ALEC KNIGHT
El transporte vibraba suavemente mientras nos dirigíamos de regreso al enclave norte. La misión había sido brutal, con pérdidas significativas y desafíos constantes, pero al menos habíamos logrado nuestro objetivo. Ahora, la idea de volver a casa era lo único que mantenía mi mente ocupada. Cada vez que cerraba los ojos, veía el rostro de Nova, recordando sus ojos, su voz, y la forma en que se movía con una mezcla de gracia y determinación.
Era difícil admitirlo, pero la extrañaba más de lo que podía soportar. Había pasado un mes desde la última vez que la vi, y durante ese tiempo, mis pensamientos siempre regresaban a ella. Sentía una mezcla de ansiedad y esperanza al pensar en nuestro reencuentro. ¿Habría cambiado algo entre nosotros? ¿Podría encontrar las palabras adecuadas para disculparme y explicarle lo que realmente sentía?
El paisaje fuera del transporte comenzaba a cambiar, con señales de vida y civilización volviendo a aparecer. Mi corazón latía más rápido a medida que nos acercábamos. El sonido de las conversaciones de mis compañeros de equipo era un ruido de fondo lejano mientras me sumergía en mis pensamientos.
Finalmente, llegamos. El enclave norte se alzaba ante nosotros, una vista familiar y reconfortante. El transporte se detuvo y las puertas se abrieron, permitiéndonos bajar. La multitud se reunió para recibirnos, sus rostros llenos de alivio y alegría. La gente aplaudía, y algunos sollozaban al ver a sus seres queridos regresar a salvo.
Mis ojos recorrieron la multitud, buscándola. Y entonces, la vi. Nova estaba allí, en medio de la gente, su rostro iluminado por la emoción. En ese momento, sentí un bálsamo en el corazón. Toda la dureza y la fatiga de la misión se desvanecieron, reemplazadas por una cálida oleada de alivio y felicidad.
Nova se destacaba entre la multitud, su cabello oscuro enmarcando su rostro y sus ojos brillando con una mezcla de alegría y preocupación. No pude evitar sonreír, a pesar del dolor de mis heridas. Era como si el mero hecho de verla borrara todo el sufrimiento que había soportado en el último mes.
Mi amigo Mark se acercó rápidamente, su rostro iluminado por una sonrisa amplia. —¡Alec! —dijo, dándome una palmada en el hombro. —Me alegra verte de vuelta.
—Gracias, Mark, —respondí, mi voz ronca por la emoción. —Es bueno estar de vuelta.
El equipo médico comenzó a atendernos de inmediato, llevando a los heridos, incluido yo, hacia la sala médica. Aunque estaba rodeado de enfermeras y médicos, mi mirada seguía buscando a Nova. Quería que ella estuviera allí, quería que fuera ella quien me recibiera con besos y abrazos.
Me sentí aliviado cuando vi que Nova se acercaba. Aunque su expresión era de preocupación, había una calidez en sus ojos que me hizo sentir más seguro de lo que había sentido en mucho tiempo. Ella no me abrazó, pero su sola presencia me daba fuerza.
—Alec, —dijo suavemente, su voz llena de una mezcla de reproche y alivio. —Me alegra verte a salvo.
—Nova, —respondí, intentando sonreír a pesar del dolor. Me alegra verte.
El equipo médico me llevó a una camilla y comenzaron a tratar mis heridas. Mientras me curaban, no podía dejar de mirar a Nova, deseando poder decirle todo lo que sentía. Pero por ahora, el simple hecho de estar de vuelta, de verla nuevamente, era suficiente.
—Espero que te mejores pronto, —dijo Nova, sus palabras llenas de una dulzura que no había esperado.
—Gracias, Nova, —respondí, sintiendo una paz que no había sentido en mucho tiempo.
Mientras me atendían, mi mente seguía aferrada a la imagen de Nova. Sabía que había mucho que debía decirle, muchas cosas que debía arreglar, pero por ahora, estaba contento con el simple hecho de estar de vuelta, con la esperanza de que tal vez, solo tal vez, podría encontrar una manera de ganarme su perdón y su confianza nuevamente.
NOVA BLAKE
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El Enclave de los Valientes
AçãoEn un futuro post-apocalíptico donde la humanidad se aferra a la supervivencia en Enclaves fortificados tras una devastadora guerra con los Krelith, Alec Knight emerge como un líder militar severo y experimentado. Su Enclave es un bastión clave en l...