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⋆。˚𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐒𝐎𝐌𝐁𝐑𝐀 - 𝐊𝐀𝐆𝐄𝐘𝐀𝐌𝐀
ᯓ★5!— CAMINO A CASA

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El camino a casa fue algo raro pero divertido. Los amigos de Shoyo hablaban sin parar, llenando el aire con sus risas y comentarios. Nishinoya, en particular, no dejaba de decir cosas como:

-Entonces, si Shoyo fuera mujer, sería muy linda -exclamó con entusiasmo.

Tanaka, siempre listo para agregar algo picante, comentó con una sonrisa traviesa:

-¡Sí, pero no tan linda como Hiyomi, y con un pecho así de grande!

Asahi, con su habitual sentido del decoro, le dio un golpe en la cabeza.

-Eso es inapropiado, Tanaka recriminó, aunque no pudo evitar sonreír.

Hiyomi se reía, disfrutando del ambiente relajado. Sin embargo, sus ojos seguían desviándose hacia los de Kageyama. Cada vez que lo hacía, se daba cuenta de que él también la estaba mirando. Sus miradas se encontraban con frecuencia, y ambos apartaban la vista con un leve rubor en las mejillas.

Hiyomi se dio cuenta de que esto no era algo nuevo. En clase, siempre que buscaba a alguien con la mirada, Kageyama ya estaba observándola. Era una conexión silenciosa, pero poderosa, que hacía que su corazón latiera un poco más rápido.

Mientras caminaban, Kageyama se acercó un poco más a ella, aunque sin decir nada. La presencia del otro era suficiente para ambos, aunque ninguno de los dos sabía exactamente qué hacer con estos nuevos sentimientos.

Shoyo, ajeno a la tensión que sus amigos sentían, seguía conversando animadamente con los demás.

-¡No puedo creer que Hiyomi sea tan buena en voleibol! -dijo, lleno de orgullo.

-Lo lleva en la sangre -respondió Daichi, sonriendo.

Finalmente, llegaron a la casa de los Hinata. Hiyomi se despidió de todos, agradecida por el divertido camino a casa. Mientras se alejaba, sus ojos volvieron a encontrarse con los de Kageyama una vez más. Ambos se sonrojaron, pero esta vez, ninguno apartó la vista de inmediato.

-Nos vemos mañana, Hiyomi-dijo Kageyama, con una ligera sonrisa.

Hinata. Hiyomi se despidió de todos, agradecida por el divertido camino a casa. Mientras se alejaba, sus ojos volvieron a encontrarse con los de Kageyama una vez más. Ambos se sonrojaron, pero esta vez, ninguno apartó la vista de inmediato.

-Nos vemos mañana, Hiyomi -dijo Kageyama, con una ligera sonrisa.

-Sí, nos vemos mañana -respondió Hiyomi, sintiendo una calidez que no había experimentado en mucho tiempo.

Mientras entraba a su casa, no pudo evitar sonreír. Había encontrado algo más que un nuevo comienzo en esta escuela; había encontrado una conexión inesperada, y eso la hacía sentir increíblemente feliz.

𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐒𝐎𝐌𝐁𝐑𝐀 - 𝐊𝐀𝐆𝐄𝐘𝐀𝐌𝐀 𝐓𝐎𝐁𝐈𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora