IV: Un paseo por el parque.

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Adaline daba un paseo por el parque con James Pembroke, un hombre 5 años mayor que ella. La joven ya tenía varios pretendientes, pero los que llevaban la delantera en la competencia eran Pembroke y Edmund Harrington. El último no había asistido al evento de ese día así que decidió ir con James, detrás de ellos caminaba Poppy, que había accedido a ser su chaperona esa tarde.

El sol de la tarde iluminaba el parque, haciendo brillar el verde intenso de los árboles y creando destellos dorados sobre el sendero de grava. Adaline lucía elegante con su vestido de muselina rosa pálido, delicadamente bordado con motivos florales, su cabello perfectamente recogido siendo adornado por unas hebillas de flores del mismo color que su vestido, sus manos estaban cubiertos por unos finos guantes blancos que contrastaban suavemente con el tono de su vestido.

–Creo que le encantaría conocer París, es una ciudad hermosa y los espectáculos son un deleite –El rubio llevaba unos 15 minutos hablando de sus viajes por el mundo mientras Adaline lo escuchaba con admiración.

Poppy mordió su lengua evitando comentar que ellas ya habían visitado París un par de veces, pues el Marqués tenía amistades en Francia y les gustaba ir de visitas de vez en cuando. Comenzaba a aburrirse, ser chaperona quizás era una de las cosas más monótonas que había hecho y ahora entendía el martirio que pasaba su hermano mayor cuando cuidaba de ella o de Addie, lamentablemente, ya había tenido bastante libertad en los eventos anteriores y ahora era su turno aburrirse cuidando a la menor.

–La verdad es que ya he visitado París antes y coincido con usted, es una ciudad preciosa.

Adaline se atrevió a compartir luego de unos segundos con una gran sonrisa. El escucharla hizo que su hermana mayor se sintiera ligeramente orgullosa, siempre había tenido la impresión de que la menor podría ser el tipo de chica que se moldearía para gustarle a los chicos, aún lo creía ya que le importaba demasiado lo que se pensara de ella, pero el que se atreviera a contar de su viaje, contradiciendo un poco la idea del hombre, le hizo pensar que al menos si era fiel a sí misma y a sus experiencias, otra chica se haría la tonta y fingiría no conocer el lugar, en esperanza de algún día ir con el caballero.

–Oh... –El hombre murmuró antes de carraspear suavemente. –¿Y ya conoce Grecia?

La chica negó con la cabeza antes de escuchar como James continuaba hablando de sus viajes y sus experiencias. Poppy se abanicó con aburrimiento en un intento de refrescarse un poco. Pembroke le parecía un hombre insulso, con aires de grandeza y que se interesaba por Adaline por su belleza y apellido más que por su corazón y cerebro.

Un momento, criticarlo en su mente era parte del trabajo, ¿no?. Sonrío para sí misma, orgullosa de estar prestando la atención suficiente como para saber quien sería un buen esposo para su hermanita, mientras desviaba la mirada en dirección a Eloise Bridgerton, la cual estaba charlando animadamente con una pelirroja que se veía como de su edad, ambas estaban caminando por el césped hasta que pararon debajo de la sombra que les ofrecía un árbol grande y frondoso. En su interior sintió algo de celos, pero no de forma negativa, solo que sentía muchas ganas de poder estar divirtiéndose y charlando con ellas... o con el hermano de Eloise.

–Lord Harrington... Pensé que no iba a asistir hoy –Habló Adaline ligeramente sorprendida al ver al castaño frente a ella y una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de ambos.

–Y así iba a ser, pero honestamente, mi anhelo de verla fue más fuerte que mi deseo de estar en casa.

La mayor seguía viendo a las mujeres menores que charlaban a la distancia. ¿Un momento? ¿Addie había dicho "Lord Harrington"?. Volvió su vista a su hermana y la vió entre los dos hombres unos pasos más adelante. Diablos, ¿Que haría Andrew o su padre en una situación como esa?.

A lady's prophecy (Benedict Bridgerton & OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora