𝐖𝐎𝐇 ! I can't help but love you, even though I try not to.
Daenaera Velaryon sabía que su madre
terminaría siendo reina, al igual que sabía
que su destino sería casarse con algún Lord
...
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JACAERYS ESTABA ENCERRADO EN SUS APOSENTOS, PENSANDO EN TODO LO QUE había estado pasando y en lo que debería de hacer para apoyar no solo el reclamo de su madre, si no también el suyo.
Todo estaba silencioso, las personas en el castillo estaban haciendo sus propias cosas, la mayoría en sus habitaciones.
Jacaerys suspiro cuando escucho como la puerta de su habitación era abierta, creyendo que sería su madre o Baela la que lo buscaba.
Pero no era así.
La persona que entró era su hermana, Daenaera.
—Cuando la guerra estaba por comenzar, dijiste que me necesitabas a tu lado... —Daena habló, adentrándose más en la habitación, su voz era baja—. Sin embargo, no hemos estado muy unidos estos últimos días.
Jace suspiro, girándose para verla con lentitud, su rostro estaba serio. La platinada mordió el interior de su mejilla, esperando a que contestara.
—Tu haz estado haciendo tus cosas y yo las mías, Daena —él dijo, negando con la cabeza—. Tu tiempo ha sido repartido fuera del castillo, el poco que dedicas aquí es para el consejo.
—Estas molesto. —aseguró, comenzando a caminar para poder acercarse más a él.
—¿Y qué si lo estoy? —de mala gana él le contestó, dando un paso hacia atrás para alejarse.
Daena lo observo con las cejas alzadas al notar eso, algo incrédula de que él hiciera eso.
—No tienes porque estarlo, Jacaerys —Daena negó, quedándose estática en su lugar durante unos segundos—. Soy tu hermana, seré tu apoyo siempre que pueda, pero para mi disgusto no tenemos mucho tiempo últimamente.
—Porque tú te la pasas lejos de Dragonstone —señaló con fastidio, recorriéndola con la mirada mientras aún había una corta distancia entre ellos—. Si no estuvieras yendo y viniendo podríamos tener un momento juntos.
—Tu temperamento no ha sido el mejor estos días —ella dijo, viéndolo con el ceño fruncido, cruzando sus brazos sobre su pecho.
—¡Ni siquiera estuviste hoy en el consejo! —Jacaerys dijo, alzando la voz, perdiendo la paciencia.
Daenaera lo observo con sorpresa, sin poder creer que le había alzada la voz. Tardó unos segundos en responder, ya que sabía que si se alteraba todo se pondría peor. Y no quería eso.
—Jeyne Arryn no estaba feliz con los dragones que madre envió —tratando de calmar su temperamento, Daena habló—, no iba a permitir que nuestros hermanos y Rhaena recibieran malos tratos.
Jace se quedó en silencio durante algunos segundos, pensando en que podría contestar. Sus ojos se dirigieron al suelo, dándose cuenta de que estaban discutiendo por nada realmente importante.
