𝘛𝘦 𝘢𝘮𝘰, 𝘵𝘦 𝘢𝘮𝘰 𝘮𝘢́𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘢𝘥𝘢.

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“𝑴𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒂𝒔, 𝒎𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒐𝒈𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒔𝒐́𝒍𝒐 𝒂𝒎𝒆 𝒆𝒍 𝒂𝒓𝒐𝒎𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆.”

Si le llegases a preguntarle a Anubis ‘¿por que elegiste a ese omega?’ él te responderá con suma facilidad : ‘lo elegí por que es leal, fuerte, amable, bondadoso, me muestra su vulnerabilidad al estar juntos, risueño y muy amoroso... ¡Es por eso que amo a mi Kintoki!.’

Así es, esa será su respuesta más sincera y rápida.

Anubis el dios del embalsamamiento, guía de las almas, juez divino y alfa pura sangre de todo el antiguo Egipto esta muy enamorado de aquel singular y común ser humano, muchos no comprenden esa atracción tan grande hacia el rubio asiático, es verdad, Kintoki es muy guapo, no corrijamos, es muy hermoso como o incluso más que la mayoría de los omegas, su cintura es pequeña y su pecho es de un buen tamaño...aun que hay un algo que lo hace ''imperfecto'' ante la vista y opinión de los alfas.

Su aroma y personalidad.

Es natural que un omega, ya sea, femenino o masculino, tengan un aroma seductor que deba volver locos a los de la jerarquía superior, aquellos aromas llegan a ser dulces, pero sin rayar a lo empalagoso, sus cuerpos tienen que ser pequeños y sin musculos junto a lo más importante, segun las preferencias, deben ser sumisos ante las demás castas, deben ser las damiselas en apuros a las que salvar; Sakata no llega a esos estándares, gracias a dios, su cuerpo es musculoso, es alto puede superar la altura promedio, tiene un carácter dominante bastante notorio y su aroma, su aroma es completamente desagradable al ser agridulce, es por ello que muchos no inician un cortejo o si quiera respiran cerca suyo, suena exagerado pero es la verdad, aquello no le molesta al nipón, ya que, debido a su singularidad ha tenido una vida libre sin preocupaciones, hasta la llegada del Ragnarok.

En su travesía para descubrir sobre Sigfrido, y su importancia en aquella batalla, se topaba con monstruos a los cuales destruía en menos de un minuto máximo tardaba tres, y todo gracias a su aroma inusual agridulce de frambuesa, desgraciadamente jamás logró pasar las puertas debido a la alta seguridad y que los guardias fueran de piedra le imposibilitaba aún más, sin embargo, eso no le fue impedimento para lograr investigar aún más sobre el golpe que harían los nórdicos; Anubis no logró ser el siguiente en la décima ronda, se tomó su tiempo para poder animarse y no querer morder a su amigo Susano'o, por mucho que se lo merezca, camino entre los pasillos del coliceo hasta que sintió un aroma peculiar.

Es bien sabido que Anubis adora el olor a muerte, no hay nada mejor que ese aroma el cual siempre ha llegado a excitarlo en innumerables ocasiones, sin embargo, ese aroma agridulce empezó a intrigarle, por no decir gustarle, las remodelaciones de la arena podían tardar así que bien podía perderse un rato y encontrar ese aroma.

Camino hasta encontrarse con la escena de Beelzebub, Budha y Odín enfrentándose; es bien sabido de la fuerza que tiene el padre de todos sin embargo jamas lo vio pelear, ni menos verle con esa lanza, el aroma de esos dos alfas le desagrado como también el aroma algo dulce de omega, no, de allí no proviene el aroma que le interesó. Esta por irse cuando su nariz detecta otra vez ese olor, escondido en algunas curvas, nota la aparición del omega que pondrá su mundo de cabeza.

Rostro serio levemente bronceado, ojos de un hermoso tono azul claro con cejas finas, poseedor de un delineado tan natural que le era irreal, labios levemente gruesos torcidos en una mueca le instaban a probarlos, traga saliva con dificultad al notar los pectorales grades sobresaliendo de ese kimono, dos no ¿tres? Lunares adornan su piel dándole un aspecto más hermoso, oh por los dioses, ese tipo huele agridulce un agridulce olor que lo está volviendo loco, araña la pared de roca para luego huir del lugar, es inconcebible que este empezando a excitarse solo por ese aroma singular.

✦୧⊱𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐀𝐧𝐮𝐛𝐢𝐬 𝐱 𝐊𝐢𝐧𝐭𝐨𝐤𝐢. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora