5. 𝕰𝖑 𝕽𝖊𝖞 𝕮𝖗𝖚𝖊𝖑

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CAPÍTULO 5AÑO 480 DE LA ERA ANSARFORTALEZA NEGRA-CIUDAD DE LOS LIRIOS

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CAPÍTULO 5
AÑO 480 DE LA ERA ANSAR
FORTALEZA NEGRA-CIUDAD DE LOS LIRIOS

Arthur I Ansar lo había convocado a él y otros hombres que creía capaces y lo suficientemente confiables para tal travesía. La Fortaleza Negra en la Ciudad de los Lirios los esperaba tan magnífica como siempre, el edificio se alzaba alto e imponente, con largos muros de piedra oscura y vidrios de colores negro, gris y violáceos, el famoso jardín de los lirios eternos los había recibido en todo su esplendor mientras a cada paso que daban un siervo distinto les ofrecía una bebida o aperitivo de la más alta calidad.

Robert se había desacostumbrado a pasear esos lares, ya no vivía con tales lujos y tampoco se arrepentía de ello, aunque rememoraba con cierto cariño algunas celebraciones dadas en la Fortaleza, como las Justas o torneos ofrecidos para divertir al pueblo.

A su lado iban caminando viejos colegas, caballeros, marineros y piratas que habían tenido la suerte de obtener el favor del Rey, todos aprovechaban el momento como si fuese el último. Hasta llegó a ver un par que aceptaban las ofertas de mujeres preparadas especialmente para ellos. Arthur siempre pensaba en todo con el fin de obtener lo que quería.

En lugar de ir al Salón de Banquetes llegaron al Salón Oficial de la Fortaleza, un espacio dedicado especialmente a reuniones de explícita importancia, múltiples secretos resguardaban sus muros y Robert podía decir que sabía muchos de ellos.

Era una sala magnífica, con enormes ventanales que permitían pasar la fresca brisa de la temporada, decoradas con cortinas de las más finas telas traídas del Valle Hermoso.

Sus muros de piedra eran mucho más claros que la cubierta exterior, permitiendo que el reflejo de la luz solar de en los lugares propicios para destacar los finos candelabros, aún apagados, que decoraban todas las paredes junto a las maravillosas obras de arte, entre las que destacaban los retratos de la familia Real, la actual y parte de los anteriores.

La mesa larga y bien decorada los recibió, repleta de exquisiteces de la Ciudad de Los Lirios pero también pudo notar alimentos de otros lugares lejanos, posiblemente traídos especialmente para esta ocasión.

Al final de la mesa se alzaba una tarima con la mesa principal donde se hallaban de pie Arthur I Ansar junto a su Reina Elinda y a su lado su joven hija, la princesa Amira.

El encuentro no se extendió demasiado debido que a medida que el Rey iba dando sus motivos, los invitados iban rechazando la oferta a sabiendas de que posiblemente nunca más serían invitados a un evento de tal tamaño.

Pero Robert se quedó, al fin y al cabo él ya conocía la leyenda.

—Hace mucho tiempo —Comenzó el viejo Rey—Un antiguo familiar se cruzó con una bruja, está le realizó un hechizo...un maleficio...

Ellos ya sabían la historia, pero no querían, ni podían, decir nada.

—Decía qué criaturas oscuras volarian sobre nosotros gracias al hijo de la luna que nacerá la próxima temporada.

LAS CRÓNICAS DE VERMITHORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora