Caminó hacia el espacio balcón en habitación con un tazón de palomitas para poder sentir la brisa de invierno, hace menos de media hora hubo un torrencial aguacero que dejó incluso nublado el cielo y los árboles. Se sentó en su silla perezosa llevando consigo una mantita para calentar su pancita. Últimamente, sus tardes eran tristes, Bin tenía trabajo aún, no podía darle su licencia de paternidad puesto a pendientes acumulados que como líder del equipo de marketing no podía olvidar, pero él se sentía solo a pesar de comprender la situación.
Necesitaba el calor de su alfa, sus abrazos, sus besos, sus dulces caricias, su compañía, sentir que su bebé también estaba ahí presente entre ambos ya que parecía que la bebé le respondía más a Bin que él y estaba más inquieta cuando el alfa los acurrucaba y le hablaba.
De pronto, una idea de su omega entristecido le hizo levantarse e ir directo al armario, sacó ropa de su alfa comprobando qué en cada uno de las prendas el olor relajante de su amado estuviera impregnado.
Se acostó en su cama con las prendas de Bin creando un nido donde guiado por su instinto se acomodó en medio y comenzó a oler con desespero a su alfa, su bebé respondió a sus feromonas, sentía pequeñas pataditas en su barriguita y acarició para transmitir amor a su bebé.
—Alfa llegará pronto para hacerse cargo de nosotros.—habló con dulzura frotando su cabeza en la ropa.
—Tu alfa ha llegado a casa, bebé —se sorprendió al verlo de pie en la entrada de su habitación recostado a la pared. Estaba tan distraído qué ni lo escuchó entrar —¿Puedo entrar a tu nido, mi bello omega? —caminó despacio esperando el permiso. Mismo que no llegó de inmediato puesto a que Dong Min negó con la cabeza e hizo un puchero —Pero-...
—Tienes que ganartelo, alfa —Bin sonrió, en ese momento, su esposito estaba siendo dominado por su tierno omega y disfrutaría cada momento al lado de su bello lobito.
—¿Cómo puedo ganarme el favor de mi omega? —dijo en fingida súplica siguiendo el juego.
—Me tienes que dar un beso aquí —señaló sus labios estirandolos para recibir su merecido beso.
—Lo que mi príncipe ordene —se acercó, se puso de rodillas en la cama para besar a su omega, llevándose un susto cuando sintió las manos de su bonito jalarlo del cuello y acostarlo a su lado.
—Ya puedes entrar al nido, alfa tonto.
—Eres un príncipe muy astuto, bebé —llenó de besitos su rostro hasta que la risita preciosa de su omega salió y sus dientes brillantes iluminaron su rostro, aquella sonrisa divina que le hacía latir su corazón... Era simplemente una bendición estar casado con un ángel tan bello como lo era Dong Min...
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Dulce Espera |🦢| Binwoo
Fiksi PenggemarSolo una joven pareja esperando el abrazo de la paternidad. •Omegaverse. •M-preg. •Soft. •Capítulos cortos. Historia de mi total autoria. Dedicada a @arohamo_. Happy birthday, te amo🩷 Que la disfruten😻