ChanYeol

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SeHun dio un último vistazo a la "pareja" que hacían ese tal ChanYeol (¿así era como se llamaba, no?) y su KyungSoo a lo lejos desapareciendo de su vista. 

—¡Hey, SeHun!— llamó su ahora amigo, SuHo.

Regresó su vista hacia la tienda donde se encontraban. Alzó las cejas no entendiendo qué se había perdido.

—¿Vas a ir o no?— preguntó SuHo frunciendo el ceño y ladeando la cabeza para observar qué era lo que le tenía embobado al alto.

SeHun debió haber estado demasiado sumergido en aquella pareja que no había escuchado absolutamente nada de lo que su opuesto hubiese dicho antes de que escuchase el llamado. Al parecer, SuHo entendió porque le explicó:

—Para ir a la excursión de finales de exámenes.— se le acercó un poco más y bajó su tono de voz para no ser escuchado por externos. —Irá KyungSoo, por si acaso.— le dio una guiñada de ojo y le haló del brazo. —Venga, que tenemos que seguir ayudando a comprar el traje de BaekHyun, ya sabes que se pone berrinchoso cuando no encuentra lo que desea.— SeHun asintió a todo y se dejó llevar no volteando de regreso y seguir admirando aquella silueta que ya no se encontraba a los lejos. ¿Cómo es que ese pequeño muchacho le revolvía el estómago y no en mala gana, sino que no solo le revolvía el estómago, además de eso le hacía estallar la cabeza en fuegos artificiales. ¡Vaya! Sí que ese pequeño de ojos grandes le gustaba.

—¡Despierta, SeHun!— llamó un enfurruñado BaekHyun que estaba cruzado de brazos. —Se supone que debes estar feliz por estar acompañándome.— soltó como si una diva fuese y a SeHun esa actitud realmente no le agradaba. Frunció el ceño de regreso.

—Estoy alegre de que ya esta semana acabe mi tortura. Ya no te soporto, Baek.—

Pronto el cambio en el rostro del más bajo se hizo notorio incluyendo el movimiento de manzana de Adán que movió de arriba hacia abajo tragando saliva. SeHun debió haber estado cabreado para soltarle esa dura frase. Nunca antes había sido tan descortés o directo con alguien. Alzó su mano para tocar el hombro del impropio pero BaekHyun le esquivó.

—Vete, SeHun.—ordenó despacio. —¡Vete, ya!— alzó la voz y provocó un pequeño paso hacia atrás para SeHun y SuHo que lo acompañaban. SuHo le dirigió una mirada confusa al alto y éste solo alzó y bajó los hombros. No dijo más y dio media vuelta no sabiendo donde ir; no obstante ya sus piernas reconocían el lugar y sin querer (o queriendo) se encontraba espiando a dónde habían parado los "tórtolos" de ChanYeol y KyungSoo. Comían de lo más alegres, con esa sonrisa de niño con nuevo juguete puesta sobre ese rostro angelical y mirada endemoniada que poseía KyungSoo. 

¿Qué estaba haciendo SeHun detrás de ese auto escarlata estacionado frente al puesto de pizzería al paso, inmiscuyéndose  en asuntos que no tenían que ver con él?

Le dolió el alma.

Quizás sí tenía que ver con él.

Decidió pararse de su escondite para nada singular y caminó con la cabeza gacha hacia quién sabe dónde. Pero en su mente solo circulaban ese par de fotogramas: ChanYeol lamiendo la comisura de los labios de KyungSoo y éste con los ojos cerrados disfrutando del roce. Tragó saliva. 

Dolía. Dolía y mucho.

¡Dame un beso, KyungSoo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora