Está debió ser una de mis primeras acciones como Jefe Apotecario, ahora me pregunto porque tarde tanto. Mire a los neófitos, tan solo eran ocho pero mantenían la posición con firmeza, solo ocho, salieron de Prospero hace un año junto al resto de la legión. Los informes apuntan a qué el reabastecimiento de fuerzas de la legión después de volver a casa no fue tan grande como se necesitaba, ocho de treinta y seis Pavonis.
Es difícil formar psíquicos capaces, más de la mitad de los nuevos aspirantes ni siquiera presentaron habilidades según el maestro Hathor, además ser apotecario no es una elección popular, aun así aquí estaban y repetían la situación particular que yo mismo viví, el mejor en la generación había elegido ser uno de los míos.
Me levanté para empezar a recorrer la fila, cada uno dirigió su mirada a mi cuando pase frente a ellos. Prosperinos sin duda alguna, con esa pequeña tendencia a la arrogancia, esa piel acostumbrada al sol y el cabello predominante oscuro. Ninguno de ellos era de otro culto, todos educados por Pavonis, todos con cierto potencial psíquico ya que sin el ni siquiera les tienen permitido postularse para apotecarios, pronto terminarán sus operaciones, serán mis hermanos pero ahora estarán bajo mi mando y protección, sonreí un poco por la idea
- Es un gusto al fin conocerlos, lamento no haberlo hecho antes - me coloque en el centro para que todos me vieran
- Soy Jephri, el nuevo Jefe Apotecario, sé que ustedes ingresaron a esta hermandad sin un líder claro, pero ahora soy su superior-La mayoría de ellos se mantenían estoicos, espero no haber llegado demasiado tarde a ellos como para que Sharef les lavara el cerebro, al menos uno se notaba emocionado
-Desde hoy están bajo mis órdenes y mi tutela, no obedecerán más al maestro Hathor, ni a nadie más excepto a mí, la única palabra superior a la mía es la del Primarca ¿Entendido? - todos sintieron con un sonoro "Si señor" . Aún no estoy acostumbrado a este trato pero será mejor mantenerlo así, es lo adecuado.
Antes de conocerlos me dedique a revisar su expediente, pese a eso, sería bueno que cada uno se presentará, creo que hasta ahora empiezo a apreciar ciertos aspectos del maestro Quenea, ese viejo cascarrabias nunca deseo que yo fuera su sucesor, ni siquiera entreno a uno pero eso ya no importa, aprenderé de su recuerdo y no seré un obstáculo para ellos.-El alumno destacado de tu generación y decides ser un apotecario ¿Cuáles son tus motivos?- el primero en la fila me miraba intensamente con sus ojos oscuros, ni una cicatriz lo cual lo hacía ver aún más joven, no debe tener más de veinte años y pese a eso estaba a punto de alcanzar la estatura mínima para un astartes, dos corazones ya latían en su pecho, uno más lento que el otro, tan solo un niño en proceso de convertirse en una maquina asesina.
Su mirada solo confirmaba mis sospechas mientras que su voz aún no tan profunda como el estándar me respondió
- Señor, deseo que mis habilidades sean utilizadas para salvar a mis nuevos hermanos-
Nuevos hermanos, curiosa forma de decirlo, tenso sus músculos al hablar, Tizca es un paraíso pero tal vez él no tuvo tanta suerte.- Tu nombre - lo sé, conozco el de todos, aun así deseo escucharlos, las presentaciones dicen mucho de una persona
- Ubaid señor - coloque mi mano sobre su hombro, está decidido y pese a que no porta un apellido parece seguro de si mismo, eso es bueno, si no lo estás no sobrevives a esta galaxia.
- Ubaid, estuve en tu situación, seguramente tus maestros te insistieron en no postularte como apotecario, este rango conlleva una gran responsabilidad que los alejara de los intereses comunes del culto por ende del resto de sus hermanos. Sin embargo toda la legión confía en nosotros, el Primarca mismo nos confiere potestad sobre su legado y sobre el bienestar de sus hijos, por lo tanto espero que tus motivaciones solo evolucionen con el tiempo- asintió con fuerza mientras retiraba mi mano, pensar que me vi así de pequeño, nos vimos así.Peor, me veía peor, el maestro Quenea siempre lo supo, examinó cada una de mis cicatrices, no esperaba su pena pero tampoco esperaba que aprovechará cada oportunidad para intentar revelarlo al resto. Algunas veces no lo pude ocultar y las conversaciones subsecuentes siempre fueron terriblemente incómodas
- Aldam Alsaakhin señor- digo en voz alta el pequeño al lado de Ubaid, cierto, no es momento de pensar en el pasado, le sonreí de vuelta ya que no se molestó en ocultar su pequeña sonrisa
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La Serpiente de Tizca
Science Fiction"Permite que el inevitable cambio termine de transformarte, destruye la dualidad y juntos cerraremos el ciclo de renovación" La historia del Jefe Apotecario de los Mil hijos. Esta historia esta ambientada en el universo de Warhammer 40K, durante lo...