Decisiones

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—Me cago en la ostia

Amelia soltó una risa cuando una mareada Lucía se levantó un poco en la cama y se sentó apoyándose en la cabecera.

—¿Alguien siente los efectos del alcohol? —Se burló la Blight sentándose junto a ella y dándole un vaso de agua con una pastilla.

—No te burles de mí... —murmuró la joven tomando agradecida el agua de un trago—No estaba tan mal.

—Amor, me preguntaste si tenía novia, te dije que sí y casi rompes a llorar—Entrecerró los ojos.

Lucía apartó la mirada y aplanó los labios.

—Joder.

Amelia sonrió divertida y le dejó un beso en la mejilla. Lucía no reaccionó, por lo que frunció el ceño preocupada.

—Lu... ¿Qué ocurre?

Ella suspiró y miró la caja que contenía las únicas pertenencias de sus amigos.

—Quieren volver a enviarme al frente.

Tras esas palabras, el rostro de Amelia de contorsionó de terror mientras que su corazón se cayó de su pecho, abandonando cualquier sensación que la hiciese seguir viva.

—No me gusta esta broma, Lucía—.Regañó con un gruñido— en absoluto.

Lucía la miró y llevó su mano hacia la nuca de su contraria para acercarla.

—¿Crees que haría una puta broma así?—escupió la frase con irritación mientras intentaba retener las lágrimas de rabia.

Amelia, algo asustada, llevó sus manos a las mejillas de la morena y las acarició tratando de calmar su enfado.

—Tienes razón... Lo siento...

Lucía notó el miedo en su voz y parpadeó un par de veces antes de alejarse hacia la ventana para mirar a su ciudad.

—Perdona... No te mereces eso.

Amelia se mordió el labio y se acercó a ella.

—No te preocupes... ¿Pero no se supone que había acabado?

Lucía abrió la ventana necesitando aire fresco y cerró los ojos dejando que la sensación de los brazos de Amelia a su alrededor la consumiera.

—Al parecer queda una pequeña facción del enemigo, pero no saben dónde se encuentra o de qué armas dispone.

Amelia apretó su cara contra la espalda de Lucía y trató de escuchar los latidos de su corazón.

—¿Qué piensas hacer? —preguntó.

—Lo que el ejército aún no sabe es que en nuestra última misión conseguimos cambiar la contraseña del sistema de armas nucleares y dejar sin energía a las fábricas más grandes de estas.

—¿Eso quiere decir que....

—Que es imposible que nos ataquen usando armas nucleares y si no hay tal riesgo cualquier ejército puede hacer frente a esos pocos hombres.

—Lucía, te amo, pero no entiendo.

La alta se giró en su abrazo y puso ambas manos en los hombros de Amelia.

—Quiere decir que no me necesitan, por mucho que así lo crean. Quiere decir que me voy, porque yo no pienso poner un pie en esas tierras de nuevo.

Amelia sonrió de forma inconsciente y se lanzó a abrazar a su novia escondiendo su cara en su pecho.

—¡Sí joder!

Se escuchó desde la puerta.

Lucía rodó los ojos sin soltar a su chica y dijo:

🏠Coming Home🏠(Lumelia/Toh) (Español) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora