𝐖𝐎𝐇 ! I can't help but love you, even though I try not to.
Daenaera Velaryon sabía que su madre
terminaría siendo reina, al igual que sabía
que su destino sería casarse con algún Lord
...
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CUANDO AEMOND VIO A DAENA SINTIÓ COMO SI EL TIEMPO SE DETUVIERA, AL igual que sintió su corazón acelerarse; lo que hizo que se diera cuenta que su sobrina seguía causando las mismas sensaciones en él.
Pero se olvidó de esos sentimientos cuando noto a sus otros dos sobrinos y primo, lo que logró que se sintiera fastidiado con su simple presencia. Por lo que luego del "saludo" con Daenaera, se dirigió a sus aposentos con rapidez, encontrándose en el pasillo a su hermano mayor, Aegon.
—Ya te los encontraste —Aegon adivino con una sonrisa burlona.
—Apártate de mi camino —le ordenó Aemond, dándole un empujón para seguir con su camino.
—Por lo menos las mujeres son preciosas —el platinado mayor se burló, siguiendo a su hermano para molestarlo.
—Son una abominación para nuestra casa —el menor se limitó a responder, cerrando la puerta de su alcoba en la cara de Aegon.
El último rodeó los ojos, algo ofendido, pero terminó por dirigirse a su habitación, dispuesto a encontrar a alguna sirvienta con la cual satisfacerse.
Mientras tanto, Daena estuvo junto a sus hermanos, Lucerys y Jacaerys. Rhaegar los había abandonado para ir con su padre, Daenaera suponía que para planear estrategias en dado caso que hubiese un problema.
—No quiero estar aquí —Luke se quejó en voz baja, recostado en la cama, justo en medio de sus dos hermanos.
—Yo tampoco —Jace le contestó, soltando un suspiro—, pero el abuelo solicitó nuestra presencia.
—Pensemos en que es una oportunidad para pasar tiempo con él —Daena hablo, girando su rostro para ver a sus hermanos—. Y su mustia esposa.
Con eso logró que sus hermanos rieran, lo que la hizo sonreír. Sin embargo, su comentario era muy enserio; no soportaba a la reina y, aunque a ella no le había hecho nada, al meterse con su madre ya le sobraban razones para eso.
—Alicent nos odia —Jacaerys dijo, viendo el techo de la gran habitación—, y... no le hemos hecho casi nada.
Daena soltó una pequeña risa—. Solamente Luke le saco el ojo a su hijo —se burló la platinada, notando de inmediato como su hermano se sonrojaba.
—Y me arrepiento mucho —el menor murmuro, comenzando a jugar con sus manos, algo nervioso—. De hecho, me gustaría disculparme con el tío Aemond y tratar de hacer algo para ganarme su perdón.
Jacaerys y Daenaera de inmediato negaron con la cabeza, viendo a Lucerys con incredulidad.
—No es buena idea —el mayor negó, viendo a su hermano con extrañeza.
—Si le sacaste el ojo fue para defenderte a ti, a Jace y las hijas de Daemon —ahora fue Daena la que hablo, negando con la cabeza—. Jamás te arrepientas por tratar de ponerte a salvo.
