Un Café y un cigarrillo

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Y si la vida te susurra qué, tras una noche sin estrellas, un cielo colmado de cometas te espera, y te hicieras consciente de la belleza que dejaste atrás, simplemente por esperar otras ....

El olor a especias, llena la habitación , pero ella está distraída con la mirada perdida en el vacío. Se imagina a Diego sentado frente a ella compartiendo una comida y siente un inexplicable deseo de conocerlo mejor .

Estaba tan confusa,no sabía que pensar sobre lo que había ocurrido con Diego , queria averiguar quien era y como era y eso me asustaba, aunque parecía que si era un buen chico y no lo que hablaban por ahí , dejaré de un lado mis pensamientos .

—Mamá ya la cena esta ,¿ puedes venir a la mesa ?.

—Ya voy , estoy vistiendome.

Yo como un par de bocados de ensalada, mientras me apuro a terminar de arreglarme. Diego estará esperándome en unos minutos, y no quiero hacerle esperar.

—Valentina, ¿ya casi terminas?.

—Si mamá, solo un par de minutos, ¿te importa si como algo rápido? voy a salir unos minutos.

Mi mamá sale de su habitación y me observa, frunciendo el ceño. Me ve vestida con mi vestido azul favorito, y una sonrisa se dibuja en mis labios.

Valentina, a dónde vas así vestida?.

—Saldré un rato al parque, mamá. No te preocupes, vuelvo pronto.

Le doy un rápido beso en la mejilla y, con un trozo de galleta en la mano, salgo corriendo de la casa.

Voy de camino al parque donde quedamos en vernos y el estaba allí ya esperándome, estaba vestido con una camisa negra y su jeans negro, y su alborotado pelo rubio, fui a saludarlo y para su agradable sorpresa me dio un pequeño beso en los labios , joder me quedé en shock , no sabía que decir o que hablar , ¡me besó! .

—Me dejaste esperando un poco —dijo el , quien seguía sentado en el banquillo.

-Lo siento , mientras comía algo , mi mamá salió a interrogarme y ya sabes tuve que decirle una pequeña mentira.

Él sonrió con comprensión, sus ojos reflejando una mezcla de diversión y expectación. — ¿Y bien —preguntó con un tono juguetón en su voz -. ¿Tu mamá ya se convenció de que estabas a salvo con una amiga?.

—Algo así —sentí como mis mejillas se ruborizaban.

—Has pensado en todo lo que te dije? —estaba hablando obviamente de la propuesta.

—Eh estado pensado mucho ... han pasado algunos días y estaba un poco indecisa, no te voy a mentir, sobre todo por ... bueno , ya sabes . No quiero que esto complique las cosas entre nosotros —juego con mis dedos nerviosa , evitando su mirada.

—Escúchame, no tiene que ser complicado. Sólo se honesta conmigo¿ quieres esto tanto como yo ? , sin etiquetas, sin presiones.

—Si ,siento lo mismo que tú , quiero experimentar, pero bajo tus términos sin ataduras , sin presiones sólo .... nostros dos.

Una sonrisa ilumina su rostro —.Eso es todo lo que necesitaba saber ¿ nos vamos?.

Asentí, y caminamos juntos hacia su casa , hablamos sobre su vida , sus gustos y compartimos horas de conversación , hasta llegar a su casa.

Al llegar a la puerta de su casa, un torbellino de recuerdos me invadió. Recordé la primera vez que vine aquí, cuando me propuso el trato. El lugar se veía igual de solitario, de igual manera que la primera vez, pero ahora algo era diferente. La sensación de vacío se había esfumado, dejando paso a una extraña sensación de paz.

El destino de dos corazones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora