Beginning of the tragedy

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284 d. C

Dhella Targaryen, la única Targaryen de la cual se sabe el paradero acababa de perder su libertad, apenas tenía quince días del nombre recién cumplidos y estuvo apunto de ser ejecutada por el Usurpador al trono de su familia, Robert Baratheon, para luego ser vendida como una ofrenda de paz a la casa Martell, a un hombre que simplemente conocía de vista.

El nombre que escuchó varias veces de la dulce voz de su cuñada Elia Martell, quien había sigo masacrada en Desembarco del Rey en su presencia, la princesa intentó huir con sus sobrinos, sin embargo, no lo logro siendo capturada y obligada a entregar y ver como asesinaban a sus sobrinos junto a su cuñada.

Ahora mismo estaba siendo llevada a Dorne, para poder casarse con el príncipe Oberyn. No sabía la razón por la cual el príncipe quiso evitar su ejecución exigiendo su mano al Rey Robert quien sin mucho interés en la joven permitió la unión, tomándola como una ofrenda de paz con la casa Martell.

Al llegar a Palacio Antiguo, lugar donde viviría el resto de sus días, los sirvientes la hicieron bajar del carruaje qué la alojaba sin mucha delicadeza, con la cabeza baja se posó frente al príncipe Doran Martell, el jefe de la Casa Martell.

"Princesa Dhella, es bueno volver a verla sin importar las circunstancias" haciendo una leve reverencia la princesa respondió

"Príncipe Doran, me alegra verlo, lamento mucho la muerte de Elia, yo... Le juro que intenté..." la joven se sentía triste no poder haberlos defendido "No es su culpa Dhella, sé con certeza cuanto la querías a ella y a mis sobrinos" la chica asintió y sin más ambos se adentraron al hogar de los Martell





La boda fue rápida y sin público, su nuevo esposo no le había dirigido la palabra ni una sola vez excepto al dar sus votos en la ceremonia, no tuvo un vestido, no hubo un banquete, no hubo felicitaciones. No es que a ella le importara mucho, simplemente había imaginado su boda de otra forma, Rhaegar le había prometido que se casaría con quien su corazón llamara, que sería un día especial para ella.

Pero Rhaegar ya no está aquí, las promesas y esperanzas de su infancia se fueron con él, con todo lo que conocía, ahora estaba en Dorne, en la habitación esperando a que su nuevo esposo llegase y pudiesen hablar.

La puerta fue abruptamente abierta y cerrada de la misma manera, en ella observó el cuerpo fornido del príncipe Martell, piel morena, ojos oscuros y cabello negro, un hombre guapo sin duda, Dhella pudo haberse quedado viéndolo a la cara por más tiempo de no ser por la mirada afilada del príncipe hacia ella, aquella mirada hizo que bajase la cabeza asustada.

"Mi príncipe, estoy agradecida por..." fue interrumpida por la mano del Martell ciñéndose al rededor de su pequeño rostro alrededor de sus mejillas apretandolas con fuerza, la Targaryen solo pudo soltar un chillido y tomar la mano del príncipe como si eso lo fuese a alejar "Cállate puta, no estás aquí porque haya querido salvar a la hermana del maldito Rhaegar Targaryen, no podré vengarme de los Lannister por lo que le hicieron a mi hermana, pero sí puedo vengar lo que tu hermano le hizo a Elia, fue humillada por tu maldita sangre y murió por ella, no espero hacer menos contigo" con rabia en los ojos empujó a la princesa a la cama que se encontraba detrás de ellos con brusquedad haciéndola rebotar en ella con los ojos llenos de lágrimas y la respiración temblorosa.

Al ver que el príncipe empezaba a deshacerse de sus prendas, la chica empezó a retroceder en el colchón "Mi príncipe, p...por favor n...no" sollozo con ojos asustados, con su vestimenta ya en el suelo Oberyn tomó a la princesa por los tobillos acercandola al borde de la cama para rasgarle el vestido por la fuerza haciéndolo pedazos.

Dhella forcegeaba lo mejor que podía para poder defenderse del hombre que estaba sobre ella, con rabia el dorniense la abofeteo y tomó del cabello acercandola a su rostro "Nos convertimos en marido y mujer, acabamos de casarnos princesa, luego de la boda la pareja debe consumar su matrimonio, eres mi esposa y harás lo que diga. Abre las putas piernas. "

Esa noche se escuchó por todo Palacio Antiguo los llantos estruendosos de la princesa clamando por ayuda. Nadie llegó a su rescate, su doncellez e inocencia fueron tomados de la manera más vil y cruel en la cual un hombre pudiese actuar con una jovencita, sin embargo, eso no sería lo único que sufriría a manos del hombre que la tomó por esposa.






Los rayos de luz iluminaban la habitación del reciente matrimonio, la princesa se encontraba entre las sábanas de la cama aferrando la tela contra su pecho desnudo, boca arriba con la vista al techo y con los ojos rojos y llenos de lágrimas mientras que de su boca salían pequeños sollozos. Del otro lado de la cama Oberyn yacía dormido y con la respiración pesada, completamente ageno al dolor de su joven esposa.

Momentos después el príncipe de Dorne despertó y empezó a colocar sus ropas sobre su cuerpo desnudo dispuesto a empezar la mañana rompiendo el ayuno con su amante y sus hijas, ignorando por completo el estado en el que se encontraba Dhella, las sábanas manchadas de sangre no significaron nada par él, ni los mordiscos y moretones qué había en el cuerpo de su esposa.

"Ordenare qué te preparen un baño y traígan el desayuno, no quiero que molestes, no deseo ver tu maldita cara el resto del día" la puerta se cerró quedando en silencio la habitación, la princesa se permitió sacar todo el llanto que había estado guardando la noche anterior.

Las puertas fueron abiertas nuevamente y observó como dos doncellas pasaban y empezaban a preparar su baño ignorando por completo a su señora, obligandola a levantarse de la cama y colocarla en la bañera con agua fría, mientras una lavaba el cuerpo de la princesa otra cambiaba la ropa de cama sucia.

Al terminar de bañarla, vestirla y servirle el desayuno dejaron a la princesa con nada más que ella misma en la habitación y desaparecieron de ella, con la vista en al jardín pudo observar a la lejanía a Oberyn rompiendo el ayuno con cuatro niñas y una mujer de cabello negro y muy bella sentada junto a él.

Luego de anoche solo podía esperar que el príncipe al menos respetará su matrimonio pero tal parece que no será así, ella no era más que una maldita para él, una mujer sin valor.

Todo por el apellido que llevaba, por la sangre que corría en sus venas, por sucesos que estuvieron fuera de su alcance, por ser una Targaryen.

























Primer capitulo!
Espero les guste y puedan apoyar la historia
Qué creen que depare el futuro para Dhella en manos de Oberyn? 👀

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