5: ¿Qué quieres de mí?

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Natasha estaba caminando por las calles de New York con esa sensación de inseguridad. Tal vez estaba paranoica, pero podría jurar que alguien la seguía.

- ¿Has visto a esta niña? – Natasha le mostraba la foto de Katya a cada persona que veía.

- No, lo siento. – Era lo que todos le seguían respondiendo.

Romanoff caminaba por un callejón en la que estaban algunas personas. De repente, siente una presión en su espalda baja, ella cree que es por la gente que estaba ahí y que la estaban empujando, pero luego siente que la agarran y la presión es más fuerte... Ya sabía lo que era, la estaban apuntando con un arma.

- No te muevas si no quieres una bala dentro de ti. – Escuchó una voz femenina desde atrás.

- No dispares. – Dijo Natasha manteniendo la calma - ¿Quién eres?

- ¡Cállate!

La mujer empujó a Natasha por una puerta que estaba ahí mismo y la metió en un lugar abandonado sin dejar de apuntarle con el arma. Natasha quedó de espaldas en la pared y de frente a la mujer castaña que ahora le estaba apuntando en su abdomen.

- ¿Quién eres? – Natasha volvió a preguntar.

- ¡Que te calles! ¿Por qué andas preguntando por esa niña? ¿Qué quieres de ella?

- Es por algo entre ella y yo, no es tu problema. ¿Tú quién eres?

- ¡Tú dime quién eres! - Respondió agresiva e hizo presión en la garganta de Natasha con su brazo.

- Yo... pregunté... primero... - Dijo Natasha quedándose sin aire.

- Responde o tendrás una bala en tu estómago. – Presionó más su garganta.

- Soy... ah... Natasha... Romanoff... - Respondió como pudo.

La mujer quedó paralizada y soltó a Natasha haciéndose para atrás.

- Ya te dije quién soy... Ahora tú dime quién eres. – Preguntó mientras recuperaba el aire.

- Am... Yo...

La mujer suspiró y se dio la vuelta, dándole la espalda a Natasha, hizo un par de movimientos con el cuello y dejó de ocultar su verdadera apariencia. Enseguida se volvió a voltear hacia Natasha, quién la estaba mirando perpleja.

- Katya... - Se acerca rápidamente hacia ella al notar que es su hija.

- No te acerques. – La adolescente se hace para atrás.

- No puedo creer que al fin te encontré. – Dijo Natasha con lágrimas en sus ojos.

- ¿De verdad eres Natasha? – Preguntó seria.

- Sí lo soy. – Sonríe.

- Oh, te hacía pelirroja.

- Tuve que cambiar mi apariencia, soy fugitiva.

- ¿Y qué haces aquí? ¿Qué quieres de mí? – Katya cruza los brazos.

- Vine por ti... Te estuve buscando hija. – Trata de acercarse a ella pero la adolescente se alejó de nuevo.

- No me digas hija y ¿por qué de la nada quisiste buscarme?

- Yo no sabía que estabas viva Katya. Cuando naciste me dijeron que habías muerto y yo lo creí... Pero resulta que Dreykov mintió.

- Estás mintiendo, no tengo porqué creerte. – Dijo yéndose del lugar.

- ¡Hija! No te vayas. – Decía mientras caminaba atrás de ella.

RomanoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora