el villano con olor a café ( bl)

8

Pov Leo

Desperté al día siguiente con una sensación de claridad renovada. Los eventos de la noche anterior, aunque aún confusos, parecían menos abrumadores a la luz del día. Sentí la urgencia de actuar, de no dejar que el misterio se desvaneciera con el tiempo.

Después de asegurarme de que North no estaba cerca, me dirigí al escondite del diario. Necesitaba releer lo que había escrito, encontrar alguna pista que me guiara. Abrí el diario y, al ver mis palabras, una oleada de extrañeza me envolvió. Las descripciones parecían vagas, como si alguien más las hubiera escrito.

Decidí que lo mejor era salir y buscar respuestas fuera de mi habitación. Había un lugar en el bosque cercano a nuestra casa, un sitio donde siempre había sentido una conexión especial con lo desconocido. Me vestí rápidamente y salí sin hacer ruido, asegurándome de que North no me viera.

El bosque estaba tranquilo, con el sol filtrándose a través de las hojas, creando patrones de luz y sombra en el suelo. Caminé hasta llegar a un claro donde solía meditar. Cerré los ojos y respiré profundamente, intentando conectar con la energía del lugar.

De repente, sentí una presencia. Abrí los ojos y vi a un anciano de pie frente a mí. Su apariencia era humilde, pero sus ojos brillaban con una sabiduría profunda.

"-Has venido en busca de respuestas, joven maestro,"- dijo con voz calmada.

Asentí, incapaz de ocultar mi sorpresa. "-Sí, necesito entender lo que me está pasando. ¿Quién eres?"

"-Soy un guardián de este lugar,"- respondió, "-y he estado esperando tu llegada. El sueño que tuviste no fue un sueño ordinario. Fue una llamada, una invitación a descubrir tu verdadero destino."

"-¿Mi verdadero destino?"- pregunté, intrigado.

El anciano asintió. "-Eres más de lo que crees ser, Leo. Las luces, el espíritu, la puerta... todo forma parte de un legado antiguo que corre por tus venas. Tienes una conexión con fuerzas que trascienden este mundo."

Mi mente se llenó de preguntas, pero el anciano levantó una mano, indicando que debía escuchar. "-Primero debes aprender a controlar tus habilidades,"- continuó. "-Tu afinidad con las cuatro fuerzas te hace único, pero también te pone en peligro. Hay otros que desearán aprovecharse de tu poder."

"-¿Qué debo hacer?"- pregunté, sintiendo una mezcla de temor y determinación.

"-Entrena,"- dijo el anciano. "-Encuentra a otros como tú, forma alianzas y descubre más sobre tu herencia. El camino será difícil, pero debes estar preparado para enfrentar lo desconocido."

Asentí, sintiendo el peso de sus palabras. El anciano se desvaneció lentamente, dejándome solo en el claro, pero con una nueva resolución. Tenía un propósito, una misión que cumplir.

Regresé a la casa con una mente clara y un corazón decidido. Sabía que debía hablar con North, contarle lo que había descubierto y pedir su ayuda. North siempre había sido leal y protector, y ahora más que nunca, necesitaba su apoyo.

Al llegar a la casa, lo encontré esperándome con una expresión de preocupación. Antes de que pudiera decir algo, me adelanté.

"-North, tengo que contarte algo importante,"- dije con seriedad.

North me miró, su preocupación transformándose en atención. "-Lo que sea, joven maestro, estoy aquí para usted."

Le conté todo, desde el sueño hasta el encuentro con el anciano en el bosque. North escuchó atentamente, sin interrumpirme. Cuando terminé, asintió lentamente.