✦୧⊱𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐀𝐧𝐮𝐛𝐢𝐬 𝐱 𝐊𝐢𝐧𝐭𝐨𝐤𝐢.

¿𝘋𝘰𝘳𝘮𝘪́ 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘚𝘶𝘤𝘶𝘣𝘶?

𝑪𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒑𝒓𝒖𝒆𝒃𝒂𝒔 𝒍𝒐𝒔 𝒍𝒂𝒃𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒍𝒖𝒋𝒖𝒓𝒊𝒂 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒚 𝒏𝒂𝒅𝒂 𝒏𝒊 𝒏𝒂𝒅𝒊𝒆 𝒄𝒂𝒑𝒂𝒛 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒕𝒆𝒏𝒈𝒂.

Sakata Kintoki es un chico normal el cual vive en un pequeño departamento, el cual, él mismo pagaba con mucha dificultad, sus padres, prácticamente, lo han desheredado por haberles robado una gran suma de dinero por sus vicios, y para que mentir, se lo merecía después de todo él es un joven al cual le gusta ir a discotecas, beber y tener sexo sin control.

Debido a este estilo de vida tan descontrolado es una sorpresa que no acabe con alguna enfermedad o multa por sus excesos de alcohol en el sistema.

Sin embargo todo cambio con el encuentro de esa criatura.

Aquella noche se había pasado de tragos despertando en un lugar desconocido junto a un hermoso joven, pero lo que hizo que Kintoki se cagara del susto fue ver esos cuernos que sobresalían de la cabeza castalla.

Se levantó de la cama para ver ese cuerpo, el cual aún seguía con los ojos cerrados, sus orbes azules escanearon con detenimiento al sujeto, no podía negar que tenía un cuerpo espectacular y unas grandes caderas con un redondo trasero el cual podía azotar con sus manos, el solo deleitarse con sus ojos provoco que su pequeño amiguito se levantara solo para notar que esta completamente desnudo.

─ Mierda ─se maldijo cubriéndose la boca─ me acosté con un monstruo ─dijo con rostro pálido.

─En realidad soy un súcubo ─aclaro la criatura restregándose sus ojitos de manera tierna.

─ ¿Y qué demonios es eso? ─preguntó el rubio─ Estoy hablando con un demonio. ─Volvió a ponerse pálido, recostando su cuerpo en la pared, ya que sentía débil sus piernas. Al apoyarse, pudo sentir un leve dolor en sus caderas. Sus ojos se abrieron con fuerza al notar un leve dolor en su trasero. ─ ¡Maldito, infeliz, me violaste!

─ ¿Qué? ─exclamo esta vez el pequeño demonio frunciendo el ceño─ eso no fue así, tú me lo pediste después de follarme, me dijiste y sito "Ahora follame tú".

─ ¡¿Como mierda yo voy a decir eso?! Yo soy siempre el que da, nunca el que recibe.

─ Pues parece que te aburriste y quisiste probar algo nuevo conmigo, ¿o qué sé yo? ─habló el demonio casi gritando para luego cambiar su expresión. ─ pero, estuviste genial. Hacía años que no me había sentido tan satisfecho como ahora, tanto tu polla como tú culo son lo mejor de lo mejor. Más tu culo. ─Habla mientras gatea en la cama para acercarse más al rubio, el cual abrió sus ojos a más no poder.

Su corazón latía con fuerza, sintiendo que podría salir de su pecho mientras su rostro esta tan caliente como si hubiera estado bajo el sol. ─ No digas idioteces ─susurro bajando la mirada, no podía creer que en ese momento se estuviera sintiendo avergonzado.

El de piel bruna al verlo se sintió enternecido bajando de la cama y tomando sus mejillas con ambas manos para levantarle el rostro hasta ver sus ojos.

─ Toki es muy lindo ─halaga con una gran sonrisa cortando distancia para besar sus labios, el oji-azul de igual manera le correspondió y lo tomo del cuello pegándolo hasta su cuerpo, las manos del demonio vagaron hasta llegar a las redondas nalgas del blondo las cuales sujeto con fuerza, la pequeña cola del sucubu se enroscó en el brazo del menor el cual la sujeto y la jalo con fuerza.

El moreno jadeo, al sentir cómo su cola era jalada con fuerza. Esa faceta ruda del japones le ha encantado hasta el punto de hacerlo enloquecer.

Kintoki levantó su mano libre e ingresar sus dedos dentro de su propia boca, el demonio al ver esto empezó a besar y lamer la boca contraria hasta dejar esos dedos llenos de saliva. Al notar que ya estaban suficientemente mojados, los guio hasta su entrada, Kintoki gimió con fuerza por el dedo que se adentró en él.