Un muchacho alto con un símbolo llamativo como lo eran sus orejas grandes se acercaba presuroso en su bicicleta a la casa de su mejor amigo cuando éste le llamó por una emergencia . ChanYeol no tenía ningún inconveniente en dejar el bus que partía para su casa a las afueras de la ciudad, pero sí que le jodía que le despertasen de su sueño profundo como él lo llamaba. Había pedido disculpas reiteradas veces al chófer y tomado la bicicleta alquilada de la estación de buses. Para buena suerte del enano, el alto y orejón ChanYeol sonreía por la reciente llamada. Creyó haber escuchado un "SeHun me ha besado cuando estábamos en mi cama". Eso sí que era tener suerte. ¿Debería volver a mudarse a Seúl? se preguntó mientras pedaleaba constantemente. No tardó más que cuarenta y cinco minutos alrededor para estacionar su medio de transporte, y tomar bocanadas de aire por el ejercicio empleado. KyungSoo le abrió la puerta antes que el alto llamase a su casa.
— ¿S-se puede s-saber para qué coño... m-me llamas?— articuló pregunta agotado.
— SeHun me besó estando en m...— el alto le interrumpió colocando su dedo índice en los labios ajenos.
— Eso ya...— dio una última bocanada de aire y lo soltó después — Eso ya me dijiste, imbécil.
— ¿Desde cuándo me insultas?— el bajito había arrugado el entrecejo y sino fuese porque a ChanYeol le iban las mujeres, hubiese optado por besar el rostro de su querido mejor amigo.
— Desde que cierto ojón me interrumpió el sueño en pleno viaje.—
El semblante de KyungSoo se relajó tiñéndose de color carmesí suave.
— Perdón, ChanYeol.—
— Ya, ya, ya. Odio cuando usas mi nombre completo.— le palmeó el hombro a modo de apoyo y pasó de frente a la calentura del hogar del menor.
Mañana ya tomaría el siguiente bus. Claro, si es que a KyungSoo no se le ocurría retenerlo por más días aunque ChanYeol no estaba interesado en regresar pronto a casa. El alto tomó asiento en uno de los muebles del bajito y palmó su lado para que así el menor tomase asiento a su costado. Obviamente KyungSoo iba a negarse a no ser porque necesitaba consuelo y una ayuda urgente.
— ¿Ya me contarás los hechos de la tragedia que devora tus sueños?
— SeHun me besó.— contestó un ojoncito bastante avergonzado hundiendo su cabeza en el hombro de su amigo — Apestas a sudor.
— Esperaba oler a jazmín luego del maratón que acabo de tener.— comentó el orejón en un intento no fallido de hacer sonreír a su menor amigo.
— No se qué hacer, Channie. SeHun está en la habitación todavía.
El entrecejo de ChanYeol se vio forzado a ser arrugado mientras que éste se dedicaba a descifrar alguna broma de mal gusto en las palabras del menor.
— ¿Qué?— preguntó sin poder creer lo que había escuchado.
— Es que le he golpeado en la cabeza con la caja musical que me regalaste.
Oh.
— ¿Le has pegado con mi regalo?— preguntó nuevamente relajando el ceño fruncido pero sin retirar el tono de voz que implementaba cada vez que se enojaba.
— Y-yo... es que él... ¡no sabía qué hacer!— se defendió como un niño asustado en busca de refugio — Channie, ayúdame.—
— Claro, luego de que te has besuqueado y no se qué otras cochinadas has hecho con tu novio, quieres que tu santo y puritano amigo te ayuda a limpiar el desastre ocasionado.— dijo sintiéndose ligeramente ofendido.
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¡Dame un beso, KyungSoo!
أدب الهواة【EDITANDO】 SeHun tiene un -para nada extraño- sentimiento albergando su corazón cada que se encuentra observando (tras su libro de Biología en las horas de almuerzo) a un menudo chico que sonríe en complacencia con sus amigos. ¿KyungSoo nunca ha no...