El Enclave de los Valientes

PRÓLOGO

El mundo que conocíamos se acabó hace décadas. Lo que una vez fue un planeta vibrante y lleno de vida, ahora es un páramo desolado, una sombra de su antigua gloria. Todo comenzó con un acto de curiosidad humana que desencadenó una serie de eventos catastróficos. En su afán de explorar más allá de nuestro sistema solar, los científicos enviaron una señal de contacto a través de la galaxia. La esperanza era encontrar vida inteligente, pero lo que encontraron fue la respuesta de una especie que cambiaría para siempre el destino de la humanidad: los Krelith.

Los Krelith eran una raza avanzada y despiadada, que respondió al llamado de la humanidad con una invasión masiva. Su objetivo era claro: erradicar la vida humana y reclamar la Tierra como su nuevo hogar. Eran criaturas imponentes, de tres metros de altura, con piel dura y escamosa de un negro azabache y ojos rojos brillantes que irradiaban odio. Su tecnología biotecnológica y su capacidad de regeneración rápida los hacían casi invencibles en combate.

La guerra que siguió fue devastadora. Las ciudades cayeron una a una bajo el avance implacable de los Krelith. Los ejércitos humanos lucharon con valentía, pero el enemigo era demasiado poderoso. Fue entonces cuando la humanidad recurrió a su última esperanza: un arma letal que destruyó tanto a los Krelith como a gran parte del planeta. La explosión final dejó el suelo árido y sin vida, y los pocos sobrevivientes se refugiaron en enclaves fortificados, los únicos lugares donde la vida aún era posible.

Estos enclaves, dispersos por lo que quedaba del mundo, se convirtieron en las últimas bastiones de la humanidad. Cada uno se especializó en una función vital para la supervivencia colectiva:

—Enclave Norte: Hogar de Nova Blake y Alec Knight. Este enclave se convirtió en el principal centro militar y de defensa. Sus habitantes son entrenados rigurosamente en combate y estrategias de guerra, preparados para cualquier posible retorno de la amenaza.

—Enclave Sur: Encargado de las telecomunicaciones, este enclave mantiene la red de comunicación que conecta a todos los demás enclaves, permitiendo el intercambio de información y la coordinación de esfuerzos.

—Enclave Este: Este enclave se especializa en la producción agrícola y la gestión de recursos. Mediante invernaderos y técnicas avanzadas de cultivo, aseguran el suministro de alimentos para todos los enclaves.

—Enclave Oeste: Dedicado al desarrollo de laboratorios y la investigación biológica. Aquí se estudian tanto los restos de los Krelith como nuevas formas de mejorar la salud y la biotecnología humana.

—Enclave Central: Este enclave actúa como el centro administrativo y de toma de decisiones, donde los líderes de todos los enclaves se reúnen para planificar y coordinar los esfuerzos de reconstrucción y defensa.

La vida en los enclaves es dura y disciplinada, un reflejo de los tiempos difíciles que enfrentan. El suelo fuera de estos bastiones es árido y estéril, los cielos siempre grises por el polvo y las cenizas de la destrucción pasada. La humanidad se aferra a la esperanza de un futuro mejor, reconstruyendo lentamente lo que se perdió.

Entre los héroes de la gran guerra se destaca el Capitán John Blake, padre de Nova. Su nombre es sinónimo de valentía y sacrificio. En los últimos días del conflicto, lideró una misión suicida para destruir la nave nodriza de los Krelith, sabiendo que sería su último acto. Su sacrificio no fue en vano; su heroísmo permitió a la humanidad ganar tiempo suficiente para lanzar el arma final que puso fin a la invasión. Nova Blake vive bajo la sombra de este legado, decidida a honrar la memoria de su padre y proteger a los suyos.

Ahora, en el Enclave Norte, Nova y Alec se preparan para enfrentar un nuevo resurgimiento de los Krelith, quienes parecen haber encontrado una forma de reorganizarse y regresar. La supervivencia de la humanidad una vez más pende de un hilo, y el deber de defenderla recae en los hombros de aquellos dispuestos a luchar, amar y sacrificarse en este mundo post-apocalíptico.