3: Capítulo dos

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이십일.

El desconcierto me invadió al darme cuenta de que había perdido la consciencia y me encontraba en un campo vacío, lejos de donde recordaba estar. El cielo se oscureció de repente, y los truenos retumbaron en la distancia, anunciando una tormenta inminente que amenazaba con empaparnos por completo. Un grito de ayuda escapó de mis labios cuando un trueno resonó cerca, pero antes de que pudiera reaccionar, unas manos cubrieron mis oídos, protegiéndome del estruendo repentino.

Al intentar voltearme, me encontré con la mirada tranquilizadora de Jungkook.

—Gracias —murmuré, agradecida por su rápida intervención.

Sin decir una palabra más, el tomó mi mano y me guió hacia un refugio antes de que la lluvia comenzara a caer. Nos refugiamos en una casa carpa, solos en medio de la tormenta que rugía afuera.

Sentados juntos en la cama, otro trueno me sobresaltó y sus manos regresaron a cubrir mis oídos, ahogando el ruido ensordecedor. En ese momento, nuestros ojos se encontraron, y pude ver el brillo de emoción en los suyos mientras cuidaba de mí con ternura.

El momento era tan íntimo, tan especial, que no pude evitar dejarme llevar por la conexión entre nosotros. Nuestros labios se encontraron en un beso dulce y cargado de significado, sellando ese instante único en el que nos refugiábamos juntos de la tormenta, encontrando consuelo y calor en el abrazo del otro.

Narrador Omnisciente.

En medio de la tormenta, la pasión ardía con la intensidad de los relámpagos que iluminaban el cielo oscuro. No desaprovecharon el momento para crear otro capítulo en su historia, entregándose el uno al otro con un fervor que solo la tempestad podía igualar.

Después del ardor del momento, sus corazones latían al unísono en el silencio reconfortante que siguió. Fue entonces cuando él rompió el silencio.

—Te extrañé demasiado, Bea. —confesó.

Sus palabras resonaron en el aire cargado de humedad, encontrando eco en el corazón de ella, que respondió con un susurro sincero de reciprocidad. —También te he echado de menos..

Antes de separarse, él propuso hacer planes para el día siguiente, una promesa de un futuro juntos más allá de la base militar.

—¿Podemos vernos mañana después de mi salida? —dice, mientras ella acaricia su pecho desnudo y el acaricia su cabello —Quiero reponer todo el tiempo perdido, quiero demostrarte que he mejorado como hombre, y que nunca dejé de amarte.

Ella asintió con una sonrisa, aceptando con ansias la posibilidad de pasar más tiempo juntos.
Sin embargo, el momento de intimidad fue interrumpido por la llamada del manager,

"Bea debemos irnos, es tarde." Dónde estas?"

Encontremonos en el estacionamiento. Iré para allá. No te preocupes.

"Bien, te espero."

La llamada fue cortada.
—Debo irme, Jungkook. —me pongo de espaldas y le miro. —¿Conservas el mismo número?

El asiente. —Te acompañaré.

Con un beso tierno de despedida, ella se vistió rápidamente, preparada para acompañar a su manager y volver a la realidad.
Juntos, se despidieron de aquel lugar que había sido testigo de su amor


Bea

Mientras nos acercábamos al estacionamiento, pude ver la mirada sorprendida de Yang al descubrirme llegando junto a Jungkook. Sus ojos se ampliaron en asombro al encontrarnos juntos, como si hubiera presenciado algo inesperado y significativo. La expresión en su rostro era un mosaico de emociones: curiosidad, confusión y tal vez una pizca de preocupación.

—¡Hola, Yang! —saludé, tratando de sonar natural a pesar de la tensión en el ambiente.

Yang titubeó por un momento antes de responder, con una mezcla de sorpresa y cautela en su voz: —¿Qué están haciendo juntos?

Jungkook intervino con calma, tratando de aliviar la situación. —Teníamos algunas cosas de las que hablar. Nada complicado.

Yang asintió lentamente, procesando la información. —Ah, entiendo —dijo, aunque su mirada aún reflejaba cierta intriga.—Bueno, supongo que es bueno que se hayan hablado. —comentó, buscando encontrar el lado positivo de la situación.

Jungkook asintió amablemente. —Sí, fue agradable ponerse al día —añadió con una sonrisa complice.

Yang nos mira y dice —Es hora de irnos. Jungkook, felicidades por tu arduo trabajo en el servicio militar. Has hecho un trabajo increíble. Te deseo mucha suerte en tu salida de mañana.

Jungkook, con una sonrisa de gratitud, responde —Gracias, Yang. Ha sido un desafío, pero estoy listo para lo que venga.

Yang asiente y añade —Sé que lo harás bien.

—Estoy muy orgullosa de ti. Has trabajado muy duro. —intervine

—Gracias. Eso significa mucho para mí. —dice Jungkook agradecido

Nos despedimos y me susurra al oído —Te veo mañana.

Sonreí —No puedo esperar. —respondí en voz baja.

Nos despedimos por última vez y me subo al coche. Yang me mira por el retrovisor mientras conduce

—¿Pasó algo de lo que no estoy enterado? —pregunta

Asiento —Mañana vendré. Quiero darle una sorpresa por su salida del servicio.

Yang frunce el ceño ligeramente y dice —Habrá muchos medios y será complicado si los ven juntos después de tanta polémica. —advierte

—Planea con el manager de Jungkook para que pueda ir al coche en el que él se irá, de modo que cuando entre, yo esté allí dentro esperándolo.

—Está bien. Llamaré al manager de Jungkook para organizarlo.

Cuando llegamos al hotel, compro unos regalos en línea, esperando que lleguen a tiempo para mañana. Exhausta, me tiro en la cama y me duermo rápidamente.

Al día siguiente, Yang me avisa
—Debes prepararte ya. El manager de Jungkook pasará por ti.

Me doy un baño y me preparo. Con un ramo de flores y unas cajas de regalos para los chicos, bajo del hotel y subo al coche, saludando a Woo, el manager de Jungkook.

Al llegar a la base, veo desde el coche cómo los chicos saludan a sus fans. Hay muchas cámaras filmando y tomando fotografías.

El manager baja para abrir la puerta y, en cuanto me ve, sube rápidamente y se acerca a darme un abrazo

—No esperaba verte aquí.

—Sorpresa. —le digo con una sonrisa

Después de la ceremonia, nos dirigimos a un restaurante para celebrar. Durante la cena, entrego los regalos a cada uno de los chicos. Se acercan para abrazarme, contentos de verme después de tanto tiempo. Entre bromas y risas, Jin pregunta:

—¿Regresaron?

—Estamos en eso. —responde Jungkook sin titubear

Los demás brindan felices por la noticia. Mi mejor amigo, Yoongi, bromea con un tono serio —Si vuelves a lastimarla, serás hombre muerto.

—No lo haré.

La noche continúa llena de risas y buena compañía, celebrando la libertad de Jungkook y los chicos.

Un Amor Inolvidable. Jungkook ©bnsoelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora