IV

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Poco antes de llegar al comedor, la atención de Vassago terminó siendo robada por cierta criatura en particular.
-Vaya. Así que finalmente conseguiste una...-Comentó el principe de plumaje rojo mirando en la dirección de la gran planta carnívora.
Stolas siguió su mirada y se topó con su preciada criatura.
-¿Aún lo recuerdas?-
-¿Cómo no hacerlo? En todos los encuentros que tuvimos hablabas de como deseabas tener una.-Contestó sonriendo.
El príncipe Búho se acercó a la gran planta y la acaricio. Vassago observó asombrado como la criatura se movía y cerraba los ojos para corresponder la muestra de afecto.
-Usualmente la dejamos en la cocina para que sea más práctico alimentarla, pero últimamente me gusta más ponerla aquí-Rascó con los dedos a la criatura-Es un pasillo que transito con frecuencia, por lo que puedo verla seguido-
Ambos príncipes se miraron sonriendose entre sí, hasta que el Búho se percató de que el contrario no se acercaba demasiado.
-¿No quieres acariciarla?-
-Oh. Yo...-La pregunta lo tomó por sorpresa-Si la memoria no me falla ¿Dijiste que...Come carne?-
Stolas se rió.
-Si, pero te aseguro que no es agresiva. Vamos acércate-
Vassago le obedeció a un paso lento, acercándose visiblemente nervioso. El príncipe Búho otra vez se rió, tomó una de las muñecas ajenas y acercó la mano hasta que estubo completamente sobre la criatura.
En un principio, el Goetia de la verdad se quedó momentáneamente quieto, mientras miraba alertado los ojos de la planta que le devolvían la mirada. Tras unos segundos, al no ver ni un rasgo de hostilidad, comenzó a mover su mano de un lado a otro, dando toques experimentales.
La planta carnívora se inclinó hacia su toque con aprobación y Vassago entonces comenzó a acariciarla con más confianza, usando sus dos manos cubiertas por guantes.
-Fascinante...-Comentó-Nunca antes había estado tan cerca de una criatura así-
-Es hermosa ¿No?-
El de plumaje rojo asintió y permaneció acariciando la planta, se sobresaltó cuando sintió un grueso tallo envolverse alrededor de una de sus botas
-¿Debería preocuparme por eso?-Consultó un poco temeroso.
-No, significa que le agradas.-Respondió divertido.
-Oh, q-que bien-
Unos segundos más tarde, Stolas vuelve a rascar a la planta carnívora y esta suelta a Vassago delicadamente.
-Me gustaría permanecer más tiempo aquí, pero creo que nuestra cena se enfría.-Dice el Búho señalando educadamente el comedor.
-Estoy de acuerdo.-Dio una última caricia a la criatura y sin más se alejó.
Cuando llegaron al comedor, ambos príncipes se sientan en la gran mesa uno frente a otro, dejando vacío el puesto en dónde debiese ir el cabecilla del hogar. Esto dejo un poco sorprendido a Vassago ya que según los protocolos, Stolas debería ir sentado en su lugar como el cabecilla de la familia y el, como su invitado, debería ir sentado al otro extremo, quedando así frente a frente, pero con una distancia considerable de por medio. Sonrió al pensar en ello, estar sentados frente a frente a una distancia más corta le daba la sensación de estar más en confianza.
Al poco tiempo después, un diablillo apareció en el comedor y les sirvió del mismo vino que Vassago había llevado, al instante después, otro diablillo hizo acto de presencia cargando los platos con lo que sería su entrada antes del platillo principal.
Tal y como se esperaría, ambos príncipes seguían todos los protocolos de buena etiqueta que les habían enseñado; poniendo la servilleta sobre sus regazos y usando los cubiertos correspondientes.
-Esta delicioso.-Dijo Vassago después de probar un bocado de la crema de calabaza.
-Tienes razón, los cocineros se esmeraron vastante.-Respondió-No suelo pedirles que hagan esta clase de comidas con frecuencia.-
-¿Y eso por qué?-
-No suelo tener mucho apetito. Además, cuando Via no está prefiero hacerme mis propios refrigerios-
-Comprendo, cocinar para uno mismo es entretenido también.-
Stolas disimulo su tristeza al pensar en que sus "refrigerios" no eran más que unos cereales con leche o, cuando mucho, unas ratas frías sacadas directamente de su refrigerador. Los últimos meses no había tenido gana alguna de cocinarse nada.
Vassago observó por unos segundos al príncipe Búho y sin más comienza a hablar sobre otro tema al azar. Su conversación transcurrió tranquilamente mientras consumían el platillo de entrada con calma y en determinado momento incluso hablan sobre sus negocios.
-¿Sabes, Stolas? tal vez podríamos hacer un convenio y poner un negocio juntos en el futuro.-
-¿Hablas en serio?-
-Claro.-Contestó mientras el Diablillo de antes retiraba su plato vacío-Eres un demonio confiable, creo que sería interesante iniciar un nuevo proyecto contigo.-
-Pienso igual.-Le dío un sorbo a su copa, disfrutando el sabor de la deliciosa bebida-Además, ya que el divorcio puede salir mal para mí, creó que sería bueno tener una fuente de ingresos extra.-Bromeó.
Una vez más, Vassago lo miró fijamente y después de beber de su copa también, su expresión facial se puso más seria que antes.
-Stolas, hay algo que debo preguntarte.-
El nombrado, al percatarse del cambio en el tono de voz, inmediatamente se puso en alerta.
-¿Que es?-
-¿Tú estás-Fué interrumpido por el sonido del timbre de la mansión-¿Esperas más visitas?-
-No ¿Quien podrá ser?-Cuestionó mientras observó a uno de los Imps ir rápido hacia la entrada.
Los príncipes permanecieron en silencio mientras esperaban el regreso del mayordomo, que parecía estarse tardando un poco.
-No quiero parecer mal educado-Dijo Stolas-¿No te molesta que yo...?-
-Para nada, ve-
Stolas se quitó la servilleta del regazo y caminó lentamente a la entrada del comedor. Justo cuando cruzó por el umbral fue interceptado por un golpe sorpresivo en el pecho que lo hizo tropezar hacia atrás y luego de unos nanosegundos sintió que unos brazos delgados lo rodeaban con fuerza. Bajó la mirada y se sorprendió al ver a su querida hija ahí.
-Papá ¿Estás bien?-
El Goetia mayor sonrió y correspondió a la muestra de afecto instantáneamente.
-Oh, Via. Estoy bien.-
-Siento mucho no haber ido a verte al hospital-Dijo con la voz temblorosa-Es sólo que apenas me enteré de lo que pasó y mamá no me permitió-
-Esta bien, pequeña-La interrumpió acariciando las plumas de su cabeza-Lo entiendo, no estoy enojado.-
Con suavidad, padre e hija se separaron. Octavia se limpió las pequeñas lágrimas que había soltado y miró a Stolas de arriba a abajo.
-¿De verdad estás bien? ¿Que hay de tus heridas?-
-Estan casi sanadas. No te preocupes, estrellita, sabes que soy fuerte.-
-Si, lo sé-La joven se percató de la vestimenta formal de su padre, luego se fijó también en el olor a comida y en que la luz del comedor estaba encendida-¿Estás acompañado?-Consultó con un aire de decepción.
-Si, un viejo amigo vino a verme-
La expresión de Octavia cambio por completo a una de tristeza, ella sabía que su padre se arreglaba así sólo por un demonio en todo el infierno. No se suponía que ella volviera a casa tan pronto, su padre tendría la casa completamente sola para el por mucho tiempo y podría invitar a "ese" Diablillo el tiempo que quisiera.
-¿Stolas? ¿Todo está bien?-Interrumpió el otro Goetia de repente, apareciendo detrás de ellos.
Via levantó la mirada de golpe al escuchar una voz desconocida y parpadeó al ver al otro príncipe.
Los tres se quedaron en silencio por unos segundos, intercambiando miradas, hasta que Stolas decidió romper el hielo.
-Octavia querida, el es Vassago. Es miembro de la familia Goetia también.-
El nombrado sonrió y se acercó a la menor.
-Es un placer conocerla, princesa-Hizo una referencia y luego besó su mano respetuosamente-Su padre me ha hablado mucho de usted.-
Octavia se paralizó por unos segundos de la impresión. Ella no era un demonio muy sociable, pero era más que consiente de que estaban en el infierno y de que, a la mayor parte de los habitantes, les daba igual la posición o edad de los demás, por lo que esa era una de las primeras veces en que veía a un demonio superior a ella tratarla con tanto respeto.
-...¿Mi padre hizo eso?-
-Claro-Dijo mientras se acomodaba el traje-Al ver tantos retratos suyos esparcidos por la casa fue inevitable que preguntara y me imagino que ya sabe usted como es Stolas-Puso una mano suavemente en el hombro del nombrado-Una vez que empieza a hablar sobre algo que ama no se detiene-Se rió-Por fortuna a mi me gusta escuchar.-
-Es... Un placer conocerlo también.-Respondió la joven con timidez.
-Querida, están a punto de servirnos el plato principal ¿Quieres acompañarnos?-Invitó el padre.
-Yo...-Lo pensó un poco, normalmente rechazaría la oferta en vista de que su padre estaba en medio de cuestiones políticas con otro miembro de la realeza, pero Stolas no había dicho nada sobre una reunión, sólo dijo que era una visita-...Está bien.-
-Genial, volvamos al comedor entonces.-Indicó el Búho.
Mientras entraban a la habitación, Octavia miró disimuladamente al príncipe de plumaje rojo. No veía a los demás miembros de la familia Goetia con mucha frecuencia, por lo que tener a otro así de cerca, sin contar a su tío Andrealphus, llamaba su atención profundamente. Además, Stolas lo había presentado como su amigo, pero Octavia no tenía mayor recuerdo de escuchar a su padre hablar sobre el.
Los diablillos mayordomos instalaron rápidamente un lugar más en la mesa y, está vez, Vassago no se sorprendió al ver que Octavia se sentaba en el sitio del cabecilla del hogar. Los tres permanecieron en silencio hasta que los mayordomos les sirvieron el plato principal.
-Vassago, ibas a preguntarme algo ¿Que era?-
El nombrado primero tragó la comida que tenía en la boca y luego contestó.
-Podemos dejar esa charla para otra ocasión.-Contesto amablemente.
-¿Estás seguro?-
-Por supuesto. Tu hija está aquí ahora, no queremos aburrirla con pláticas formales de adultos ¿O si?-
-Oh, supongo que no.-
-Entonces, princesa ¿Te gustaría hablar sobre tus intereses?-Preguntó educadamente.
-Bueno...-Comenzó a hablar un poco dudosa-Me gusta la música, la noche y... Me gusta la astronomía también.-
Vassago interrumpió el proceso de llevarse el tenedor a la boca y se volteó a ver a la chica.
-Vaya, parece que tenemos gustos en común-Comentó sonriendo-Es impropio que a los aviares de mi especie les guste la noche en general. Pero desde muy pequeño he sentido una gran fascinación por el cielo nocturno y todos los astros que están ahí.-
-Son bonitos, en especial las estrellas y meteoros...-Contestó antes de comer una porción de su plato.
-Me encantan las estrellas-Agregó antes de comer el también-hay tantas historias y profecías ligadas a ellas.-
-¿Tiene alguna... Constelacion favorita?-Consultó con timidez.
-La constelación Casiopea.-
-¿De verdad? También es mi favorita.-
Así una conversación sobre las estrellas inició ante la mirada estupefacta de Stolas, quien no había visto a su hija desenvolverse así con nadie más en años. Continuó comiendo en silencio mientras escuchaba a su hija y Vassago mantener una calmada charla, jamás se espero a que Octavia supiera tantas cosas sobre los astros. Esa fue otra daga más punzando su corazón y culpa al darse cuenta de que no conocía demasiado a su propia hija.
-Sólo hay una cosa que me gusta más que la constelacion Casiopea, la Luna...-Comentó antes de beber un poco de vino. La joven lo miró con curiosidad mientras masticaba-Su luz y sus diversas fases brindan distintos beneficios a la tierra ¿Cierto, Stolas?-
El Búho salió de golpe de sus pensamientos al oír que lo nombraban.
-¿Ah?-Parpadeó-Oh, si. Por supuesto-Intentó disimular que llevaba un rato sin oír.
-Eres afortunada, Octavia-Agregó el de plumaje rojo-Tu padre es el demonio encargado de estudiar los cielos-Dijo señalando a Stolas-Imagino que debe haberte llevado a observar los astros de cerca más de una vez.-
Hubo un momento de silencio incómodo, Octavia parecía pensativa.
-Bueno...-Poco a poco una sonrisa nostálgica se apoderó de su rostro-Cuando tenía pesadillas me llebava al espacio-Un leve tinte rosa apareció en sus mejillas-Me ayudaba a dormir...-
-Oh, que dulce historia.-
-Tambien solía contarme historias. Incluso pude ver una lluvia de asteroides una vez.-
-Debe haber sido magnífico.-
-Lo fué.-Contestó la fémina mirando de reojo a su progenitor con una pequeña sonrisa.
Dicho gesto hizo sentir un poco mejor a Stolas, tal vez y sólo tal vez, Octavia no tenía una tan mala imagen suya.
-Cuando aprendas a usar el Grimorio, serás capaz de realizar tus propios viajes y, dentro de mucho tiempo, cuando tú padre se jubile tomarás su lugar y podrás estudiar todos los astros que quieras ¿No te párese emociónante?-
-Creo que si...-Una vez más, la expresión de Octavia recayó.
El pensar en tomar el lugar de Stolas, le recordó a lo sucedido. Si algo llegaba a pasarle a su padre, ella asumiría su cargo de inmediato pero, el pensar en perder a su papá le aterraba.
A lo largo de su vida, había visto distintas facetas de Stolas. Lo había visto siendo grosero con su madre, lo había visto siendo coqueto con aquel diablillo, lo había visto en todo su esplendor como príncipe, incluso lo había visto defenderse de un agresor volviendolo piedra con su mirada. En todas sus facetas su padre se veía tan confiado y seguro de sí mismo, que Octavia jamás siquiera se imaginó que podría caer víctima de la violencia del infierno. Jamás pensó que existiera algo capaz de poner en peligro su existencia e integridad.
Cuando se enteró de lo ocurrido, gracias a la prensa, el miedo inundó todos sus sentidos. Siempre temió por qué su padre la abandonara, siempre creyó que ese era su peor miedo. Pero en cuanto leyó la noticia en su celular, descubrió que existía algo mucho peor que el abandono.
Prácticamente tuvo que suplicarle a Stella para que la dejara regresar antes a casa. Necesitaba ver a su padre con sus propios ojos para asegurarse de que estuviera bien.
-Vassago tiene razón-Habló el principe Búho-Eso será dentro de mucho tiempo-Tomó la mano de su hija por encima de la mesa, para tranquilizarla.
-¿L-lo prometes?-Preguntó al borde de las lágrimas.
-Lo prometo.-Contestó para después darle un beso en su mano.
Vassago observó la tierna escena con una sonrisa y prefirió permanecer en silencio para no incomodar.
Los mayordomos aparecieron unos momentos después, para retirar los platos vacíos y luego llevarles el postre.
Octavia estaba sonriendo otra vez.
-Tambien me gusta la Taxidermia.-Soltó de la nada, sintiéndose en confianza.
Al escucharla, Stolas casi se ahoga con la porción de tarta de frutas que estaba ingiriendo, tosió un par de veces y miró a Vassago nervioso. Era bien sabido que a los de la realeza no les gustaba hablar de esa clase de cosas en la mesa.
-¿En serio? Vaya, también te interesa el arte.-
-¿Arte?-Murmuró nervioso el principe Búho antes de darle el último trago a su copa.
-Por supuesto, el cuidado que requieren las pieles luego de ser extraídas y el detallista esculpido que debe hacerse después para capturar la escencia de la criatura en cuestión, es algo similar a lo que hacen en las pinturas.-
-Sólo que la Taxidermia es más difícil.-Agregó la jóven.
El resto de la cena transcurrió entre charlas agradables. Para sopresa de Stolas, Octavia se portó menos reservada de lo usual, haciendo comentarios debes en cuando.
-Bien, Stolas. Creo que ya es hora de que cumpla con el segundo objetivo de mi visita.-Dijo después de unos minutos de haber terminado el postre.
Stolas y Octavia le dedicaron miradas de interrogación.
-Las Flores.-
-¡Oh! ¡Por supuesto! ¡Las flores!-Exclamó. Últimamente, con los sucesos ocurridos, tenía la cabeza en las nubes.
-¿Flores?-
-Si, querida-Le contestó Stolas-Vassago me envió un regalo-Se puso de pie y el nombrado imitó su acción-¿Quieres acompañarnos?-
-Ah... Si-Su respuesta sorprendió un poco a Stolas. Parecía que su retoña aún tenía batería social.
-Fantastico-Agregó el principe de la verdad-Será mejor si ambos aprenden.-
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Debido a que ya estaba oscuro, Vassago no pudo ver demasiado del jardín de la mansión y debido a las heridas de Stolas no pidió verlo tampoco.
Siguió al príncipe y a su hija en silencio hasta que llegaron a un pequeño invernadero.
-Bien, seguí las instrucciones que me diste-Dijo el Búho ingresando a la construcción-Fueron transplantadas con delicadeza y me preocupe de que estuvieran hidratadas...-Señaló el pequeño arbusto puesto en una maceta más grande y dejó entrar a su invitado e hija primero-Tambien me asegure de que abrieran un hueco en el techo sobre ellas.-
Vassago se acercó a la planta y la analizó con atención. Octavia se acercó también y miró con curiosidad.
-Hiciste un gran trabajo, están en un exelente estado ¿Se marchitó algún brote?-
-No, todos llegaron aquí en exelente estado.-
-Me alegro, recorrieron un largo viaje hasta aquí, me abría avergonzado si llegaba alguna flor muerta hasta tí.-Le sonrió-Por fortuna no ocurrió y las has cuidado muy bien.-
-Bueno en realidad. No he podido cuidarlas personalmente, pero supervisé a mi jardinero mientras le daba las instrucciones.-Agregó rascándose el cuello un poco apenado.
-Debido a tus heridas, lo entiendo...-Puso una mano sobre el hombro de Stolas-Pero estoy más que seguro de que cuando te recuperes serás más que capaz de darles un cuidado excepcional.-
Stolas se sintió extrañamente reconfortado con las palabras del otro principe. Todo lo que el hacía era decirle cosas buenas, y sus halagos no tenían ese aire cordial o forzado que los demás demonios solían usar para hablar con el. Algo en Vassago parecía ser totalmente confiable y honesto. Un cosquilleo de felicidad lo invadió levemente más no dijo nada, sólo le sonrió sinceramente también.
-¡Woow! ¡S-son brillantes!-Exclamó la princesa de repente, sacando de golpe a los adultos de su ambiente-¿Q-que clase de flores son?-Preguntó avergonzada por su exclamación.
Vassago miró a Stolas una última vez para luego quitar la mano de su hombro y acercarse a Octavia a un paso calmado.
-Me alegra que lo pregunte. El nombre no es muy original, pero hay un gran trasfondo detrás de el-Se puso a un lado de las flores-Son Peonias infernales, aún que yo prefería decirles flores de la penumbra-Stolas y Octavia se posicionaron frente a el y contemplaron la planta mientras escuchaban-Son un tipo de planta muy especial, durante el día se dedica a absorber la luz del Sol, pero el aire nocturno es lo que realmente la nutre. Se dice que incluso puede sobrevivir sin recibir ni un poco de luz solar.-
-Entonces ¿Por que absorben luz solar?- Preguntó la princesa.
-Para tener brillo extra.-
Padre e hija miraron la planta una vez más, Stolas podría jurar que, en efecto, estaba más brillante que la noche anterior.
-¿Nunca antes leíste sobre ellas, Stolas?-
-No. No tengo recuerdos de haberlo hecho.-Contestó.
-No debería sorprenderme, son una especie extraña y requieren cuidados específicos...Para empezar deben asegurarse de que la tierra en dónde estén plantadas esté siempre húmeda, también hay que tener precaución con los insectos.-
-Los insectos no serán un problema.-Aseguró el principe Búho.
-Perfecto. Las temperaturas extremas suelen matarlas por lo que es otro punto a tener en cuenta, supongo que no hay que preocuparse por el frío en este lado del infierno, pero si notan que comienza a hacer demasiado calor; recomiendo que las lleves adentro de la mansión para que se refresquen ¿Tienen aire condicionado?-Octavia asintió-Fantastico... Ahora lo último a recalcar es que es una planta de naturaleza nocturna, se nutre con el aire de la noche, por lo que es importante que esté en un lugar ventilado.-
-Entiendo.-
-Reconozco que son muchos detalles a los que ponerle atención, sin embargo les prometo que el resultado de un cuidado óptimo valdrá la pena-Sonrió-Me gustaría describirles detalladamente como son cuando florecen, pero es preferible que lo vean por ustedes mismos, odiaria arruinarles la sorpresa.-
-Ya son muy bonitas...-Comentó la princesa.
-Si piensa así, va a adorarlas cuando florezcan.-Miró a Stolas-Mientras más nutrientes obtengan las Peonias, más hermosas serán a la hora de florecer y una forma de brindarles nutrientes extra es ponerlas bajo la luz lunar-Sonrió-Eres el Demonio que estudia los astros, estoy seguro de que no será difícil para tí abrir un portal a la Luna sobre de ellas.-
-No será un problema... Es sorprendente, nunca antes había oído hablar de una planta así.-
-Y eso no es todo, ver cómo extraen luz lunar es un gran espectáculo, sólo pude presenciar tal cosa una vez y, si mis recuerdos no me engañan, es una de las cosas más maravillosas que he visto nunca...-Dijo con aire nostálgico, llamando la atención de Stolas y su retoña-Las Peonias infernales que son nutridas con la luz de la Luna, son las más bonitas que hay.-
-Me gustaría verlo-Comentó Octavia rompiendo el silencio-Papá ¿No puedes hacerlo ahora?-Propuso emocionada.
Las plumas de Stolas se erizan del nerviosismo.
-Ah, bueno... Creo que necesito mi libro para abrir un portal...-
-¿Y dónde está?-Interrogó la chica.
-P-pues está...-Pensó en una excusa rápida-Esta en mi oficina...-
La princesa miró a Stolas con una ceja alzada al notar su nerviosismo. Ella comienza a hacer memoria y la decepción comenzó a manchar sus rasgos cuando dedujo en dónde y con quién estaba el Grimorio en ese momento.
-Esta bien-Vassago corta la tensión-Hacerte ir por el en tu estado actual sería muy desconsiderado de mi parte. No se preocupe, princesa, estoy seguro de que su padre estará más que contento de nutrir las flores en su compañía.-
Octavia sólo asiente con la cabeza, su expresión facial demuestra resignación, casi como si no creyera lo que Vassago le estaba diciendo.
Stolas, por su parte, pone una sonrisa temblorosa "Crisis evitada" piensa, mirando a Vassago con una disimulada expresión de agradecimiento.
Este último sacó de uno de sus bolsillos un elegante reloj y miró la hora sobresaltandose un poco.
-Vaya, el tiempo vuela-Sonríe de una manera extraña-Me encantaría quedarme por más tiempo con ustedes, pero me temo que tengo una responsabilidad que atender mañana temprano y lo apropiado sería que me fuese a la cama lo antes posible, una disculpa.-
-No te disculpes, yo entiendo, te acompañaremos hasta la entrada.-Dice Stolas sonriéndole.
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-Princesa, fue para mi un enorme placer conocerla.-Vassago hizo una reverencia y luego besó la mano de Octavia con delicadeza.
-G-Gracias.-Respondió nerviosamente.
-Stolas, me alegra mucho que por fin nos hayamos reunido despues de tanto tiempo.-
-A mi también me alegro verte.-
-No perdamos el contacto ¿Si? Es más, ya que ustedes me brindaron su hospitalidad está noche, me gustaría ser el anfitrión de una próxima cena.... He oído mucho sobre un nuevo restaurante que abrió hace unas semanas en el centro, dicen que tiene buena comida, buen ambiente y buena música ¿Que dicen?-
-¿Yo también?-Preguntó Octavia.
-Por supuesto-Contestó-Regresó esta noche con la intención de brindarle cariño a su padre en la comodidad de su hogar, y entonces me encuentra aquí interrumpiendo sus planes y violando su privacidad. Las visitas inesperadas pueden llegar a ser muy incómodas para los jóvenes y aún así fué muy educada conmigo, es por eso que me gustaría invitarla también.-
-B-Bueno... Yo...-
-Si se niega entenderé-Dijo comprensivamente-Salir con dos adultos puede ser muy incómodo y aburrido, por lo que si me lo dice no me molestaré.-
-¿De verdad?-Preguntó incrédula.
-Claro. La base para contruir cualquier relación sana es la honestidad ¿No es así?-
Stolas se parpadeó al oír eso último. Se limitó a soltar un "Si" estando pensativo.
Vassago tenía razón, la honestidad era la clave para establecer lazos genuinos.
Esas palabras le dieron a Stolas el último empujón que necesitaba para finalmente tomar cartas en el asunto sobre su relación con Blitzø... Agendaria su junta con Asmodeo lo antes posible.
-Si me rechaza por falta de interés, incomodidad o aburrimiento lo entenderé a la perfección, siempre y cuando me lo diga.-Agregó Vassago.
-Entonces, supongo que lo pensaré.-Le sonrío con timidez.
-Perfecto. Estaré lleno de trabajo estos días, pero si me organizo podré tomarme una noche libre la próxima semana ¿Que dices, Stolas?-
-La próxima semana...-Pensó por unos momentos-Supongo que estará bien.-
-Grandioso, te escribiré con antelación para proponer el día.-Vassago entonces se inclinó ante Stolas y, justo como hace tantos años atrás, tomó su mano y la besó-Los años no pasaron sobre tí, sigues siendo igual de bonito como recordaba-Se incorporó-Espero con ansias volver a vernos, fue un placer venir.-
Stolas enrojeció levemente por el cumplido y sonrió, luego se inclinó también.
Vassago entonces se marchó, dejando a padre e hija de pie en la entrada de la mansión, compartiendo un leve momento de silencio.
-Entonces...¿El es...?-
-Es un viejo amigo... No lo he visto en mucho tiempo-Respondió con aire pensativo.
-El es... Anticuado-Comentó. Stolas quiso abogar por el otro principe, pero Octavia continuó-Pero no es aburrido como los demás adultos que he conocido.-
-Me alegra que pienses eso.-Puso una mano en el hombro de su hija.
-Papá entonces...¿Estás bien?-Stolas la miró interrogante-Hablo de... Tus heri...¿Te lastimaron mucho?-Preguntó con genuina preocupación.
El Búho sonrió y se inclinó para depositar un beso en la cabeza de Octavia.
-Eso no importa, mi estrella. Lo importante es que ya estoy aquí contigo.-
La fémina esbozó una sonrisa triste. Pese a todos los fallos que Stolas podía tener como padre, Octavia lo amaba y se preocupaba por el.
-Creo que sobró un poco de postre ¿No sé te antoja un poco más?-
La joven asintió y juntos entraron a la mansión.

Los Búhos si se enamoran dos veces. (Vassago x Stolas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora