Desde que sus hermanos partieron a Pentos, Dhella, solo podría describir cómo se sentía de una manera, destruida, lloraba todas las noches y tardes en presencia de Obara quien simplemente la consolaba. La princesa se había negado a hablar con los hermanos Martell, se le hicieron promesas que no cumplieron y le hicieron creer en ellos, Oberyn estaba desesperado de volver a tener la cercanía que antes le brindaba su esposa, entendía el porqué, pero eso no significaba que dejase de doler.
"No puedes seguir así Dhella, tienes la certeza de que ellos estarán bien, pasaste tu onomástico número dieciséis con ellos, ahora puede que no los vuelvas a ver en un tiempo, pero sé que regresan con contigo en algún momento, tienes que ser fuerte por el bebé" Obara alentó a su madrastra quien simplemente cerró los ojos y colocó su mano en su vientre hinchado, tenía nueve lunas de embarazo, pronto se pondría de parto, el bebé nacerá en cualquier momento y eso la aterraba, su familia no tenía un gran historial en la cama de parto y temía ser parte de esas historias.
Aunque ahora sin sus hermanos era lo que menos le importaba "Tú no lo entiendes Obara, tienes a tu familia, a tu padre, a tus hermanas, tu madre está viva y te ama al igual que Ellaria que te cuida y adora como si ella misma te hubiese cargado en su vientre nueve lunas, yo no tengo a nadie, tu padre no me ama, mi hermano y padres están muertos y mis hermanos menores están del otro lado del mundo, no concebimos al bebé de la mejor manera pero todo lo que conocía ya no está" replicó a la dornienses quien simplemente frunció el ceño ante la princesa y se retiró de la habitación un tanto molesta porque a la princesa no le importase demasiado su hijo.
" Yo solo espero poder reunirme con mi familia pronto... " susurró cerrando los ojos mientras caía en un profundo sueño.
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Esa misma noche la Targaryen se puso de parto, los príncipes Martell estaban preocupados por el estado de la princesa.
" ¿Cómo está ella maestre? " preguntó Oberyn fuera de las habitaciones donde se encontraba su esposa dando a luz "Es complicado mi príncipe, el bebé no quiere salir, la princesa está muy débil por su condición y a perdido mucha sangre en las últimas horas..." habló con pesar el maestre regresando dentro de la cama de parto.
Dentro y fuera de la habitación solo se podían escuchar los gritos, llantos y lamentos de la joven, en un momento de desesperación Oberyn decidió entrar no sin antes ser detenido por el fallido intento de su hermano "Oberyn, ¡regresa aquí!" exclamó Doran quien simplemente recibió un manotazo por parte del menor mientras la puerta se azotaba en la cara del Martell mayor, las parteras y el maestre intentaron evitar que se acercara a la chica para sacrarlo de ahí "Mi príncipe, este no es un lugar apto para usted, debe salir majestad"
"¿Y quién me sacara de aquí? Estaré junto a mi esposa" sentenció para acercarse a la peliblanca quien estaba postrada en la cama con la espalda inclinada entre las almohadas, su cabellos blanco platinado pegado en su frente por el sudor y lágrimas, los ojos medio abiertos tornados de rojo por el llanto y la fuerza utilizada en las últimas horas, sus piernas se encontraban abiertas con una partera entre ellas monitoreando el nulo avance del parto. Oberyn se hinco a un lado de la cama para tomar su mano y besar suavemente su frente "Eres fuerte mi amor, sé que puedes hacerlo"
"Tengo miedo... no quiero morir, quiero ver a mi bebé y regresar con mis hermanos" sollozo con la cabeza recostada en las almohadas, el dorniense se sintió preocupado "Eres fuerte, querida, cuando él nazca tú y yo nos iremos a Pentos con tus hermanos ¿está bien?"
"¿De verdad?" preguntó con una media sonrisa la embarazada, a lo que Oberyn asintió rápidamente
Dhella siguió pujando durante las siguientes horas, al amanecer al fin había podido traer al mundo a su hijo, un varón, el heredero de Oberyn.
" ¡Lo logró majestad, ya nació! ¡Es un varón! ¡Es un varón!" exclamó la partera envolviendo al niño que lloraba a todo pulmón entre sábanas y entregandoselo a su madre para que lo tomase, la princesa lo tomó como pudo pues aún estaba muy débil
"Mira Oberyn, es nuestro hijo" susurro con voz cansada dándole un beso en la frente a su bebé antes de desmayarse, rápidamente el padre tomó al bebé para evitará qué esta lo soltara "¡Un maestre!, ¡mi esposa!"Rápidamente sacaron al príncipe Oberyn de la habitación junto con el bebé para atender a la princesa.
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Pasaron horas hasta que llegó la hora del lobo antes que le permitieran entrar a ver a la princesa o que hablaran con él, su hijo ahora estaba siendo alimentado por una nodriza, frente a él salió el maestre para hablar con él "Lo lamentamos mi príncipe, la princesa está muy débil, perdió mucha sangre en el parto. Es... es posible que no sobreviva esta noche, lo lamentamos mi príncipe, hicimos todo lo posible... "
Oberyn se quedó frente a la puerta viendo al maestre darse la vuelta e irse, se quedó pensando durante un tiempo antes de entrar a los aposentos donde yacia su esposa. Dhella se veía diferente a cuando la conoció, su cabello que antes brillaba al igual que sus mejillas de un color rosa pálido y en sus ojos donde se reflejaba aquel brillo que con el tiempo se fue apagando y su sonrisa inocente. Ahora estaba postrada ahí con su vida en un hilo después de haber dado a luz al hijo de él, su cabello sin brillo y enredado, sus ojos violetas a medio cerrar se veían opacos, su piel también estaba más pálida de lo que realmente era, todo era su culpa.
"Dhella, cuanto lo lamento, tienes que ser fuerte, cielo, nuestro hijo te necesita, tus hermanos también... yo te necesito..." le dijo con los ojos inundados de lágrimas por soltar, tomando su mano y besando su frente, mejillas y labios para reposar su frente junto a la ella
" Ya no puedo hacer esto Oberyn, no tengo nada" susurró sin fuerzas "Claro que sí, amor, nos tienes a mi, a nuestro hijo, a tus hermanos, a mis hijas, todos te necesitamos" Dhella sonrió ante la mención de los y volvió a hablar "Sé que serán fuertes sin mi, los cuidare a todos a donde quiera que vaya, prometeme que protegerá a nuestro hijo, amaras a mis hijastras y darás apoyo a mis hermanos, prometelo Oberyn" apretando su mano él hizo la promesa "Te lo prometo amor, no sabes cuan arrepentido estoy de todo lo que te hice, te amo, aprendí de lo que hice y estoy arrepentido" lloró frente a ella besándola."No te preocupes mi amor, todo está olvidado, quiero que sepas que te perdono Oberyn, sin importar las circunstancias pude encontrarme contigo..."
Durante varios minutos solo hubo silencio hasta que la princesa habló por última vez "Te amo, Oberyn Martell, siempre te amé, desde la primera vez que te vi en la boda de nuestros hermanos" con un último beso la Targaryen se despidió del lado de su primer amor para entrar en un sueño profundo.
El príncipe Oberyn no pudo hacer más que llorar en la cama de la mujer que había amado y lastimado al mismo tiempo.
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La princesa habia enviado una carta a sus hermanos horas antes de morir, al igual que una para Oberyn.
Mientras leía la carta este solo podía llorar, ella relataba como había intentado proteger a su hermana y sobrinos. Como lo había amado desde la primera vez que se conocieron en Desembarco del Rey.
La culpa iría siempre con él, la mujer que amó se había ido.☼
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Innocent Revenge
FanfictionEn donde la única hija del fallecido Rey Loco luego de la derrota del Príncipe de Plata y la desaparición de sus hermanos menores es tomada cautiva por el Rey Robert Baratheon. El Rey Usurpador piensa ejecutarla por los crímenes de su padre y herman...