notar la similitud entre ambas.

¿Y ella?.. —Katya sonrió incómoda.

Oh... Ella... Larga historia... ¿Tienes lo que te pedí? —preguntó Natasha cambiando de tema.

Por supuesto, Romanoff —señaló al gran jet que estaba detrás de ellas— Eso es lo que puedo hacer con tiempo y dinero.

Muchas gracias, Rick, de verdad. Siempre fuiste un gran amigo.

No es nada, eso es todo lo que un hombre quiere oír —Nat sonrió— ¿A dónde irás?

Toda mi vida creí que no tenía familia... Y resulta que tengo dos... —Miró a Katya por un momento y después volvió a ver a Rick— Así que... Una tiene problemas justo ahora, voy a liberar a varios de prisión... Y tal vez juntos lo podamos resolver.

Pues... Buena suerte... Cuídate —Natasha sonrió y comenzó a caminar junto con Katya hacia el jet.

Las dos entraron al jet. Era bastante grande, podrían caber muchas personas.
Katya se sentó en uno de los asientos cómodos del jet en silencio y Nat comenzó a poner las coordenadas y el piloto automático.
De la nada la pequeña Romanoff bostezó y Natasha enseguida se giró hacia ella.

Deberías descansar, es un largo viaje.

—No, estoy bien.

Katya estaba aún un poco reacia y terca a ser amigable con Natasha y por su parte ella no sabía como ser cariñosa o demostrar amor, así que sabía que tendría un trabajo difícil por delante.

Natasha no dijo nada y sólo suspiró, volteando su vista hacia adelante mientras el jet comenzaba a despegar.

Su mente divagaba en muchas cosas, en todo lo que tenían que hacer, debían escapar, buscar a los demás vengadores, seguir ocultándose del gobierno y de Tony Stark y de los que si habían firmado los acuerdos de Sokovia. Sin olvidar la importante tarea que tenía por delante que era cuidar de Katya, la hija que creyó muerta durante dieciséis años.

En ese momento su vista volvió a Katya y se dió cuenta de que se había quedado dormida. Natasha se rió y se acercó a ella con una manta en sus manos.
Enseguida cubrió a la adolescente con la manta y pasó sus dedos por el sedoso pelo rojo que cubría la cara de Katya.

Su mente volvió a divagar y mientras miraba a Katya dormir, recordó cómo ella nació. Tenía dieciocho años y le implantaron un embrión alterado a la fuerza.
En ese momento recordó que Katya tenía habilidades especiales, específicamente era una supersoldado... Como Steve...

Natasha no dejaba de preguntarse si habrían usado el ADN del capitán para alterar el embrión... Y de la nada comenzó a ver que Katya tenía algunas facciones faciales de Steve... Pero enseguida quitó esos pensamientos de su mente.

Estoy siendo paranoica, eso sería imposible... —ella no dejaba de decirse.

Natasha decidió no pensar en eso, ya que no era lo importante aquí. En ese momento cayó en cuenta de la gran tarea que tenía por delante. Era mamá. Nunca lo había sido, nunca pudo criar a su hija desde bebé, no tenía ni idea de lo que es ser madre... Ni siquiera ella tuvo una madre.

Pero a pesar de eso, Natasha sentía un amor profundo por Katya, aunque no la conocía para nada. Pero de todos modos es su hija y debía cuidarla...

Aunque Natasha era fría y poco cariñosa, y sabía que Katya era bastante obstinada y terca, ella quería ser la madre que nunca pudo ser durante sus primeros dieciséis años de vida...

¿Cómo la cuidaría? ¿Qué haría? ¿Cómo sería madre de una adolescente? ¿Cómo construiría una relación con ella? ¿Qué hay si nunca puede llevarse bien con Katya?.. La mente de Natasha se llenaba de interrogantes. No tenía ni la más mínima idea de cómo hacer esto... Pero así como es ella, terca y obstinada, Nat daría todo de ella. Todo para hacerla sentir amada y protegerla a toda costa.

Ese amor materno, ese amor natural que sentía por Katya, la hacía querer hacer lo que fuera por ella.

Cueste lo que cueste.

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⏰ Última actualización: Feb 01 ⏰

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