「 𝟎𝟑. Bastardos. 」
ESE DÍA, DAENA DESPERTÓ EN LA HABITACIÓN QUE LE HABÍAN ASIGNADO. De inmediato se levantó de su cama y tomó un baño, preparándose para desayunar en "familia", justo como todos sabían que el rey Viserys deseaba.
Estaba siendo difícil mantener la compostura y si para ella lo era, sabía que para Rhaegar debía estar siendo el doble de difícil, lo cual la divertía.
Rhaegar era sarcástico, narcisista y egocéntrico, pero también era algunas veces divertido. Y Daenaera disfrutaba burlarse de él y de su rápida pérdida de paciencia.
Al salir de su alcoba se encontró con su hermano menor, Lucerys, esperándola. Esto la hizo sonreír con dulzura, sin duda alguna sus hermanos y madre eran los únicos que lograban sacar ese lado en ella.
Y, antes de que falleciera, su padre también lo hacía.
Su corazón dolió al recordar a su padre, su asesinato sería algo que jamás superaría. Y aunque Daemon era una buena segunda figura paterna, jamás sería Laenor Velaryon. Así fuera él su verdadero padre o no, Laenor fue el que la crió durante su infancia; se robó su corazón como nadie más podría hacerlo.
Laenor sería siempre su padre. Nadie la haría cambiar de opinión.
—¿Qué hacías aquí afuera? —Daena le preguntó a Lucerys, entrelazando su brazo con el de él.
—Me gustaría pasear contigo antes del almuerzo —él contestó, sonriéndole a su hermana con un brillo en sus ojos azules.
Para Daenaera, Lucerys era el chico más lindo y dulce de todos, tal vez era por su amor de hermana o tal vez era la verdad. Lo que ella si sabia es que amaba a Lucerys como no amaba a sus otros hermanos, y era capaz de asesinar o dar su vida por él.
—¿No estás asustado por Aemond, verdad? —le preguntó en voz baja, mientras comenzaban a caminar, aunque ella ya sabía perfectamente la respuesta.
—Un poco... —el menor admitió, sonrojándose y manteniendo su mirada al frente.
Daenaera lo tomó de la mejilla con delicadeza, aún sin hacer que la viera—. Luke mírame —le pidió con voz suave, deteniéndolo en medio de uno de los tantos pasillos del castillo—. No voy a permitir que Aemond o cualquier otra persona te haga daño.
Lucerys le sonrió, para luego abrazarla con fuerza. Ella le regresó el abrazo, sonriendo ladina.
Ambos se amaban, eran los hermanos más unidos que habían visto los pueblerinos. O eso era lo que champiñón decía.
—¿Qué me harás si me acerco a él, Daena? —la voz de Aemond interrumpió su momento, haciendo que Luke se alejara de la platinada con rapidez, algo asustado.
—Cosas que no pueden ser dichas por una princesa, tío —ella le respondió, tomando a Lucerys de la mano, con sus ojos puestos en Aemond.
El del parche dio unos pasos hacía ellos, pero solo viendo a Daenaera, como si se hubiese olvidado de la presencia de Lucerys.
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𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ✧ Aemond Targaryen.
Fanfic𝐖𝐎𝐇 ! I can't help but love you, even though I try not to. Daenaera Velaryon sabía que su madre terminaría siendo reina, al igual que sabía que su destino sería casarse con algún Lord ...