Little Girls

235 24 0
                                    

Habían pasado algunos días desde que la princesa Targaryen había sufrido en la soledad de su habitación, Oberyn no había vuelto a aparecer y estaba agradecida por ello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Habían pasado algunos días desde que la princesa Targaryen había sufrido en la soledad de su habitación, Oberyn no había vuelto a aparecer y estaba agradecida por ello. Mientras se sentaba de nuevo a la orilla del balcón para observar el jardín recordaba las veces que ella y Rhaegar jugaban en los jardines de la Fortaleza Roja con nodrizas detrás de ellos desesperadas por limpiarlos para la cena en familia con sus padres presentes.

En medio de sus pensamientos escuchó la puerta siendo abierta y causando un ruido muy fuerte, con temor se volteo rápidamente esperando ver al príncipe, sin embargo, lo único que observó fue a cuatro pequeñas niñas "Padre, ¿donde estás?" habló la pequeña voz buscando por la habitación encontrando únicamente la silueta de la joven de cabello platinado "Hola, estoy buscando a mi padre ¿sabes dónde está?" volvió a hablar la niña.

Dhella se acercó a ellas y sonrió levemente "Mi lady, me disculpo pero no sé quien es su padre" dijo con voz suave "No soy una lady, pero mi padre es el príncipe Oberyn Martell" respondió la niña sonriendo y viendo a sus hermanas hacerlo de igual manera, Dhella cambio el semblante al escuchar el nombre, pero disimulo.

"Me temo que no sé donde se encuentra el Príncipe Oberyn, pequeña... ¿Cómo se llaman?" preguntó con curiosidad sentándose en la cama, invitando a las niñas a hacerlo, la mayor colocó al bebé que cargaba en medio de esta y se paró frente a Dhella.

"Yo soy Obara, soy la mayor tengo once, ella es Nymeria tiene ocho, la parlanchina de ahí es Tyene y tiene..." la menor interrumpió a su hermana "¡Tengo seis!" gritó emocionada cuando la mencionó su hermana "Silencio Tyene, la bebé es Sarella y tiene dos días del nombre , ¿Y usted señorita como se llama?" habló Obara amablemente

"Mi nombre es Dhella, un gusto conocerlas"

"¿Cuántos días del nombre tienes Dhella?" Obara reprendio a Tyene por ser tan curiosa y Dhella soltó una melodiosa risa "Tengo quince días del nombre Tyene" respondió mientras tomaba a la bebé que empezaba a moverse de la cama y la sentaba en su regazo "Eres casi de mi edad, ¿Podemos quedarnos y jugar contigo?" habló la mayor de las hermanas mientras sonreía, sin pensarlo mucho la Targaryen acepto si dudarlo.
De todas maneras de algún modo u otro ella seguía siendo una chiquilla, aquella que había sido arrancada de su hogar y ahora estaba condenada a pagar por delitos que no cometió.

Durante toda la tarde las hijas de la Víbora Roja y su esposa se la pasaron  jugando cantando y contando historias, Dhella había olvidado por completo su desdicha y simplemente se concentraba en pasar la tarde en alegría. De un momento a otro los Dioses se pusieron de acuerdo para la mala suerte de la princesa, mientras la bebé empezaba a llorar la rubia intentaba calmarla, por la puerta entraba el príncipe Oberyn malinterpretando la escena frente a sus ojos, su hija menor llorando en los brazos de la maldita Targaryen y las demás niñas con un rostro preocupado "¿Qué haces con mis hijas?" exclamó furico alejando a la menor de los brazos de su esposa empujandola a un lado y poniendo a sus hijas de su lado.

Con expresión temerosa la princesa intentó hablar "Mi príncipe yo..."

"Cierra la boca, tú y yo arreglaremos esto a solas. Obara, ve y lleva a tus hermanas con Ellaria" habló a su hija mayor quien sin entender el radical cambio de comportamiento de su nueva amiga frente a su padre asintió confundida mientras tomaba a sus hermanas y salían de la habitación, cuando no hubo rastro de las niñas el príncipe Oberyn se acercó amenazante a la joven y la tomó por sus rizos platinado haciendo un nudo con ellos sacando un sollozo de la boca de la chica que empezó a llorar sin poder evitarlo.

"M...mi príncipe le juro que..." fue callada por un golpe en su pálida mejilla "Lo vi todo, eres igual de despreciable qué tu maldito hermano, lastimando personas inocentes por simple placer, no quiero volverte a ver cerca de mis hijas" la princesa fue arrastrada hasta una esquina de la habitación para luego ser golpeada en el estómago por el príncipe quien sin más la azotó contra el suelo de manera violenta, dejándola sola mientras él abandonaba la recamara.

Obara se encontraba sentada en la habitación de su padre en espera por él, no sabía la razón de porqué se había molestado con Dhella, salió de sus pensamientos escuchando la voz de su padre, la cual interrumpió abruptamente "Padre, porqué le has gritado a la señorita Dhella" el príncipe solamente suspiro y re restrego la cara con su mano "Querida, ¿Sabes acaso quién es en realidad ella?"

"Es la señorita Dhella" respondió simplemente a su padre "Obara, ella es la hermana del esposo de tu tía Elia, el esposo que la deshonro y humilló, a ella y a tus primos. Dhella Targaryen está aquí para pagar por los crímenes de su familia, como sabes me uní en matrimonio con alguien hace unos cuantos días, pues fue con ella" la mayor de sus hijas solo frunció el ceño y analizó por unos momentos antes de atacar a su padre con sus palabras.

"Ella no le hizo dañó a la tía Elia, tú y Ellaría lo dijeron, los culpables son el príncipe Rhaegar y los Lannister. Ella jugó con nosotras toda la tarde y Sarella estaba tranquila con ella antes de que tú entraras y las asustaras" exclamó enojada con las acusaciones de su padre hacia su nueva amiga. Obara tenía simpatía con ella pues no eran de edades muy lejanas.
Con un fuerte suspiro Obara dejó las habitaciones de su padre y se dirigió a donde ella y sus hermanas pasaron la tarde, al abrir la puerta se encontró con que la joven Targaryen yacía tendida en el suelo frío de piedra con la cara escondida entre sus largos rizos platinados, el único ruido en la habitación eran sus suaves sollozos.

Obara se acercó a ella a paso lento y se hinco frente a ella tocando su espalda con cautela para no asustarla "¿Estás bien, Dhella?" preguntó preocupada, bajo su mano sentía el cuerpo de la joven temblar. La dorniense se quedó junto a la platinada durante bastante tiempo, cuando esta estuvo más calmada lentamente levantó su rostro para ver a la menor "Gracias por estar aquí, Obara" la niña negó con la cabeza y la ayudó a levantar para dirigirse a la cama.

Ambas estuvieron juntas durante el resto de la tarde, Dhella se sentía a gusto con Obara, y Obara se sentía bien con Dhella.
El retoño de su verdugo sería su mejor soporte.

























.


Innocent Revenge Donde viven las historias. Descúbrelo ahora