CAPITULO 7
AÑO 480 DE LA ERA ANSAR
FORTALEZA NEGRA—CIUDAD DE LOS LIRIOSLa tensión era palpable en el ambiente desde la mañana, el Consejo Zafiro había debido reunirse de urgencia para intentar calmar las aguas. Pero era imposible, en lugar de ayudar estaban creando más disturbios.
—Su Majestad, permítame recordarle que estamos hablando de la élite de nuestros caballeros.
Lord Joseph Grayson se encontraba del otro lado de la larga mesa, su voz apenas se oía desde su puesto, pero eso no quitaba que pidiera constantemente la palabra.
El Rey miró por un instante a su Derecha, quien no dejaba de bufar mientras escuchaba las palabras del Consejo. El Salón Oficial estaba ocupado por sus nueve hombres más leales, liderados por Denzel Breston.
Arthur estaba cansado, más bien harto, de la situación. Las cosas no habían salido como las habían planeado y ahora debían avanzar con el plan secundario. Esperaba que solo necesitaran una reunión de rutina, pero parece ser que eso no alcanzaría. Los hombres frente a él no dejaban de pisarse al hablar, ni siquiera podía ya diferenciar las voces que se pronunciaban.
Grayson retoma la palabra, está vez para el resto de los miembros, su porte rígido y altanero lo hace destacar. Sabía el poder de su casa en el Consejo y lo aprovechaba teniendo a los demás escuchándolo atentamente. Sabía también que el soberano lo detestaba, pero no le importaba, él debía conseguir la mayoría de votos para efectuar su plan. Al fin y al cabo todos sabían que tener problemas con el tesorero podrían llevarlos a la ruina.
El Rey permanecía en silencio, se acomoda en la silla un par de veces, mira el techo y se rinde, suspira con pesadez mientras apoya su rostro en su mano izquierda. La idea de Grayson no era mala, pero su voz aguda le hacía doler la cabeza.
Breston dirige su vista al Rey, lo ve respirando pesadamente con los ojos cerrados, y con un gesto obliga a que la sala quede en silencio.
Los hombres se miran entre sí por unos instantes, algunos avergonzados por su actuar, otros aún con sus palabras atoradas en sus gargantas.
—Su Majestad —Denzel toma la palabra. Arthur entre abre los ojos y lo mira, se dan cuenta de que está siendo una molestia.—Necesito la confirmación para poder avanzar.
El Rey se endereza en su sitio, siente la corona pesada sobre su cabeza. Se toma su tiempo para pensar en las palabras adecuadas.
—Haz lo que tengas que hacer para traerme la cabeza de los traidores.
—¿Qué hay de Braun?—Oye al Consejero Naval, Thomas Crowly, susurrarle a Stephan Darl. Ambos habían estado hablando por lo bajo durante toda la reunión, esperando que nadie más los oyera. Darl eleva sus hombros con un gesto que denotaba que poco me importaba lo que le pasara a ese hombre. El Consejero de Justicia había tenido grandes altercados con Robert y lo último en lo que se preocuparía era en cómo saldría de todo eso.
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LAS CRÓNICAS DE VERMITHOR
FantasíaLas leyendas e historias existían por una razón, y ellos, con el afán de cumplir su sueño, habían decidido ignorar todas las advertencias. ¿Será una maldición? ¿O es realmente una profecía?